Nearshoring e interés de inversionistas extranjeros, la oportunidad para las Uniones de Crédito

En México, las Uniones de Crédito se mantienen firmes como actores importantes en el sistema financiero. Con 73 Uniones operando en 22 estados del país y activos conjuntos por 60,800 millones de pesos al cierre de mayo de 2023, el sector continúa demostrando su relevancia y capacidad de adaptación.

Según datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) correspondientes al cierre de 2022, más del 70% de los activos se concentra en 10 Uniones de Crédito. Esto es consistente con el panorama de otras instituciones financieras, donde 7 bancos de importancia sistémica de un total de 50 entidades acaparan una parte considerable del mercado.

A pesar de un entorno de altas tasas de interés que ha desacelerado la capacidad de demanda crediticia e incrementado los criterios de aprobación, la cartera total de las Uniones de Crédito experimentó una variación nominal positiva. El saldo de cartera registró un 97% de cumplimiento bajo un escenario base y el índice de morosidad se mantiene sano en general. Aunque algunas entidades reportan un índice de morosidad superior al deseado, su participación de mercado a nivel individual no representa un riesgo para el sector en su conjunto.

Proyecto ConUnión

En este contexto, El Economista tuvo la oportunidad de entrevistar a Benjamín Sacal, actual presidente del Consejo Mexicano de Uniones de Crédito (ConUnión), quien nos compartió los proyectos y desafíos que tiene el sector. Sacal destacó varios puntos clave en su agenda como presidente del gremio. En primer lugar, busca la consolidación de las Uniones de Crédito asociadas para fomentar una mayor presencia del sector en México. También se esfuerza por mantener una representatividad institucional adecuada ante las autoridades y asegurar que los cambios regulatorios no impacten negativamente al sector.

La cercanía y la comunicación con las Uniones agremiadas son otras prioridades para Benjamín Sacal, quien busca promover la unión, la cooperación y la coordinación entre todas las Uniones de Crédito. Además, se enfocará en atraer a más entidades al Consejo Mexicano de Uniones de Crédito y en ofrecer capacitación continua al sector sobre temas de vanguardia y cambios normativos.

Fuentes de financiamiento

En cuanto a la relación entre las Uniones de Crédito y la banca de desarrollo, actualmente el 40% de las Uniones reciben fondeo de estas instituciones, aunque en los últimos años ha habido una ligera disminución en los montos. El nuevo presidente de ConUnión destacó que están trabajando en conjunto para fomentar un regreso a niveles anteriores, ya que el sector de las Uniones de Crédito ha demostrado resiliencia y estabilidad a lo largo de los años.

Respecto a las fuentes de financiamiento más fuertes para las Uniones de Crédito, Benjamín Sacal mencionó que tienen la capacidad legal de recibir inversión a través de préstamos de sus propios socios. Esto les proporciona una mayor flexibilidad financiera en comparación con otros intermediarios financieros no bancarios.

Los préstamos de socios continúan siendo una fuente importante de fondeo, representando alrededor del 70% del total. Sin embargo, resaltó que como gremio, están trabajando para aumentar la confianza y promover un mayor porcentaje de financiamiento proveniente de la banca de desarrollo y otros actores financieros.

Desafíos

El presidente de ConUnión consideró que las preocupaciones del sector se enfocan en el otorgamiento de crédito ya que enfrenta desafíos debido a las condiciones del mercado, tanto por factores socio-políticos como por los indicadores financieros, como la inflación y las altas tasas de referencia.

Enfatizó que el gremio se enfrenta a una normatividad en constante cambio, lo que implica realizar modificaciones integrales y profundas en los sistemas, procesos, manuales y controles.

A pesar de estos desafíos, Sacal Gimbel destacó la fortaleza patrimonial del sector, con un índice de capitalización sólido que supera el 22 por ciento. “Esta solidez, junto con las estimaciones preventivas para riesgos crediticios, brinda a las Uniones de Crédito la capacidad suficiente para absorber pérdidas esperadas y no esperadas”, dijo.

En cuanto a las expectativas para el cierre de 2023, el directivo mencionó que las tasas de referencia, que han experimentado alzas para mitigar los incrementos inflacionarios, podrían comenzar a bajar hasta nivelar el mercado para finales de 2024. Sin embargo, también enfatizó la importancia de considerar los balances del país, las oportunidades de inversión en Nearshoring y el creciente interés de inversión extranjera que propician optimismo en la generación de negocios en México.

En relación con las estrategias de ciberseguridad y la implementación de tecnología, cada Unión de Crédito tiene sus propios sistemas y controles internos. Aquellas Uniones que tienen calificaciones crediticias suelen tener calificaciones promedio o por encima de la media, lo que demuestra la importancia de las plataformas de sistemas y la capacidad de generar reportes.

Como sector regulado, Sacal destacó que están obligados a invertir e implementar continuamente mejoras en sistemas para cumplir con las autoridades supervisoras.

Respecto a las fusiones y adquisiciones de Uniones de Crédito, mencionó que los cambios normativos, como el IFRS9 (Norma Internacional de Información Financiera), podrían llevar a algunas Uniones a considerar consolidaciones.

Sin embargo, enfatizó que el sector ha demostrado resiliencia a lo largo de décadas y una capacidad de adaptación a las condiciones del mercado. Si bien no descartó la posibilidad de fusiones o adquisiciones, no ve señales inmediatas de que estén en puerta en el sector de las UC.

El sector de las Uniones de Crédito en México muestra fortaleza y adaptabilidad en un entorno desafiante. Con proyectos de consolidación, fomento de la presencia del sector, búsqueda de representatividad y capacitación continua, las UC buscan mantener su posición y contribuir al desarrollo económico del país. A pesar de los desafíos actuales, se espera que el sector siga evolucionando y contribuyendo de manera significativa en el panorama financiero mexicano”, concluyó Benjamín Sacal, quien también es el director general de la Unión de Crédito El Águila.