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Niegan permisos a terminal de almacenamiento

Riesgos ambientales y oposición de hoteleros marcaron la pauta para el rechazo del proyecto de combustibles.

Cancún, Qroo. La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) negó los permisos a la terminal de combustibles de 220 millones de dólares que pretendía construir la empresa Transfluid en Punta Venado (Playa del Carmen), luego de que se generara una férrea oposición al proyecto por parte de empresarios hoteleros y sociedad civil.

La Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del proyecto fue ingresada a la Semarnat el 13 de agosto de 2014 y proponía la construcción de una plataforma marítima para la recepción de combustibles, aprovechando la dársena que ya existe en Punta Venado, perteneciente a Calizas Industriales del Sureste (Calica).

La terminal de almacenamiento y reparto habría podido conservar 420,000 barriles de combustible en su capacidad máxima; dos tanques de 80,000 barriles cada uno de turbosina; dos tanques de 80,000 barriles cada uno de gasolina magna; un tanque de 30,000 barriles de gasolina Premium, y dos tanques de 30,000 barriles cada uno para diesel.

Proyecto peligroso

En reuniones públicas convocadas para el análisis del proyecto, ambientalistas, investigadores científicos y representantes del sector hotelero se pronunciaron en reiteradas ocasiones en contra de la terminal, por el riesgo evidente que suponía para el entorno el manejo de volúmenes enormes de combustible.

Mario Zaleta, representante del Centro Espeleológico del Mayab, dijo en diciembre pasado a este diario: Creemos que es un proyecto que trae inmenso peligro para el desarrollo que se ha hecho y los próximos a realizarse; tendría un impacto negativo en dos fases, primero, el proyecto está en un área de alto valor ecológico, que contraviene con la política de desarrollo sustentable que se ha hecho en los últimos años. Como ciudadanos estamos espantados que nos pongan un proyecto que nos pone en peligro en caso de incendio o derrames, aparte del daño al acuífero .

Ante la ola de críticas recibidas, la empresa promovente emitió varios comunicados en los que asegura que el proyecto contaba con todas las medidas de seguridad requeridas en las normas nacionales e internacionales aplicables al diseño, construcción y operación de terminales de combustibles.

Finalmente, la semana pasada, la Semarnat emitió su resolutivo final negando los permisos federales, aunque ya con anterioridad la dependencia había adelantado que se trataba de un proyecto con importantes riesgos ambientales.

jvazquez@eleconomista.com.mx

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