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A menos de un mes, ¿cuatro años o más?
Dicen que toda crisis trae oportunidades, ¿de verdad las trae? La realidad es que a diferencia de las últimas seis crisis, ésta se marca por ser una crisis internacional dónde el cierre de fronteras es el primer golpe serio, así como el no tener reglas claras de inversión.
El inversionista va donde encuentra oportunidad, pero se queda en donde encuentra confianza y decisiones arraigadas a una encuesta donde opina 5% de la población no genera confianza, y si se vuelve el foco más preocupante de la economía interna.
Necesitamos reglas claras y permanentes, que no se cambien de un día para otro, que no sea un plebiscito simulando lo que al final determine si se puede invertir cuando se ha cumplido cabalmente con toda la regulación y los requerimientos.
Sí, hablamos de Constellation Brands, empresa que ahora, nos va demandar como país dentro de las reglas del T-MEC, lo cual es muy mala señal para el resto de los inversionistas.
Los más importante, que debería prevalecer al interior del gobierno federal, al mando de Andrés Manuel López Obrador, es apoyar a las personas, apoyar a los sectores económicos, necesitamos reactivar el consumo dando a las personas liquidez. Si bien la banca ofrece nuevos plazos para que prolonguen la obligación de cumplir con sus pagos de crédito, no será suficiente si el gobierno federal no hace su parte.
Se tiene que preservar el empleo, a toda costa. Sin apoyos, no se le puede pedir a una empresa que ya no tiene liquidez que siga pagando sueldos, porque si ya no tiene como hacerlo, va tener que cerrar.
Ayudar al empresario es ayudar a la actividad económica, al empleo, al consumo, que se le dé vida a la economía nacional
El año pasado el crecimiento fue cero. El sector de la construcción se vino para bajo, al igual que el sector automotriz, pero las explotaciones, el sector agropecuario subieron indudablemente. No toda la economía se comporta igual, pero necesitamos reactivar los grandes motores, la Inversión Fija Bruta en infraestructura, carreteras, puertos, aeropuertos, hospitales, todo eso es indispensable.
Es indispensable que se empiece a invertir, sobre todo, en el sector energético, necesitamos producir más eficientemente, y mayores cantidades de inversión para todo lo que es generación de energía. Pensamos en la economía como un conjunto, como un monolito y no lo es, hay distintos sectores que reaccionan de manera diferente, por ejemplo, en la construcción es la primera en pararse, y después de la recesión es la primera en salir, entonces, si echamos a andar inversión en infraestructura en Inversión Fija Bruta que tanto le hace falta al país, vamos a tener otra dinámica económica.
El tiempo apremia, todavía hoy, las reservas internacionales del Banco de México son muy buenas, no hay una inflación desbordada, no tenemos una deuda pública excesiva, tenemos un respeto del gobierno federal y del presidente de la República hacia la autonomía del Banxico, pero estamos en una recesión que promete una caída de por lo menos 5%, y cada punto representa un desempleo de 200,000 plazas, cierre de pymes, economía informal al alza, menos recaudación fiscal, y por lo menos de cinco a siete años su recuperación.
Crédito caro, y nuevamente una devaluación en el salario y la moneda mexicana. De ahí la pregunta si no valdrá la pena que el gobierno establezca reglas que permitan dar certeza jurídica, fiscal y legal, además de establecer estímulos para toda la cadena empresarial. No se trata de dividir, sino de sumar por la economía de un país. ¿Será posible? O viviremos una de las peores crisis en la historia sin tener herramientas que amortigüen la caída. No es de quién no hizo sino de lo que se puede hacer de ahora en adelante. Y hay mucho que se puede hacer.