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AICM pondrá concreto en pistas y ve ahorros en mantenimiento

La obra está por definirse e implicará varios “miles de millones de pesos” de inversión, reveló el director Carlos Velázquez Tiscareño; se instalará también un sistema antidrones.

Carlos Velázquez Tiscareño,dijo el director del AICM

Carlos Velázquez Tiscareño,dijo el director del AICM

Con el reto de mantener unos 44 millones de pasajeros anuales y una infraestructura funcional y segura en el largo plazo, en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) se inyectará este año, por primera ocasión, concreto hidráulico de larga duración en sus plataformas y calles de rodaje, lo que representará una inversión “mayor” de varios miles de millones de pesos que está en proceso de definirse.

El objetivo es facilitar la labor de las aerolíneas y evitar tareas de conservación frecuentes como bacheos (en las pistas, por el impacto de los aterrizajes, no se puede poner concreto).  Además, se instalará un sistema antidrones y más videocámaras.

Será un año de consolidación de los trabajos que iniciamos en el 2022 pensando en ofrecer una mejor experiencia de viaje a los usuarios. Contamos con recursos autorizados de 1,500 millones de pesos más 976.4 millones de pesos que nos devolvieron hace unos días del excedente por el pago de la tarifa de uso de aeropuerto (TUA) del año pasado”, dijo el director del AICM, Vicealmirante Piloto Aviador Retirado, Carlos Ignacio Velázquez Tiscareño.

Para el 2024, con el material que se usaba (cemento y asfalto, según la superficie), se habían presupuestado unos 810 millones de pesos para la rehabilitación de la plataforma oriente, la rehabilitación de los rodajes Bravo, Alfa, Golfo, Julieta y Lima, la construcción de bahía de salida y la prolongación del rodaje B1, por ejemplo.

“Tomamos la decisión recientemente y será una inversión relevante. Se gasta demasiado en mantenimiento de plataformas y calles de rodaje porque es zona de hundimiento y en ocasiones los tiempos de espera para los aviones es largo. Nos cuesta caro el contrato de bacheo que tenemos. El personal del aeropuerto está realizando el proyecto ejecutivo y vamos a licitar los trabajos. Este proceso lleva su tiempo, pero lo vamos a hacer este año”, comentó el funcionario en retiro.

Otro de los planes de mediano plazo para el AICM que tiene la Secretaría de Marina (una vez que ya lo tiene bajo su control) es remodelar por completo la terminal 1, aunque eso tendrá que estar a cargo de la siguiente administración federal.

Respecto al sistema antidrones, que tampoco estaba contemplado en el programa de trabajo del año, es porque se debe contar con una instalación totalmente segura para todos los usuarios. A la fecha se han registrado tres intercepciones de drones en la principal terminal aérea del país, mismos que no pasaron a mayores.

De acuerdo con el Vicealmirante Tiscareño, como resultado de la intervención de personal de la Marina se ha reducido el narcotráfico con la instalación de nuevos equipos de rayos x, de detección de explosivos y de arcos revisores de pasajeros.

“Hay mucho trabajo que a simple vista el usuario no ve. Estamos cumpliendo la misión que se nos encomendó”, agregó.

El ajuste de pasajeros

En el 2023, en el AICM se tomaron diversas medidas para mitigar su saturación en los edificios terminales, entre ella sacar las operaciones de carga al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), evitar operaciones ilegales (cuando las aerolíneas no tienen un slot asignado) y reducir de 43 las operaciones por hora (aunque esta medida tomó vigencia el pasado ocho de enero), lo que impidió que se llegara a los 52 millones de pasajeros estimados (cerró en 48.4 millones).

“En el aeropuerto debemos tener obligatoriamente 40 millones de pasajeros para pagar a los bonistas (que financiarían la construcción del cancelado aeropuerto de Texcoco), arriba de esa cifra ya hay un excedente de ingresos que nos ayuda a realizar mejoras. Del 2022 la hacienda pública nos devolvió 198 millones de pesos y del 2023 fueron 976.4 millones de pesos. Me interesa la seguridad de los pasajeros. Es una terminal incómoda. Hay que dar seguridad en instalaciones viejas. Si podemos bajar a 44 millones anuales estaremos bien”, agregó el funcionario.

Otra de las acciones en el mediano plazo que se tomará es la revisión de contratos comerciales, sobre todo en la terminal 2, toda vez que se colocaron excesivamente en espacios de tráfico de pasajeros como una forma de obtener mayores ingresos mientras se cerraba para dar paso al nuevo aeropuerto de Texcoco.

alejandro.delarosa@eleconomista.mx

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