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México, en la ruta para producir transgénicos

A casi 24 años de que se hiciera la primera solicitud para sembrar organismos genéticamente modificados en México, la soya y el algodón transgénicos ya avanzaron a su fase de siembra comercial.

En 1988 llegó a México la primera solicitud que pedía la autorización de siembras transgénicas. Nuestro país no contaba con los elementos jurídicos suficientes que le permitieran dar una respuesta a la empresa Sinalopasta (filial de la trasnacional Campbell’s), que buscaba probar semillas de organismos genéticamente modificados (OGMs) de un tomate resistente a insectos.

Desde entonces, se tuvo que crear el Comité de Bioseguridad, no sólo para dar una respuesta a tal solicitud, sino para definir cuál sería el papel de nuestro país ante el uso de la biotecnología; punto de partida que sirvió –hace siete años- para establecer la Ley de Bioseguridad de OGMs, así como su Reglamento, que se publicó tres años después.

En el mundo, la producción de cultivos biotecnológicos ha crecido 100 veces desde que empezó su utilización hace 16 años. En el caso de México, se registró un estancamiento ante la declaratoria de una moratoria. Actualmente, nuestro país ocupa el lugar 16 del ranking mundial, con 200,000 hectáreas dedicadas a la biotecnología, con soya y algodón.

Una vez que se levantó la moratoria que estableció el gobierno federal por más de una década (en el 2008 se eliminó), creció el interés de empresas como Dow AgroSciences, Monsanto, PHI México y Dupont Pioneer, quienes han solicitado diversos permisos, principalmente, para desarrollar tres productos: algodón, soya y maíz.

DOS DE TRES CULTIVOS EN ETAPA COMERCIAL

Después de que los industriales y el gobierno federal establecieron la ruta para dar salida a las solicitudes, ya hay avances significativos en dos de tres cultivos. El algodón y la soya se encuentran en etapa comercial; mientras que el maíz sigue en nivel experimental y piloto, fases indispensables antes de llegar a la comercial.

El algodón tardó 14 años para salir de la etapa experimental, convirtiéndose en el primer cultivo transgénico comercializado en México en agosto del 2010, a pesar de que 60% era transgénico y no se permitía su uso comercial.

El pasado mes de junio del 2012, la soya transgénica recibió la autorización para comercializarse, cuya etapa experimental de evaluación duró de 1998 al 2009, y el programa piloto, del 2010 al 2011. Así, podría sembrarse en una superficie potencial de 253,500 hectáreas en los estados de Campeche, Quintana Roo, Yucatán, Tamaulipas, San Luis Potosí, Veracruz y Chiapas. Sin embargo, cerca de 59 organizaciones en Campeche interpusieron un amparo para evitar su comercialización, por lo que se encuentra en proceso de resolución por el Poder Judicial, y hace unas semanas les fue otorgada una suspensión provisional.

¿Y EL MAÍZ?

Aún cuando el maíz, por ser centro de origen, no ha avanzado tan rápido como lo pide la industria, Jair A. Swarowsky, director de Negocios Latinoamérica Norte de DuPont Pioneer México, comentó: En los últimos tres años, se ha instrumentado el marco regulatorio en materia de bioseguridad, (por lo que) estamos próximos a la liberación comercial (de maíz); esperamos que se lleve a cabo este año .

De tal manera que México tiene el potencial para crecer en la comercialización de OGMs. Un ejemplo de esto es el permiso que DuPont Pioneer recibió a principios de este año para realizar pruebas piloto (precomercial) en el estado de Tamaulipas, lo que permitirá a los productores mejorar su productividad y ser competitivos en el ámbito mundial, utilizando las mejores herramientas disponibles para el control de plagas y el manejo de malezas .

Para Ariel Álvarez Morales, secretario Ejecutivo de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogem), México tiene la capacidad y no la hemos aprovechado. Podemos resolver problemas sociales. Hay que fomentar que los investigadores desarrollen nuestra tecnología, así se verán las ventajas económicas y se darán cuenta de que no es una tecnología que daña .

El Director de Negocios de DuPont Pioneer México agregó: Es posible reducir las importaciones de cerca de 10 millones de toneladas de maíz anual que realiza el país .

Además, el directivo recordó que debe considerarse que para satisfacer las necesidades de alimentación en el mundo, será necesario aumentar 70% la producción de alimentos, con lo que los OMGs pueden contribuir para lograr dicha meta.

Maíz, a la mitad

  • México es considerado el cuarto productor de maíz a nivel mundial y uno de los principales consumidores del mismo.
  • El maíz genéticamente modificado se comenzó a utilizar en 1996 en Estados Unidos. Actualmente, se siembra en 18 países del mundo, en una extensión total de casi 50 millones de hectáreas.
  • Nuestro país importa casi un tercio de la demanda interna de maíz tipo forrajero o agroindustrial (maíz amarillo) y aún no se cultiva de manera comercial.
  • Aunque la producción de maíz blanco cubre prácticamente la totalidad de la demanda nacional, el país es deficitario en maíz amarillo; específicamente, el grano amarillo tiene diversos usos, principalmente, pecuario, por lo cual se generan requerimientos de importación superiores a los 5 millones de toneladas en un promedio anual.

Soya, en la definición

  • La soya cultivada genéticamente modificada contribuye con casi la mitad del área actualmente sembrada con cultivos biotecnológicos en el mundo.
  • Son 11 los países que la producen en alrededor de 75.4 millones de hectáreas.
  • Desde hace varios años, EU, Brasil y Argentina son grandes productores de soya que incluso exportan a oriente.
  • En junio del 2012 se liberó la siembra comercial en México, la cual fue impugnada por diversas organizaciones.
  • En el país, uno de los principales riesgos a los que se enfrenta la agricultura es la siembra de semillas que no poseen la capacidad de producir un buen cultivo.

Algodón, el más avanzado

Con el algodón transgénico se espera:

  • La creación de 19,000 empleos adicionales.
  • Reducción del déficit de 66% a 15% en la producción (en el 2011 hubo un déficit de 44 por ciento).
  • Ingreso adicional al PIB del sector primario por 7,200 millones de pesos.
  • México puede ser autosuficiente en fibra de algodón, convirtiéndose en exportador de producto terminado al 2020.
  • La industria algodonera del país tiene un valor de 2,000 millones de pesos al año, impulsada por el uso de semillas genéticamente modificadas.
  • Durante el 2010 México rebasó las 500,000 toneladas de producción del cultivo, cifra récord para este producto.

pmartinez@eleconomista.com.mx

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