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Venta de moda de segunda mano, opción de negocio sustentable
Se están diseñando estrategias para dar una nueva vida a todos aquellos desechos textiles que aún están en condiciones óptimas. Esto ha derivado en tendencias de compra de segunda mano y artículos vintage, donde se comercializan a precio más bajo y con oportunidades para el medio ambiente y sociedad.
Anualmente, se desechan toneladas de productos que pueden tener una segunda vida, ya que se encuentran en buenas condiciones o requieren mínimos arreglos, que además de evitar más contaminación al medio ambiente, pueden representar un negocio favorable. Entre estos artículos destacan las prendas, zapatos y accesorios de moda.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, en México, anualmente se generan 53.1 millones de toneladas de residuos, de los cuales 1.4% son de textiles. Si a esto se suma la cantidad de agua o recursos necesarios para fabricar cada prenda y que se desechen en poco tiempo, los niveles de contaminación se incrementan exponencialmente.
Datos de la Organización de las Naciones Unidas, la industria de moda utiliza más de 93,000 millones de metros cúbicos de agua al año, lo que equivale al consumo de 5 millones de personas, una crisis que se puede agravar más con la tendencia de la moda rápida, mejor conocida como fast fashion.
Ante esto, se están diseñando estrategias para dar una nueva vida a todos aquellos desechos textiles que aún están en condiciones óptimas. Esto ha derivado en tendencias de compra de segunda mano y artículos vintage, donde se comercializan a precio más bajo y con oportunidades para el medio ambiente y sociedad.
“La transición hacia una industria más circular es cada vez es más viable, sin embargo, para lograr una verdadera circularidad se deben considerar ciertos aspectos clave durante todo el ciclo de la moda, por ejemplo: salud de los materiales, potencial de reutilización del material, uso de energías renovables, gestión favorable del agua y por supuesto, trabajo justo”, expuso Alejandra Sánchez, Líder de Sustentabilidad de C&A México.
Durante el encuentro “Camino a la circularidad”, manifestó que las marcas también han concientizado sobre la importancia de la economía circular, por lo que se trabaja en estrategias de recolección de prendas usadas para reutilizarlas y crear nuevas, todo dependiendo las condiciones de los materiales.
Negocio sustentable
Respecto a la venta de artículos de segunda mano, Ana Isabel Orvañanos, Country Manager de GoTrendier en México explicó que cada vez más surgen modelos económicos que además de salvar el medio ambiente, permiten crear negocios o tener ingresos extras. Este es uno de los pilares de GoTrendier.
“Nuestro objetivo es darle una segunda vida a las prendas, al mismo tiempo que generamos una economía circular dentro de una comunidad de 6 millones de mujeres que crean microemprendimientos a su vez”, mencionó Orvañanos.
Destacó que actualmente, la industria de moda enfrenta diversos retos que se deben abordar, siendo los principales tres: logística donde se debe eficientar el tema de costumbre to costumbre (C2C); la experiencia referente al tema de ecommerce; y la deconstrucción, la percepción que se tiene de la moda en razón de lo nuevo y usado, y la conciencia ambiental que se debe desarrollar.
“En logística, debemos ver cómo tener el menor impacto ambiental posible, en los tiempos de entrega porque los consumidores están acostumbrados a recibir el mismo día, lo que representa un daño al planeta”, dijo.
Asimismo, enfatizó la necesidad de trabajar en el tema de rechazo la ropa de segunda mano porque se piensa que es de mala calidad, está sucia o en malas condiciones. La buena noticia es que la percepción ha ido mejorando y cada vez más surgen marcas vintage o que comercializan estos productos con buena calidad.
“También hay que cambiar la idea de moda vs estilo, porque la moda quiere decir que se está en última tendencia y para ello se requiere fast fashion porque las tendencias cambian seguido. Entonces, cambiemos a la idea de estilo, cómo usar prendas que tal vez no son el hit de la temporada, pero puedo usar mi creatividad como una manera de expresión a través de la ropa que refleja mi personalidad y no soy la réplica de lo que se hace cada temporada”, resaltó.
Si se implementa un modelo de moda sostenible, se pueden reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, que al momento la industria de la moda representa 8% de las mismas y desecha 500,000 toneladas de microfibra desechadas en el mar.