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Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia
El pasado día 11 de febrero se celebró el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Ello se deriva de una de resolución de la Asamblea de las Naciones Unidas, que estableció ese día para reconocer el papel fundamental que desempeñan y deben desempeñar las mujeres y las niñas en los campos de la ciencia y la tecnología, así como para destacar la importancia de promover la equidad de acceso y de participación de género en estas áreas de conocimiento.
Lo anterior se inscribe en los retos de la Agenda de Desarrollo Sostenible establecidos por las Naciones Unidas, reconociendo no sólo la necesidad de establecer un sistema de mayor equidad, sino por la enorme relevancia económica que tiene ampliar el acceso de las mujeres y las niñas, primero a la educación en estas ramas del conocimiento y, posteriormente, en su incorporación en el mercado laboral.
De acuerdo con el secretario general de las Naciones Unidas, la brecha de participación de las mujeres en los sectores de ciencia tecnología ingeniería y matemáticas (STEM), aun cuando se ha reducido, se mantiene en niveles insostenibles e inaceptables.
Los datos existentes muestran que menos de 30% de los investigadores a nivel mundial son mujeres y sólo alrededor de 30% de las mujeres estudiantes dirigen sus estudios hacia estas ramas del conocimiento. Destaca el bajo nivel de participación en los campos relacionados con tecnologías de información y comunicación, en los que apenas se da 3% de participación de las mujeres a nivel mundial.
Conforme a los resultados de diversas investigaciones, el incremento de las mujeres en la fuerza laboral genera un efecto positivo del crecimiento económico. Si los países de la OCDE lograran incrementar la participación del empleo de mujeres a los niveles que hoy tiene Suecia, el Producto Interno Bruto de la región se incrementaría en 6 trillones de dólares; mientras que la diferencia salarial que afecta a las mujeres puede representar un costo para la economía mundial de cerca de 15% del Producto Interno Bruto.
Un porcentaje significativo de la brecha salarial se explica por el hecho la baja participación de las mujeres en los sectores de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas que hoy, a la luz del desarrollo tecnológico mundial, representan en muchos países los sectores con salarios más elevados.
Incluso en la parte académica, si bien es visible un crecimiento de la participación de las mujeres como investigadoras, aún es menos de un tercio de éstas (apenas 10% del total), las que ocupan posiciones académicas superiores en sus centros de investigación.
Para México, incrementar la participación de las mujeres en las áreas de conocimiento científico, tecnológico, en ingeniería y matemáticas, implica el reto de fortalecer la promoción y educación vocacional en etapas tempranas de educación, para romper las barreras que culturalmente y objetivamente alejan las mujeres de esas áreas de conocimiento, incluso desde el seno de sus familias. Implica también la necesidad de fortalecer la capacidad de incorporación de las mujeres en los centros de educación superior y romper factores de discriminación, explícita o implícita, que les impiden acceder a más posiciones (o a niveles superiores) en lo académico o en el mercado laboral del sector privado; lo cual permitirá aprovechar sus capacidades para lograr un impulso al desarrollo económico sostenible para nuestro país y el mundo.
Y para aquellos que opinan que ello implica dar ventajas a las mujeres, desechar a hombres con más méritos o facilitar el camino a las mujeres, platiquen con sus hijas o hermanas para que conozcan qué piensan de su opinión. Y para los que creen que las mujeres ya tienen las mismas oportunidades que los hombres, felicidades por vivir en Islandia.