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Opinión

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“2024 La salida”

En febrero del 2017, el candidato López Obrador escribió el libro 2018 La salida en donde definía la estrategia y los objetivos de su gobierno. Aun cuando todavía faltan dos años del sexenio, los resultados ya pueden anticiparse y están muy lejos de los que prometió.

Al final del libro, López Obrador señala: “Si triunfamos en el 2018 y llevamos a cabo los cambios que proponemos, a finales del sexenio, es decir en el 2024, habrá en la sociedad mexicana en su conjunto un nivel de bienestar y estado de ánimo completamente distinto. Esta nueva circunstancia de menos desempleo y pobreza será el fruto obtenido por la aplicación de una nueva política económica con desarrollo, seguridad y fortalecimiento de valores culturales, morales y espirituales”.

Agregaba, entre otras promesas: “Luego de crecer a una tasa promedio anual de 4% durante el sexenio, en el  2024 creceremos a 6 por ciento”. “A la mitad del sexenio alcanzaríamos la autosuficiencia en maíz y frijol y otro tanto ocurrirá con la carne de res, cerdo, aves y huevo y será considerablemente menos la importación de leche”.

“Nadie, por necesidad, para mitigar su hambre y pobreza se verá obligado a abandonar su tierra natal” y “Ningún mexicano padecerá hambre y nadie vivirá en la pobreza extrema, ni se quedará sin oportunidad de estudiar o sin asistencia médica y medicamentos”

“La delincuencia organizada estar acotada y en retirada y los índices delictivos serán 50% más bajos”.

Es cierto que la pandemia y la crisis por la guerra en Ucrania han afectado al país, pero el fracaso de su gobierno va mucho más allá de esas razones.

Su política económica de “regar abajo en lugar de arriba”, la descalificación y falta de apoyo a los empresarios han ahuyentado la inversión; como consecuencia ha paralizado el crecimiento económico y el empleo. La pobreza ha aumentado a pesar de los programas sociales y la inmigración hacia EU está en niveles sin precedente. La educación y la salud pública enfrentan una profunda crisis por caprichos del propio presidente. La militarización de la seguridad ha sido un fracaso y con la estrategia de “abrazos y no balazos”, los únicos que se mueven con libertad y seguridad son los delincuentes.

Está claro que este es un sexenio perdido, que dejará como principal herencia una difícil situación financiera en el gobierno por el costo de los programas sociales y para mantener funcionando el aeropuerto de Santa Lucía y el Tren Maya que se han podido financiar, en gran parte, por el uso de ahorros y fondos que se tenía de años anteriores y que ya no existen.

Es hora de pasar de la crítica a la propuesta y empezar a ver cómo podemos corregir el entuerto que nos va a dejar. El primer paso es ganar en el 2024 las elecciones, de lo contrario el hoyo que dejan va a profundizarse aún más, sobre todo, si ganan Claudia o Adán Augusto, que serían solo una mala copia de López Obrador.

Si queremos que sea “2024 La salida” y no el regreso al pasado, la primera condición es ganar la Presidencia y el Congreso y proponer un programa de desarrollo que sea un reto hacia el futuro y no aferrarnos a un pasado que durante 40 años tampoco logró el crecimiento económico necesario para crear los empleos y las oportunidades para reducir la pobreza que sigue enfrentando 50% de la población.

Ciudadano interesado en las soluciones para el país y la Ciudad de México. Político mexicano, ha sido diputado federal (1988-1991), senador (2000-2006) y jefe delegacional de Miguel Hidalgo (2009-2012)

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