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Unicornios e inversiones privadas de cara al 2024
Cualquier empresa que reciba capital, ya sea por medio de un crédito, préstamo, capital privado o cualquier otro instrumento, requiere un trabajo arduo que lo encamine hacia la rentabilidad.
Luego del boom del surgimiento de los unicornios mexicanos entre el 2020 y el 2021, poco hemos escuchado hablar de ellos recientemente. Recordemos que, de acuerdo con la definición de Aileen Lee, estas empresas valuadas en mil millones de dólares en un periodo menor a 10 años eran el deseo de todos los emprendedores y estaban en la mira de los inversionistas. Sin embargo, se prevé que el contexto para dichas empresas sea muy distinto este año.
Los fondos de capital emprendedor (Venture Capital) tanto en nuestro país como en el resto del mundo, optaron por tomar decisiones más cautelosas al momento de invertir. La alta valuación de las empresas ya no asombra tanto a los inversionistas considerando que, de acuerdo con la consultora Bain & Company, menos del 1% de los unicornios a nivel mundial cuentan con liquidez.
La forma en que operan las empresas y la capacidad de sus fundadores para tomar decisiones que dirijan correctamente el rumbo de las compañías que están a la búsqueda de capital, cobra relevancia para la industria de capital privado en un entorno de retos y adaptaciones constantes.
Cualquier empresa que reciba capital, ya sea por medio de un crédito, préstamo, capital privado o cualquier otro instrumento, requiere un trabajo arduo que lo encamine hacia la rentabilidad. Los unicornios, arropados por el enorme capital recibido en sus diferentes rondas de inversión, podrían pensar que están blindados contra cualquier crisis económica o de otra índole, sin embargo, la única forma de blindar una empresa es a través de la planeación financiera.
La revisión constante de los números del negocio y proyectar hacia dónde se quiere ir, permite prever los contratiempos que se avecinan a mediano o largo plazo e idear acciones que permitan a las empresas continuar a flote incluso en momentos adversos, como sucedió en la pandemia.
La inversión del capital emprendedor no sólo proporciona recursos financieros para expandir el negocio, sino que también ofrece acceso a una red de mentores que apoyan a los líderes del negocio, además de contar con el capital para incrementar la producción o mejorar procesos internos, ampliar la plantilla laboral con el personal debidamente capacitado o incorporar la tecnología necesaria para eficientar el negocio.
Desarrollar una estrategia enfocada en la rentabilidad es la clave para la subsistencia de cualquier unicornio o pyme. Es necesario definir una meta de facturación y analizar los ajustes que se requieren, ya sea mejorando la oferta del producto o servicio, evaluando la experiencia de compra del usuario, asegurando sus inventarios para satisfacer la creciente demanda, reconociendo las nuevas demandas del mercado e incluso adaptando otros métodos y facilidades de pago.
Consideremos que la industria de capital privado, en este 2024, se desenvolverá con mayor cautela que en años anteriores, dado que los fondos de Venture Capital aplican filtros más rigurosos para decidir dónde invertir. Recordemos que en el 2021 se dio un récord para la inversión de Venture Capital en Latinoamérica con 15,700 millones de dólares, cifra que triplicó lo invertido el año anterior, esto conforme información de la Asociación para la Inversión de Capital Privado en América Latina (LAVCA).
Hoy por hoy, los fondos de Venture Capital son más analíticos y toman decisiones basadas en proyecciones y metas de crecimiento, así como en el compromiso y resiliencia de sus fundadores.