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Steve Jobs y la cátedra de liderazgo que dio al esconder su Porsche
El empresario consiguió una inversión de 20 millones de dólares al esconder su Porche 911 y manejar un perfil bajo, de esta accion las empresas pueden aprender la importancia de la austeridad.
Steve Jobs es en uno de los empresarios más icónicos de los últimos años y un buen ejemplo de cómo hacer negocios a partir del buen manejo de las finanzas y la imagen de una empresa. Estrategias que puedes tomar en cuenta para hacer nuevos negocios o mantener la estabilidad de tu proyecto.
Tras su salida de Apple en 1985, fundó NeXT y su principal socio era el ingeniero Randy Adams. Ambos se compraron un Porsche 911 que estacionaban en la parte frontal del edificio.
Una mañana, Jobs corrió a la oficina de Adams y le dijo que tenían que esconder sus autos, Randy sin entender muy bien de qué hablaba, le preguntó: ¿Por qué? Y él le respondió que estaba por llegar Ross Perot, empresario que pensaba invertir en su proyecto y no quería que pensara que tenían mucho dinero. Trasladaron sus autos a la parte trasera del edificio, Perot se reunió con Steve Jobs y unos meses después decidió invertir 20 millones de dólares en la compañía.
Consecuencias de un derroche excesivo
Este es un claro ejemplo de la importancia de la imagen que una empresa emite a su entorno, pues mostrar un derroche excesivo podría conllevar una serie de efectos negativos frente a los clientes, proveedores y potenciales socios que se puedan unir al proyecto.
“Son diversas consecuencias que se pueden presentar, mandar una señal al mercado de que estás haciendo mucho dinero puede atraer a nuevos competidores que intentaran replicarlo, esto puede poner en riesgo tu rentabilidad o tu capacidad de generar dinero”, indicó Ernesto Bolio, profesor de Política de Empresa del Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa (Ipade).
No manejar un perfil bajo podría afectarse la relación que se tiene con los proveedores y clientes, quienes pueden llegar a cuestionarse si es justo el precio que pagan por el servicio o producto.
“Los proveedores pueden sentir que no te están cobrando lo suficiente, mientras que los clientes pueden cuestionar el precio: ‘¿en cuánto me estás vendiendo que hace que ganes tanto dinero?’ Esto puede generar que los clientes busquen otras opciones”, indicó Ernesto.
El impacto con los colaboradores
Los empleados podrían verse desmotivados al no sentirse parte del éxito monetario que está teniendo la compañía y buscar un nuevo empleo o la idea de crear su propio proyecto.
“Hay posibilidades de que las personas dentro de la organización no estén de acuerdo con el derroche y vean que el único que gana bien es el empresario, eso puede derivar en poca lealtad dentro de la empresa”, señaló Ernesto.
Una forma de prevenir el derroche excesivo de los empresarios es la creación de un consejo administración, que ayude a dar equilibrio y un reparto equitativo para el dueño, empleados, proveedores y clientes.
“Un consejo de administración valioso buscará darle al empresario lo justo, al seguir los principios básicos de la empresa dará la posibilidad de retribuir de manera equitativa los recursos para todas las partes involucradas. Que los empleados tengan el sueldo adecuado con las prestaciones correspondientes, así como cuidar la relación con los proveedores y clientes”, finalizó el especialista.