Buscar
Opinión

Lectura 4:00 min

Cómo erradicar la corrupción que más afecta a la ciudadanía

El Presidente Andrés Manuel López Obrador ha declarado que la corrupción es el problema más grave en México. La estrategia de comunicación que ha seguido entonces ha estado enfocada a visibilizar y denunciar diversos casos emblemáticos sobre presunta corrupción al más alto nivel de la estructura de gobierno. A pesar de que celebramos estas acciones, la realidad es que en el país aún falta mucho por hacer para prevenir, contener y erradicar episodios de corrupción o conflicto de interés.

Según la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental del INEGI, la percepción sobre la frecuencia de actos de corrupción en instituciones de gobierno sigue cercana al 90%. Adicionalmente, entre 2017 y 2019, las víctimas de actos de corrupción en la prestación de servicios básicos crecieron en 7.5%. Desafortunadamente, la experiencia sobre actos de corrupción está ligada con la seguridad pública, los trámites para obtener licencias o permisos y las averiguaciones previas en un Ministerio Público. Ante esto, si se quiere erradicar la corrupción, hacen falta estrategias para atacar la que afecta directamente a la ciudadanía.

La tecnología puede ayudar en este respecto. Existen diversas herramientas tecnológicas que pueden ser útiles en el monitoreo y control de las actividades gubernamentales más viciadas o propensas a los actos de corrupción, como las reportadas por el INEGI. Una estrategia integral contra la corrupción debería contemplar mecanismos para su prevención.

Si bien los actos mencionados son atribuibles en su mayoría a autoridades locales, no puede dejar de considerarse que es necesario buscar propuestas a escala nacional para ello. Sin dejar de lado otros planteamientos, la inclusión de otras tecnologías, el desarrollo de procedimientos legislativos o la interacción con otros mecanismos, podrían utilizarse códigos QR, Blockchain o contratos inteligentes para controlar y monitorear las actividades en mención. Una primera propuesta es el uso de códigos QR para la identificación de elementos de seguridad pública. Con ello podría darse certidumbre y confianza a la ciudadanía sobre los actos de seguridad pública o tránsito, identificar la identidad de los funcionarios y conocer sus atribuciones, para así contar con la información completa que permita evitar cualquier abuso.

Respecto a los trámites y servicios, así como compras gubernamentales, una segunda propuesta es su digitalización, con la implementación de contratos inteligentes, los cuales permitirían dar mayor certidumbre, trazabilidad y transparencia a la ciudadanía y empresas sobre sus trámites y servicios, de una manera equitativa, honesta y eficiente. Finalmente, el uso de la tecnología Blockchain podría utilizarse para las averiguaciones previas. Ésta permitiría dar seguimiento a las mismas, sin comprometer la investigación, ni a los implicados, así como evitar cualquier manipulación a los expedientes.

El uso de tecnologías disruptivas para resolver problemas públicos es fundamental hoy día. Si en verdad se quiere erradicar la corrupción y el conflicto de interés en actividades gubernamentales en México, es necesario contar con herramientas de control y seguimiento para ello. Es cierto que es importante barrer las escaleras de arriba hacia abajo, pero es más cierto que, la corrupción que le afecta cotidianamente a la ciudadanía es la que se encuentra abajo. Cualquier estrategia que pretenda ser exitosa, requiere utilizar propuestas que también limpien desde abajo y la tecnología puede ser la solución.

Pedro Lichtle es consultor en estrategia e innovación.

Twitter: @pedrolichtle

Temas relacionados

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros Newslettersregístrate aquí

Noticias Recomendadas

Suscríbete