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STPRM, de pilar del régimen a sindicato impresentable
La organización sindical no está en condiciones para una relación con el gobierno actual que le permita preservar sus espacios de poder, dicen.
El Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) representó un pilar en torno la estrategia de construcción y mantenimiento del régimen priista, que evolucionó para adaptarse y sobrevivir a los gobiernos federales panistas, pero ahora no está en condiciones de articular una relación con el gobierno actual para mantener sus espacios de poder, plantean académicos.
En entrevista, el politólogo del Tecnológico de Monterrey Ciudad de México, Gustavo López Montiel, expuso que esa organización sindical fue fundamental, no sólo en torno a la estrategia de construcción del PRI, sino del Estado mexicano en los gobiernos priistas.
En su opinión, el peso político que tuvo ese sindicato se explica no sólo por el número de integrantes, sino por sus contribuciones económicas al partido.
Luego, cuando el PRI perdió la Presidencia ante el PAN, ya no le aportó al régimen votos, pero sí estabilidad. Por eso fue valioso para los gobiernos de los presidentes Vicente Fox y Felipe Calderón.
López Montiel mencionó que, en los últimos años, la disminución de la relevancia de Pemex como empresa (no del petróleo) en el contexto de los recursos que se aportaban al país, así como la corrupción en torno al sindicato, generó un cambio en la forma en que el sindicato influía en el escenario político nacional.
Por esa razón disminuyó su capacidad de incidir en el reparto de las candidaturas a puestos de elección popular en el PRI y prácticamente sólo le daban las necesarias para proteger a ciertos líderes sindicales.
El académico de la UNAM, Edgar Ortiz Arellano, manifestó que esa organización, como la mayoría de los sindicatos del país, ayudó al sistema político mexicano durante prácticamente todo el siglo XX y principios del XXI a mantener un sistema clientelar y de control respecto de los trabajadores del país. Hasta el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, tenía un peso político muy importante, por lo que representaba en términos económicos y por el gremio de empresa paraestatal tan importante que constituía. Eso explica que, durante años varios, integrantes de la dirigencia nacional del sindicato fueran postulados por el PRI a cargos de elección popular.
En ese sentido, opinó que ese gremio en particular es considerado un pilar fundamental del PRI y punto de referencia de la élite política.
Para el investigador de la Universidad Iberoamericana Puebla, Juan Luis Hernández Avendaño, el relevo en la dirigencia del sindicato de Pemex es simbólicamente muy poderoso, sobre todo porque aún en los gobiernos panistas siguió siendo útil y funcional.
Explicó que durante el priato, ese cacicazgo sindical sirvió principalmente en términos de control social y para evitar huelgas.
“Esta renuncia (la de Carlos Romero Deschamps a la Secretaría General del STPRM) debe entenderse como un primer paso en el desmoronamiento de una manera de tejer funcionalmente relaciones políticas entre los gobiernos y los sindicatos y sus cacicazgos”.
Dijo que estamos es ante pasos graduales, pero sostenidos para eliminar una manera de vehiculizar el control sociopolítico que en su momento fue útil para el PRI y para el PAN.