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En busca del tesoro perdido
El índice de Confianza Empresarial hace referencia a las expectativas que tienen los empresarios de la situación económica futura del país o del entorno en donde realizan sus negocios, por definición, el empresario confía en el libre mercado y en que sus inversiones asegurarán buenos rendimientos. Son varios organismos independientes que la miden, distintas metodologías, pero finalmente expresa la confianza de los empresarios.
Es función primordial del gobierno, en todos sus niveles, el otorgar las condiciones para que la inversión privada cuente con el optimismo empresarial necesario; no hay forma de conseguir bienestar ni desarrollo sin tener crecimiento y para que exista crecimiento, se requiere de inversión y productividad, por supuesto, con condiciones de certidumbre. Ahí reside la fórmula virtuosa para mejorar el impulso y la reactivación de nuestra economía.
Por ello, es fundamental que las autoridades construyan un entorno de confianza y estabilidad para todos los empresarios.
Con la cancelación del nuevo aeropuerto de Texcoco y la reciente consulta popular convocada por el gobierno federal para decidir la continuidad de la inversión y la futura operación de la empresa Constellation Brands en Baja California, por su significado intrínseco y como precedente, violenta una de las mayores inversiones extranjeras en nuestro país. Son dos cosas muy diferentes tomar decisiones unilaterales en inversión pública a inversión privada.
Medios tan influyentes y de referencia para líderes tomadores de decisiones a nivel mundial, calificaron el hecho como un “duro golpe a la confianza en la inversión” en México.
Existe una total descoordinación entre el decir y el actuar de este gobierno federal, hace unos cuantos días mencionaba el presidente en la Convención Bancaria que “hay condiciones inmejorables para crecer”, y días después, procede a la consulta en plena pandemia y a validar los resultados de la misma.
La crisis económica apenas se avecina y con un claro deterioro y pérdida de la confianza empresarial, será imposible salir rápido de la misma; nos preguntamos dónde está el jefe de la Oficina de Presidencia; la secretaria de Economía; la secretaria de Gobernación, ellos debieron alertar al presidente de las graves consecuencias.
Mejorar la confianza empresarial será pieza clave para revertir la perspectiva Negativa de la economía mexicana, para ello desde la Coparmex, se han propuesto tres acciones concretas:
Primero, dejar de lado la retórica pública que tiende a la polarización y que va usualmente en contra de las empresas y organizaciones sociales. Sin duda, este discurso divisorio genera incertidumbre y preocupación.
Segundo, dejar de lado el terrorismo fiscal, ya que no es el camino. Es importante que se dejen las amenazas de posibles investigaciones fiscales ya que utilizarlas de forma recurrente paraliza la inversión. Los esfuerzos de fiscalización deben de enfocarse en promover la formalidad para aumentar el número de contribuyentes, esa es la fórmula para aumentar la recaudación.
Tercero, respetar a cabalidad las normas, las leyes y los contratos. Atentar en contra del cumplimiento de estos contratos ha debilitado nuestra credibilidad a nivel internacional.
Hoy más que nunca requerimos señales claras del gobierno para apostar por el crecimiento y la confianza empresarial.
*Empresario y presidente Nacional de la Comisión de Negocios y Financiamiento de la Coparmex.
Twitter @elrulovilla