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Un líder pleno impulsa el talento de los colaboradores
Sentirse en plenitud, tanto en su vida personal como laboral, permite impulsar las habilidades de los otros
“Un líder no solo tiene que ser muy bueno en mangement, en gestión o control, también tiene que ser una persona plena para transformar culturas y hacerlas más humanas”, comentó en entrevista Nora Taboada, fundadora de AFE-Liderazgo Consciente.
Pero ¿cómo lograr esta plenitud? Si bien la felicidad es subjetiva, pues es diferente para cada persona, sentirse realizado es clave para el día el día, sobre todo cuando se tienen equipos a cargo, pues sentirse en plenitud ayuda a aumentar la productividad e innovación.
Taboada describe la plenitud, también llamada flourishing, como el estado de satisfacción que sentimos en nuestras vidas, a partir de lograr las metas y tareas significativas, así como al conectar con otros, en esencia es vivir una “buena vida”.
De hecho, cuando se tienen emociones positivas el cerebro trabaja 31% mejor que cuando está en estado negativo, por ello, tener líderes positivos en el trabajo ayuda a que la gente dé lo mejor de sí, puesto que debido a que el cerebro trabaja mejor se fomenta la creatividad, la innovación, la comunicación efectiva, lo cual permite que haya agilidad.
“Esto se conoce como la ventaja de la felicidad, ya que no solo te hace sentir mejor, sino que activa los centros de aprendizaje de tu cerebro y te permite adaptarte al mundo de una manera.
Taboada también destaca en su libro “Felicidad activa, 7 estrategias para potenciar tu bienestar y flourishing en un mundo cambiante”, que se requieren líderes que ayuden a los colaboradores a desarrollar su talento y que se sientan plenos, pues ello repercute directamente en la satisfacción de la vida.
Encuentra tu flow
Otro punto importante es que los líderes encuentren su propio flow y el de los colaboradores, es decir, encontrar lo que aman para alcanzar un momento de éxtasis que los hagan sentir más vivos.
“Un momento de éxtasis o experiencia óptima se caracteriza porque te hace sentir en tu mejor versión, es algo que haces con facilidad y te hace sentir en control, el tiempo se te pasa volando, las metas están claras y te sumerges por completo en la actividad, olvidando momentáneamente todo lo demás.
Si bien, encontrar el estado de flow es personal, debido a que cada uno tiene sus preferencias y metas; los líderes sí pueden crear un ambiente que impulse este estado de flujo, por ejemplo; pueden desarrollar conversaciones significativas con la gente y buscar conocerlos como personas, no solo como colaboradores, preguntando cuáles son las aspiraciones, qué los hace sentir vivos en el trabajo y ayudar a diseñar un plan de desarrollo acorde a las necesidades de cada colaborador.
“Los líderes pueden propiciar que la gente tenga estos momentos de autoconocimiento, pero está en cada persona encontrarlo”.
Aprende a gestionar la negatividad
Además, para lograr la felicidad es necesario saber gestionar la negatividad, pues es algo natural y necesario para saber qué está mal y actuar en consecuencia. La mejor manera de administrar nuestros pensamientos y emociones negativos es entender cómo funcionan, conocer qué factores nos hacen infelices y cómo los podemos administrar para incrementar nuestro bienestar.
“Una vez que hayas aprendido a estar consciente de tus pensamientos, puedes elegir entre tener pensamientos positivos o negativos, incluso entrenarte cerebro para cambiar tus pensamientos”.
Asimismo, ante los constantes cambios geopolíticos las organizaciones requieren adaptarse y en muchas ocasiones los colaboradores se resisten al cambio, en estos casos los líderes efectivos no se limitan sólo a comunicar los cambios, van más allá, hacia el diálogo y crean espacios de seguridad psicológica, donde la gente pueda expresarse sin miedo y decir qué les preocupa.
También es importante que el líder entienda y conecte con cada una de las personas, porque los cambios implican duelos y no todos los colaboradores los procesan de la misma forma.