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Informe Trimestral de Inflación
La semana pasada, Banco de México (Banxico) dio a conocer el Informe Trimestral de Inflación correspondiente al cuarto trimestre del año pasado.
La publicación resalta la complejidad e incertidumbre del entorno económico tanto a nivel internacional como doméstico. Dentro de estos retos, Banxico identifica la desaceleración en el ritmo de crecimiento de la actividad económica y una elevada y persistente inflación.
Aunque estas tendencias se manifiestan a nivel global, la dinámica en nuestro país parece presentar un reto aún más complicado.
En concreto, Banxico apunta al menor dinamismo observado en el cuarto trimestre del año pasado y la estimación de una mayor desaceleración para este año y el que sigue.
Reconociendo esta situación, Banxico revisó a la baja su estimado de crecimiento puntual para el PIB del 2023 (de 1.8 a 1.6%) y del 2024 (de 2.1 a 1.8%) e identificó un balance de riesgos sesgado a la baja.
Dentro de los principales riesgos a la baja identificados por Banxico se encuentran: (I) una menor demanda externa; (II) condiciones financieras más astringentes y/o episodios de volatilidad en los mercados financieros; (III) una afectación mayor a las cadenas de suministro; (IV) que la recuperación del gasto en inversión sea menor a lo esperado o insuficiente para apoyar el proceso de reactivación de la economía y el crecimiento de largo plazo.
A pesar de la revisión a la baja, el pronóstico de Banxico sigue siendo muy inferior al estimado de 3% usado por la SHCP en los Criterios Generales de Política Económica.
No obstante, los estimados de Banxico todavía están por arriba del consenso de expectativas de especialistas del sector privado reflejado en la encuesta más reciente de Citibanamex. En dicha encuesta, el estimado de crecimiento del PIB para el 2023 y 2024 se ubica en 1.1 y 2.0 por ciento.
En cuanto a la inflación, el Informe Trimestral incluye una nueva revisión al alza para todo el horizonte de pronóstico como consecuencia de la resistencia a la baja en los indicadores de inflación en lo que va del año. En el caso del 2023, el pronóstico de inflación general se incrementó de 4.1 a 4.9% y el de la subyacente de 4.1 a 5.0 por ciento.
No obstante, Banxico mantiene que la inflación, tanto general como subyacente, convergerán hacia la meta de 3% (3.1% para ser precisos) hacia finales del 2024. Estos pronósticos de inflación son idénticos a los publicados en la última decisión de política monetaria de Banxico el 9 de febrero.
Dentro de los riesgos al alza para la inflación, destacamos los siguientes: (I) nuevas presiones al alza sobre los precios internacionales de alimentos y energéticos; (II) presiones por mayores costos que pudieran traspasarse a los precios al consumidor; y (III) episodios de depreciación cambiara. Este último punto es importante ya que la inflación se ha mantenido persistentemente alta a pesar de la fortaleza del tipo de cambio, lo cual ha amortiguado el impacto inflacionario de los precios de bienes importados.
Adicionalmente, Banxico destacó que a pesar de que la inflación ha bajado menos de lo anticipado, la política monetaria ha sido clave para mantener las expectativas de inflación de mediano y largo plazos bien ancladas.
No obstante, México sigue enfrentando un entorno desafiante tanto para la actividad económica como para la inflación y la postura monetaria restrictiva se mantiene como un requisito indispensable para contribuir a la solidez de los fundamentos macroeconómicos.
En conclusión, los riesgos se mantienen sesgados al alza para la inflación y a la baja para el crecimiento. No obstante, Banxico seguirá enfocado en adoptar una política monetaria acorde con su mandato único de procurar la estabilidad de precios mediante el combate a la inflación.
Aunque Banxico podría comenzar a moderar el ciclo de alzas en su siguiente reunión, la tasa máxima para este ciclo podría superar el nivel de 11.5% esperado por el consenso de analistas.