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Opinión

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La crisis energética global no se resuelve con el Gas Bienestar

Foto: Cuartoscuro

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Si vemos que los precios del gas LP han subido más de 10% en dos meses y que los dólares están arriba de 20.30 pesos no hay que distraernos con el penacho de Moctezuma y las ceremonias de perdón histórico, hay que ver que estamos en medio de una crisis global de energéticos que hay que entender bien para no seguir tomando decisiones equivocadas.

El aumento de los precios de energéticos como el petróleo, el propio gas derivado (LP), las gasolinas, el gas natural o hasta el carbón responden a un aumento en la demanda global que no alcanza a cubrir la oferta y que no se solucionan con el Gas Bienestar.

Al contrario, ese intervencionismo en el mercado acaba por generar más distorsiones. Quizá vender unos cuantos cilindros de gas subsidiado en Iztapalapa tenga un impacto mínimo en las finanzas públicas, pero imponer un control de precios al resto del mercado acabará por causar más problemas.

El tipo de cambio sube a la par de los precios de los energéticos, pero también el peso resiente los estragos de la falta de suministros para la manufactura global e incluso los problemas logísticos de transporte de carga a nivel mundial.

Y al final todo se traduce en turbulencias financieras, en medio de temores inflacionarios, que presionan las tasas de interés y que provocan caídas bursátiles como la de ayer.

Lo mejor que podemos hacer es entender que este es un escenario global que rebasa los buenos deseos de la política local de la 4T.

Pero, con todo y que el epicentro está en esta ocasión fuera de nuestras fronteras hay que entender que sí hay consecuencias locales. Por ejemplo, en el precio de las acciones y en los índices bursátiles que las agrupan.

Además, hay que atender a las consecuencias en el bolsillo. De hecho, ya hemos visto que con todo y precios controlados en dos meses se ha incrementado lo que tenemos que pagar por el gas LP en más de 10%, el gas natural tuvo un brinco en un solo día de15%, los precios de las gasolinas no dejan de subir y el dólar, para los que tengan que usar esa divisa, hoy está 2% más cara que hace una semana.

La realidad es que estamos en un terreno desconocido después del parón económico global por la pandemia. La recuperación ha sido tan dispar como la disponibilidad mundial de vacunas, los cuellos de botella aparecen como obstáculos y las presiones inflacionarias siguen como parte de un debate entre los que ven aumentos sostenidos de largo plazo y los que creen que están ya por cesar.

México es un pasajero de esta volatilidad y no se va a solucionar la crisis global de los precios de los energéticos con el Gas Bienestar.

Si el propio gobierno federal no entiende y asume que el peso se deprecia y que los energéticos suben por factores que no están a su alcance, puede seguir tomando medidas populistas que afecten más las finanzas públicas.

Consecuencias en el bolsillo

Sin control

Con todo y precios controlados en dos meses el gas LP ha aumentado 10 por ciento.

Se dispara

El gas natural tuvo un brinco en un sólo día de15 por ciento.

Vale más

El dólar hoy está 2% más caro que hace una semana.

Disparidad

La recuperación ha sido dispar, los cuellos de botella aparecen como obstáculos y las presiones inflacionarias siguen.

Demandan más

El aumento de los precios de energéticos responden a un aumento en la demanda global.

ecampos@eleconomista.mx

Su trayectoria profesional ha estado dedicada a diferentes medios. Actualmente es columnista del diario El Economista y conductor de noticieros en Televisa. Es titular del espacio noticioso de las 14 horas en Foro TV.

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