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Opinión

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El gasto de Dos Bocas alcanza para comprar Ecopetrol

Hace medio año, antes de que Gustavo Petro ganara la primera ronda de la elección presidencial en Colombia, Ecopetrol valía unos 40 mil millones de dólares. El gobierno mexicano seguía prometiendo que la refinería de Dos Bocas estaba costando, e iba a terminar de costar, el equivalente al 20% de la capitalización de mercado de Ecopetrol.

Un quinto de Ecopetrol, ya prorrateado, representa unos 130 mil barriles diarios de producción petrolera, 340 millones de barriles de reservas, 80 mil barriles diarios de capacidad de refinación, 100 mil kilotoneladas de capacidad de producción petroquímica por año, 1,800 kilómetros de ductos, 260 MW de capacidad de generación de electricidad, 9 mil kilómetros de red de transmisión eléctrica y 10 mil kilómetros de red de fibra óptica. Más allá de la lista de activos, aunque lastime nuestro orgullo nacionalista, hay que reconocer que Ecopetrol -- en pleno contraste con Pemex -- consistentemente reporta utilidades y es internacionalmente reconocida como líder en temas ESG. Sus inversionistas (incluyendo en equity) confían en ella sin estarle apostando todo el tiempo al rescate soberano.

Cuando llegue a funcionar, Dos Bocas en toda su gloria aporta una capacidad de refinación de 340 mil barriles diarios. A menos que se desagregue en números de equipos, edificios, comedores, metros de tubo y kilos de varilla, eso es todo.

Ya desde ahí, el desbalance entre las alternativas era preocupante. Hoy, es francamente absurdo. Con Petro como presidente, el valor de la petrolera colombiana se ha desplomado: apenas supera los 20 mil millones de dólares. En México, los gastos de la refinería siguen multiplicándose. De acuerdo con Bloomberg y El Universal, ya rondan los 18 y 20 mil millones de dólares. El costo de Dos Bocas ya está a tiro de piedra del valor de Ecopetrol.

Esto significa que el gobierno mexicano no sólo forzó a los contribuyentes mexicanos a regalarle a Pemex 20 mil millones de dólares. También prefirió ‘invertir’ lo que alcanzaba para una petrolera completa -- con más capacidad de refinación que Dos Bocas y una producción petrolera comparable en volumen a la de Ku Maloob Zaap, la actual joya de la corona mexicana -- en una sola refinería.

Aun haciendo a un lado el efecto Petro para este análisis, el costo de oportunidad de Dos Bocas es monumental. Francisco Monaldi, director del programa latinoamericano de energía del Baker Institute, recientemente calculó que 18 mil millones de dólares, usando el costo reportado de la adquisición de Deer Park como referencia, hubieran sido suficientes para comprar el 100 por ciento de toda la capacidad de refinación de la costa del golfo de Texas, de todas las empresas que tienen presencia ahí. Estamos hablando de una capacidad conjunta 15 veces más grande que la de Dos Bocas. Con el mismo dinero, Pemex podría haberse convertido en la empresa refinadora dominante de todo el continente.

Pero estamos donde estamos. Aunque el presidente de Colombia desprecia el petróleo, 88 por ciento de Ecopetrol es del gobierno colombiano. Aunque los tejanos proclaman su amor por la energía, solo algunas refinerías tejanas son propiedad (en muchos casos, parcialmente) de algunos tejanos. Me gustaría pensar que los mexicanos no estamos obsesionados con ni enamorados de las gasolinas. Pero, aquí sí, el 100 por ciento de los costos de Dos Bocas son nuestros.

@pzarater

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