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AMLO y Cuba: ¿Quiere jugar con Sansón a las patadas?
Vamos a partir del punto de que Andrés Manuel López Obrador sabe que no le puede imponer sus puntos de vista a Joe Biden. Entonces, ¿Por qué quiere jugar con Sansón a las patadas?
Cuba, Venezuela, y Nicaragua encarnan todo contra lo que Estados Unidos lucha. Son dictaduras que se han enquistado en la región. A lo que habrá que sumarle que el contexto global las vuelve de especial preocupación. Porque mientras la democracia se encuentra en su punto más bajo, con tan sólo el 6% de la población global viviendo bajo una democracia plena, las dictaduras se multiplican por el mundo y eso prende las alarmas.
De ahí el que estas naciones no hayan sido convocadas a la Cumbre de las Américas, que se llevará a acabo el próximo mes de junio en Los Ángeles, y que el amago del presidente mexicano de no ir a la Cumbre si no se invita a estos países, pudiera ser interpretado como un balazo a la democracia y un abrazo a las dictaduras.
México está mandando los mensajes equivocados al mundo y esto ocasionó la pronta visita del embajador estadounidense en México, Ken Salazar, a Palacio nacional. Seguramente para confirmar si lo ocurrido era en serio, o una broma de mal gusto.
¿Qué gana el presidente? ¿En verdad quiere jugar con Sansón a las patadas? ¿Es tanto su amor por Cuba, Venezuela y Nicaragua?
Podría haber mucho más detrás.
Desde la óptica nacional, la solidaridad con Cuba, Venezuela y Nicaragua sirve de cortina de humo y capital político.
Pocas cosas encienden el nacionalismo mexicano de la misma manera que lo hace la rebeldía a Estados Unidos y esto sirve de mucho mientras el país no pasa por su mejor momento. En abril la inflación registrada en México llegó al nivel más alto registrado en dos décadas, con un 7.68%, y nuestra economía pasó del lugar 15 al 17 en el ranking mundial. Además de que la violencia no cesa y esto se refleja tanto en el caso de Debanhi Escobar, los 11 periodistas asesinados en lo que va del año, y los homicidios dolosos que en marzo llegaron a su punto más alto.
En la óptica bilateral, esto se da en un marco de tensiones por la política energética, la diferencia de posiciones con respecto a Ucrania, y la migración. Por lo que no asistir, puede evitar la adquisición de un compromiso ante una declaración conjunta en alguno de estos temas.
Finalmente, en la óptica internacional esto sucede cuando los estragos de la pandemia y de la guerra en Ucrania, han obligado al mundo a pensar en nuevas realidades geopolíticas. Pudiendo comparar de manera paralela el hecho de que mientras Macron habla de la creación de una Unión Política Europea que se capaz de incluir a Ucrania sin tanta burocracia, AMLO habla en Cuba de una Unión Latinoamericana, similar a la Unión Europea. Con la diferencia de que de este lado del mundo, la economía y la geografía nos dice que solamente sería viable de manera política.
Esto último es importante, porque es la primera vez en mucho tiempo que tantos gobiernos populistas de izquierda coinciden en la región. Estamos hablando de 10 que podrían llegar a ser 12 a finales de año. Pudiendo las acciones de México también ser interpretadas como un preludio de lo que se le viene a Estados Unidos, en una región por la que no se ha interesado.
Las patadas con Sansón tienen fondo.
El último en salir, apague la luz.
Twitter: @HenaroStephanie