Las enseñanzas de las elecciones en el Reino Unido

Si yo estuviera jugando fútbol contra los Torys de Gran Bretaña, les pasaría la pelota, porque seguro que meterían un autogol.

Lo siento por el sarcasmo, y es malo golpearlos cuando están más vapuleados, pero entre el ex primer ministro David Cameron pidiendo un referéndum sobre el Brexit y quizás la próxima ex primer ministra Theresa May convocando a una elección rápida, sólo vamos a decir que hay margen para mejorar el juicio político de los partidos.

Las razones por las que los conservadores perdieron su mayoría parlamentaria son, como dicen los científicos políticos, sobredeterminadas , lo que significa que no hay arma de fuego. Pero uno que no debe ser ignorado fue destacado unas semanas antes de la votación por el muy sabio Torsten Bell, director de la Resolution Foundation, un think tank británico.

Bell señaló que los salarios semanales de los trabajadores cayeron desde mediados del 2009 a principios del 2015, y luego, después de crecer un poco entre el 2015 y el 2016, comenzaron a perder terreno nuevamente este año.

Bell luego anota (y recordemos que escribió esto antes de la elección, cuando May estaba dos dígitos en las encuestas): La historia nos enseña dos cosas: primero, que los primeros ministros normalmente no eligen elecciones en momentos como éste, y segundo que cuando una elección sucede de todos modos, el gobierno actual recibe una patada en lugar de lo que la mayoría de las encuestas actuales implican .

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Otros datos revelan una serie de desafíos económicos que enfrentan los trabajadores, los cuales nos son familiares aquí. De hecho, esta interesante nueva cifra de la

Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos muestra que la correlación negativa entre la disminución del empleo industrial y el aumento de la dispersión salarial regional es casi la misma en Gran Bretaña y Estados Unidos. Para desglosar eso un poco, nos está diciendo que entre más trabajos de fábrica se han perdido en el país, hay una mayor desigualdad­ de ingresos es entre las regiones del país. En pocas palabras, mientras que Londres, Nueva York y San Francisco son ciudades muy concurridas, muchas áreas no metropolitanas aún no han remplazado la cantidad y calidad de los empleos que han perdido en las últimas décadas.

O.K., dejemos de lado las correlaciones y volemos a 9000 metros. ¿Qué significa esto? ¿Por qué las elecciones y referendos importantes (como el Brexit) siguen sorprendiendo? ¿Por qué, en medio de un desempeño macroeconómico estable, y moderado (el PIB subió 2% en el último año en ambos países), un bajo desempleo (4.3% en EU, 4.6% en el Reino Unido), baja inflación y mercados financieros en auge hay tanta incertidumbre e inseguridad?

Ya he mencionado el problema de la desigualdad, que seguramente es parte de la respuesta, ya que implica que los macroindicadores globales son insuficientes. Cuando la gente me pregunta ¿cómo va la economía? , le respondo ¿de qué economía me preguntas? .

También hay dos grandes -izaciones en juego: la globalización y la polarización, y están relacionadas. El fracaso de las élites en ambos lados para reconocer y agresivamente tratar de contrarrestar las desventajas de la globalización han llevado a un empuje para la insularidad contra la integración global y una polarización que sigue generando ondas de choque político.

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Para ser claro, estoy firmemente en contra del proteccionismo, pero el hecho de que el debate siga reduciéndose esencialmente a: O estás a favor de un mayor comercio e inmigración o eres un proteccionista está en el centro del problema de la doble -ización . Irónicamente, no sólo los globalifóbicos están echando hacia atrás la globalización. Es la negativa de las élites a tolerar cualquier disidencia y así ayudar verdaderamente a aquellos que han sido heridos.

Lo que se necesita es una agenda política sólida para hacer frente a estos desafíos. Para algunos grupos, esto significa traer oportunidades de empleo amplias y remunerativas a los lugares rurales y para las ciudades pobres que carecen de ellos.

La hipótesis económica predominante ha sido durante mucho tiempo que los mercados lo harán, pero al menos en los Estados Unidos, hemos estado en pleno empleo sólo 30% del tiempo desde 1980, y hasta el día de hoy, incluso cuando nos acercamos al pleno empleo, hay lugares claramente rezagados en Estados Unidos y en el Reino Unido.

Otra lección temprana de la elección de la semana pasada es que los jóvenes se sienten particularmente alienados por lo que ofrece la política dominante. Detrás de los salarios y las pérdidas de beneficios, los altos costos de vivienda donde quieren vivir y, en Estados Unidos, el costo de la educación superior, es una fuerza política cada vez más importante.

Abordar estos temas no será fácil. No es obvio cómo se llevará la oportunidad a los lugares rezagados, estoy cada vez más convencido de que la creación directa de empleo debe ser parte de la respuesta y, aún más desafiante, nuestra política está en un estado realmente terrible.

Ahora es muy claro que la polarización política severa y sus sirvientes las noticias falsas, los falsos líderes populistas, y el vilipendio del otro es una táctica que sirve al objetivo conservador fundamental de reducir el gasto en los pobres para pagar los recortes de impuestos para los ricos, un objetivo diametralmente opuesto a corregir las fallas señaladas anteriormente.

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Es por eso que hice un gran alboroto sobre algo que sucedió la semana pasada que, en medio de todo el drama, te podrías haber perdido.

La mayoría de la legislatura republicana de Kansas anuló el veto de su gobernador y derogó una serie de recortes impositivos altamente regresivos que habían promulgado en el 2012, que se los vendieron los mismos arquitectos del plan de impuestos del presidente Donald Trump.

Como era de esperarse, los supuestos efectos de crecimiento mágico no llegaron nunca, pero el presupuesto del estado tuvo un gran éxito y comenzaron a recortar los servicios, sobre todo la educación, a los que la gente se preocupaba.

Me sorprendió especialmente esta cita de una mujer de Kansas que se describe como una republicana registrada que (...) nunca estuvo muy interesada en la política hasta que ella y sus padres en la escuela pública local empezaron a notar un cambio .

Los chicos en el cargo se niegan a arreglar esto, y vamos, la evidencia es clara , dijo. Realmente no me importa si es un demócrata o un republicano, sólo quiero alguien razonable .

Amén por eso. No puedo decir si esta simple intuición representa una grieta en la espesa armadura de la disfunción y la división. Pero hablando por mí y mis amigos del otro lado del continente, espero que sí.

Jared Bernstein fue el economista jefe del vicepresidente Joe Biden.