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¿Guerra sucia en La Laguna?
En la extensión del fenómeno Nuevo León —que convirtió a Samuel García y Luis Donaldo Colosio en las principales figuras de la política en Nuevo León—, Movimiento Ciudadano apostó por otro abogado expriista para posicionarse en Durango, donde el bipartidismo PAN-PRI solo admitía esporádicas interrupciones de la izquierda, a veces perredista, a veces petista, a veces ucedeísta.
Justo hace un año, el joven abogado Martín Vivanco –exfuncionario del Infonavit y exintegrante del Servicio Exterior— renunció al PRI para competir, cobijado por el partido naranja, a la diputación del distrito IV federal, en la capital de aquella entidad. Su primer spot fue a ritmo de pasito duranguense, con Yuawi López como comparsa y un slogan indeciso: “estamos listos y preparados para sacar a los corruptos”.
La segunda ola morenista –nunca el Tsunami del 2018—ubicó al partido guinda como la primera fuerza electoral en Durango, pero sobre todo debilitó a la coalición PRI-PAN-PRD. Vivanco no pudo llegar a San Lázaro –fue candidato “de doble vía”, pero los votos de MC en la Circunscripción no alcanzaron para darle su pluri— pero tampoco regresó a la CDMX. Aceptó quedarse como coordinador estatal y seguir en busca del voto swinger, como candidato a la alcaldía que actualmente gobierna el panista Jorge Salum.
Hace tres semanas inició la campaña. Y MC se lanzó contra el abanderado de la coalición Juntos Haremos Historia, el senador con licencia Alejandro Gonzalo Yáñez. “Tiene más de treinta años viviendo de la política y no ha hecho nada por Durango”.
Entre el contraste y la calumnia, las campañas en Durango, donde se elegirán los 39 alcaldes y la gubernatura. La capital y los municipios de La Laguna son los territorios más disputados, en particular Gómez Palacio, municipio que la abanderada morenista, Marina Vitela, gobernaba hasta hace tres meses.
Va por Durango buscará recuperar ese bastión, con la exalcaldesa priista Juana Leticia Herrera Ale. Morena y sus aliados buscan consolidar la victoria de junio del 2021 y expulsar a los aliancistas de la entidad.
La batalla por la Laguna podría ser decisiva. Y por lo mismo, los operadores morenistas valoran echar mano de lo que denominaron el expediente Herrera Ale, donde se documenta su tardía carrera política, pero sobre todo sus vínculos empresariales.
Y es que en las últimas dos décadas, la abanderada aliancista simultáneamente desarrolló una boyante actividad empresarial, adyacente al negocio familiar: Chilchota, la segunda fábrica de quesos y productos lácteos más grande de la región Lagunera.
Con su padre y su hermano, Ernesto, la exlegisladora priista es socia de una aerolínea ejecutiva que entre su flota cuenta con un Boeing 737-84P, valuado en 108 millones de dólares. Y con su esposo, el ingeniero agrónomo Arturo Arcadio Lozano Sada, tiene media docenas de negocios, principalmente en el ramo inmobiliario. Lozano y Herrera eran los dueños del hotel Villa Jardín, en la vecina Ciudad Lerdo, y de Servicio Especializado de Comedores Industriales, una firma dedicada “a la obtención y/o otorgamiento de concesiones para restaurantes, bares, discotecas y centros nocturnos”.
El documento contiene información detallada sobre los vínculos laborales y corporativos de Herrera Ale, sus padres, su esposo y sus hijas.
A tres semanas del arranque de las campañas, la cúpula morenista ya tiene una dimensión exacta del descalabro en el primer debate. Y más que corregir la estrategia, la candidata Marina Vitela decidió separar de su cuarto de guerra a Yago de Marta y Xavi Domínguez, quienes hicieron mancuerna para su entrenamiento y las líneas discursivas de la primera etapa de la contienda.
Por lo pronto, el consultor político Jorge Iván Domínguez se quedó sin sus principales operadores y supeditado a la estrategia diseñada por desde la Ciudad de México en el despacho Heurística, de Iván Silva Yanome, quien envió al consultor Aleix Sanmartin —especializado en “la construcción y difusión de mensajes de alta precisión”— a trabajar en territorio duranguense.