Lectura 4:00 min
10 consejos financieros para diseñar la vida que quieres(parte 4 de 6)
En la tercera parte hablamos del fondo para emergencias y la importancia de salir de deudas. El siguiente consejo es:
6. Cuida tu reporte y tu score de crédito.
En México existe la creencia de que a la gente que no paga “la mandan a Buró”. Eso es completamente falso: todos los que tenemos o hemos tenido un crédito contamos con un historial crediticio que se puede consultar.
La diferencia está en lo que dice nuestro historial. Si somos personas que pagamos puntualmente y tenemos todo al corriente, entonces las instituciones financieras nos van a querer prestar y además muchas veces nos podrán dar condiciones preferenciales. Si nuestro historial es negativo, nos retrasamos constantemente o de plano hemos dejado de pagar, eso también queda reflejado y nos será muy difícil conseguir un nuevo crédito (y si nos lo dan, seguramente será más caro).
La buena noticia es que todos podemos consultar nuestro historial crediticio de forma gratuita una vez al año, en cualquiera de estas sociedades. También podemos consultar nuestro score, que es una calificación que ellos asignan con base en un algoritmo y que refleja no sólo nuestro comportamiento de pago, sino también qué tan endeudados estamos.
Hay personas que están al corriente y nunca han fallado un pago, pero que no tienen un score sobresaliente porque quizá deban mucho (en relación a su límite de crédito). Hay muchas variables que lo afectan (la fórmula es confidencial).
Pero además, en algunas empresas sobre todo financieras, ciertas posiciones que requieren acreditar solvencia económica y moral, suelen solicitar al empleado su reporte de crédito. En ocasiones, para rentar una vivienda, se hace una evaluación crediticia (con tu autorización).
Ciertos bancos aplican tasas de interés más bajas en créditos hipotecarios a personas con score sobresaliente.
En resumen: tener un buen historial y un score elevado te puede abrir muchas puertas. Lo contrario también es cierto.
7. Invierte con visión de largo plazo.
Te lo voy a dejar muy claro: ahorrar es una condición necesaria para construir patrimonio. Pero no es suficiente: tienes que saber también invertir.
En otras palabras, si no inviertes, ahorrar te sirve de muy poco, porque ese dinero no sólo no va a crecer, sino que va a perder su valor con el tiempo, gracias a la inflación. Por eso aprender a invertir es fundamental para lograr alcanzar la vida que quieres.
En este contexto, es muy importante entender que el patrimonio no se construye de un día para otro, sino en un horizonte muy largo de tiempo. Son muchos años en los que en la vida, en la economía y en los mercados financieros habrá momentos de vacas gordas y de vacas flacas, de expansión y de recesión, de fuertes subidas y de caídas drásticas. Así es como funciona el mundo.
Mucha gente, demasiada, aún cuando invierte a largo plazo, persigue resultados de corto plazo. Toman decisiones de inversión según el “entorno” o los “pronósticos”. Por ejemplo; en México hoy el dólar se cotiza a 17.31 pesos. Hay personas que consideran que a este nivel está muy barato y que subirá. Entonces los compran con la idea de venderlos en el futuro y realizar una ganancia.
Eso más que invertir, es especular, que es más parecido a apostar. Si le atinan, pueden ganar mucho, de lo contrario pueden también perder y siempre hay un costo de oportunidad.
Invertir con visión a largo plazo es construir un portafolio de inversión, que esté de acuerdo con nuestro horizonte de inversión y con nuestra tolerancia al riesgo. Esto último es importante, porque no todas las personas se sienten cómodas en momentos en los que hay fuerte volatilidad en los mercados financieros.
Afortunadamente, el riesgo siempre se puede controlar (además de que nuestra propia actitud hacia él va evolucionando a medida que vamos aprendiendo y adquiriendo experiencia). La idea es construir un portafolio de inversión de tal forma que, dado el riesgo que queremos asumir, pueda maximizar el rendimiento potencial.
En otras palabras: primero se controla el riesgo, luego se busca maximizar el rendimiento. No al revés.
Una vez que uno ha diseñado este portafolio, uno ahorra e invierte cada mes sin importar lo que está sucediendo en los mercados. La constancia, la disciplina y la visión de largo plazo son fundamentales para el logro de nuestros objetivos.
En la próxima entrega hablaremos sobre cómo comprar los seguros que necesitas, no necesariamente los que te venden.