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Mujeres en altos cargos: Una necesidad para el progreso empresarial y la equidad laboral
La discriminación de género y los sesgos inconscientes son barreras que dificultan su ascenso a posiciones de alta dirección
En mi trayectoria como socia en el ámbito empresarial, he sido testigo del papel fundamental que desempeñan las mujeres en las organizaciones y de la necesidad crucial de fomentar su liderazgo. Este es un tema que no solo me apasiona, sino que considero vital para el progreso y la equidad en el mundo laboral.
Las mujeres han avanzado significativamente en el ámbito empresarial, desafiando estereotipos y demostrando su valía en una variedad de roles y responsabilidades. Sin embargo, persisten obstáculos importantes en su camino hacia la plena igualdad de oportunidades y representación en puestos de liderazgo. Barreras invisibles como la discriminación de género y los sesgos inconscientes, que dificultan su ascenso a posiciones de alta dirección.
A pesar de estos desafíos, las mujeres continúan destacándose por su capacidad para liderar con integridad, empatía y visión estratégica. Su influencia se extiende mucho más allá de los límites de la empresa, inspirando a colegas, mentorizando a futuras líderes y contribuyendo al desarrollo económico y social de sus comunidades.
Tener mujeres en altos cargos no solo es una cuestión de equidad, sino una necesidad latente en el mundo empresarial actual; las mujeres aportan una diversidad de perspectivas, experiencias y habilidades que enriquecen significativamente la toma de decisiones y el rendimiento empresarial. Su capacidad para pensar de manera innovadora, abordar los desafíos con empatía y liderar con integridad no solo fortalece la cultura organizacional, sino que también impulsa la creatividad y la resiliencia en tiempos de cambio.
Las mujeres también suelen tener una mayor sensibilidad hacia las necesidades del mercado y una habilidad innata para fomentar relaciones sólidas tanto dentro como fuera de la empresa. Al tener una representación equitativa de género en los altos cargos, las empresas pueden maximizar su potencial de crecimiento, adaptación y éxito a largo plazo en un entorno empresarial cada vez más competitivo y diverso.
Los hallazgos del International Business Report “Women in Business 2024: Pathways to Parity”, una investigación realizada por la firma con la que colaboro, ofrecen una visión sobre el panorama actual de la representación femenina en los altos cargos empresariales. En este estudio, México emerge en el puesto 12 a nivel mundial, con un alentador 36% de mujeres ocupando puestos de alta dirección. Aunque se registra un ligero descenso con respecto al año anterior, es esencial resaltar el notable avance desde el 26% reportado apenas cinco años atrás, en 2019.
Estos datos subrayan un progreso significativo en la inclusión de mujeres en roles de liderazgo, aunque también indican la persistencia de desafíos que deben abordarse con determinación. A nivel global, la presencia femenina en estas posiciones alcanza el 33%, lo que sitúa a México ligeramente por encima de la media mundial. Estos datos no solo ofrecen una instantánea de la situación actual, sino que también señalan la importancia de continuar impulsando medidas concretas para promover la igualdad de oportunidades y el acceso equitativo a los altos cargos para mujeres en todo el mundo empresarial.
Analizando estos datos y sumando mi experiencia, queda claro que la implementación de medidas para incrementar la presencia de mujeres en altos cargos es imperativa. Las mujeres no solo demuestran una notable creatividad, sino también un sentido de responsabilidad y habilidades de gestión que enriquecen la diversidad de perspectivas en la toma de decisiones empresariales. Con este fin, propongo enfocarnos en tres pilares fundamentales:
» 1. Implementación de políticas de Igualdad y cultura organizacional inclusiva
Esto implica adoptar medidas concretas para eliminar cualquier forma de discriminación de género y fomentar la igualdad de oportunidades en todos los niveles de la organización. Además, es crucial implementar programas de sensibilización y formación para concientizar a los empleados sobre la importancia de la diversidad y la inclusión
» 2. Desarrollo de programas de mentoría y capacitación
Estas son herramientas poderosas para apoyar el crecimiento profesional de las mujeres y promover su acceso a puestos de liderazgo. Estos programas pueden diseñarse para proporcionar orientación individualizada, asesoramiento y desarrollo de habilidades específicas necesarias para avanzar en sus carreras.
» 3. Promoción de flexibilidad laboral
Es esencial para permitir a las mujeres equilibrar sus responsabilidades laborales y personales, lo que a su vez fomenta su participación activa en roles de alta dirección. Esto puede incluir políticas de trabajo remoto, horarios flexibles, opciones de trabajo a tiempo parcial o compartido, y programas de licencia parental pagada. La flexibilidad laboral no solo beneficia a las mujeres al permitirles conciliar sus responsabilidades familiares y profesionales, sino que también contribuye a la retención del talento femenino y a la creación de un entorno laboral más inclusivo y equitativo para todos los empleados.
*El autor: Andrea Vega, Socia de Business Process Solutions en Salles Sainz Grant Thornton