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Opinión

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Detrás del rebote económico

La semana pasada se publicaron las cifras preliminares de crecimiento del PIB del segundo trimestre en México y Estados Unidos. Las cifras en ambos países confirmaron un rebote en la actividad económica pero con algunas diferencias a destacar.

En el caso de Estados Unidos, el PIB del segundo trimestre creció 6.5 por ciento. Dicha cifra estuvo por debajo de las expectativas de mercado que se ubicaban en 8.5 por ciento. Aunque el ritmo de crecimiento fue similar a 6.3% del primer trimestre de este año, la mayoría de los especialistas esperaba una aceleración debido al avance en el plan de vacunación y la reapertura de actividades.

Aunque los analistas atinaron a la fuerte recuperación del consumo, la sorpresa negativa vino por el lado de la inversión privada, el gasto de gobierno y el cambio de inventarios. En el caso de los inventarios, los problemas en las cadenas de suministro a nivel global contribuyeron a una desacumulación de inventarios que implicó un impacto negativo de 1.1% en las cifras del PIB.

Por el lado positivo, las principales contribuciones al crecimiento se dieron en el frente del consumo privado, que creció 11.8% con respecto al primer trimestre. El consumo de bienes moderó su crecimiento con respecto al primer trimestre pero se mantuvo en un robusto 11.6% mientras que la demanda por servicios registró un fuerte repunte de 12% después de haber crecido apenas 3.9% en el primer trimestre del año.

El consumo fue impulsado por un fuerte incremento en los niveles de confianza del consumidor derivado de la recuperación en el mercado laboral y los salarios reales, combinada con la permanencia de los estímulos fiscales.

Vale la pena aclarar que la cifra de crecimiento del PIB de 6.5% publicada el Bureau of Economic Analysis, así como todas las cifras mencionadas en el párrafo anterior, miden el desempeño del PIB y sus componentes en el segundo trimestre de este año contra el primer trimestre en términos anualizados (es decir, el crecimiento trimestral se multiplica por un factor de aproximadamente 4x).

Esto implica que el crecimiento trimestral del PIB contra el primer trimestre de este año, sin anualizar, fue de 1.6% mientras que la comparación contra el segundo trimestre del año pasado arroja un crecimiento de 12.2% (hay que recordar que en el segundo trimestre del año pasado el PIB se contrajo 9.1% vs el segundo trimestre de 2019).

Aunque las cifras del segundo trimestre estuvieron por debajo de lo esperado, el PIB de Estados Unidos superó su nivel pre pandemia durante este trimestre y se enfila a un crecimiento para el 2021 superior a 6% después de haberse contraído 3.4% en el 2020.

En el caso de México, el Inegi publicó un crecimiento trimestral de 1.5% con respecto al primer trimestre de este año, el cual se ubicó por debajo del consenso de mercado de 1.8 por ciento.

Aunque esta cifra es comparable con el crecimiento de 1.6% en Estados Unidos, el PIB de México al cierre del segundo trimestre se encuentra casi 3% por debajo de su nivel pre pandemia. Aunque la economía mexicana podría crecer 6% este año, este crecimiento se da después de contracciones de 0.1% en el 2019 y 8.5% en el 2020.

Si las expectativas de mercado se cumplen, la economía mexicana podría alcanzar su nivel pre pandemia para mediados del 2023. Sin embargo, esta meta podría estar en riesgo como consecuencia de la propagación de la variante Delta y el consecuente repunte en la crisis sanitaria.

Aunque el ritmo de vacunación en nuestro país se está acelerando y el gobierno ha dicho que no habrá nuevas medidas de confinamiento, la evolución del virus en México y el resto del mundo podría contribuir a una desaceleración.

joaquinld@eleconomista.mx

Joaquín López-Dóriga Ostolaza es Socio Director de EP Capital, S.C., una consultoría especializada en fusiones y adquisiciones fundada en 2009.

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