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Opinión

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Inflación mundial

En todo el mundo la inflación está alcanzando niveles altos. Consecuentemente emergen los desequilibrios. En Estados Unidos la inflación de 7.9% en febrero pasado fue la más alta de los últimos 40 años. En la Unión Europea de 6.2% y en México de 7.4% también en febrero y no fue mayor debido a la contención interna de los precios en los energéticos y la luz.

La inflación actual tiene su explicación en el Covid-19, en las afectaciones en las cadenas tecnológicas mundiales, en la elevación de los costos de transporte y de manera relevante la invasión de Rusia a Ucrania, que condujo a la actual guerra económica y financiera.

Por el conjunto de sanciones que los aliados de occidente han aplicado a Rusia, este país ha prohibido la exportación hacia EU y la Unión Europea de cereales como trigo, maíz y cebada, así como azúcar. Estos alimentos los está utilizando Rusia para su consumo interno y para exportar a China, que con ello está proporcionando un salvavidas económico a Rusia.

La guerra, estima la FAO, ha provocado un alza de 22% en el precio de los alimentos. Deriva de que Rusia y Ucrania son los mayores proveedores mundiales de trigo, cebada, maíz y aceite de girasol. También Rusia es la principal proveedora mundial de fertilizantes. La FAO fórmula cuatro recomendaciones: 1) Mantener abierto el comercio mundial de alimentos y fertilizantes; 2) Buscar nuevos y más diversos proveedores de estos bienes; 3)  Apoyar a los grupos vulnerables, incluidos los desplazados internos, y 4) Reforzar la transparencia del mercado.

En forma lateral, para los bancos centrales vencer la inflación es el objetivo prioritario, base de una macroeconomía estable y una microeconomía competitiva. Por esta razón el Banco Central Europeo dejará de inyectar dinero en este verano como política antinflacionaria. Y el Banco de Inglaterra, el Banco Central de Canadá y la Reserva Federal de EU han definido una política de elevación de las tasas de interés para iguales propósitos.

Socialmente el aumento de la inflación mundial refuerza la desigualdad dentro de los países, lo que plantea a los gobiernos realizar ajustes a sus políticas sociales.

Para los países en desarrollo la afectación de la inflación se ha dado en las importaciones, inevitable dada la globalización e interdependencia económica. Estos países acudieron con menor intensidad a los estímulos fiscales y financieros en respuesta al Covid-19 lo que significó menores presiones inflacionarias pero mayor pandemia.

La inflación mundial se vio retroalimentada con el aumento de 77% en el precio del petróleo en enero de este año, aunque la semana pasada se ubicó debajo del piso de 100 dólares el barril, debido a la participación de Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos.

El Fondo Monetario Internacional estima que las secuelas de la pandemia podrían prolongarse hasta el 2024. También advierte que las naciones pobres serán las más afectadas por el crecimiento de los precios de los alimentos. Se confirma con el hecho de que mientras en los países desarrollados los costos de los alimentos en promedio representan 17% del gasto del consumidor, en África es de 40 por ciento.

smota@eleconomista.com.mx

Escritor y licenciado en economía, egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México. De 1984 a 1990 fue embajador de México ante el Reino de Dinamarca, donde se le condecoró con la orden Dannebrog.

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