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Opinión

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Las señales de hoy y del 1 de octubre

Los mercados pueden equivocarse hoy con sus pronósticos de que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) habrá de bajar en 50 puntos base su tasa de interés de referencia.

La apuesta la podrían ganar los que anticipan que la baja será de sólo un cuarto de punto, de la mano de un mensaje más enfocado a una política monetaria laxa en los meses por venir.

La decisión de política monetaria de Estados Unidos tiene que ver con este momento, que se había postergado durante varios trimestres, donde el Comité de Mercado Abierto de la Fed se sube a la cuerda floja y avanza haciendo equilibrios entre consolidar la baja en la inflación y evitar una caída económica hasta la recesión.

Una baja de medio punto porcentual animaría mucho al mercado de consumo, pero exagerar la medicina puede prender las brasas inflacionarias que prevalecen.

Este debería ser el tema central de las preocupaciones financieras en México, la forma como una inflación persistente en nuestra economía le pone lastres al Banco de México para tener decisiones de baja en las tasas de interés con más autoridad y menos dudas del mercado.

En momentos en que la economía mexicana apunta a una desaceleración en picada que ya no se puede descartar un escenario de recesión y, lo peor, con inflación alta. El principal factor que ha movido a la baja las percepciones sobre el futuro de la economía mexicana es la desconfianza que ha generado el régimen.

La concentración autoritaria del poder que ahora ha reforzado el presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador, con una primer gran escala en el Poder Judicial, apunta a un escenario de incertidumbre jurídica durante la siguiente administración.

La línea roja que cruzó López Obrador con la apropiación del último poder independiente de la Unión va a tener un costo económico en el futuro inmediato, por más que los mercados, que se mantienen líquidos, no muestren una factura muy contundente todavía.

Los 12 días que le quedan a este Presidente son de enorme tensión por lo que pueda transitar por el Congreso. Pero, como sea, son menos de dos semanas.

Por eso, hay gran atención por las palabras que pueda pronunciar Claudia Sheinbaum el martes 1 de octubre ya con la banda presidencial en el pecho; hay especial interés en la forma como la Secretaría de Hacienda, de Ramírez de la O, pretenda resolver el presupuesto en un ambiente de desaceleración y desconfianza.

México está hoy gobernado por una persona que ya perdió toda ecuanimidad, la siguiente gran aduana llegará en el día 13 a partir de hoy cuando empecemos a ver dónde realmente se va a ubicar el entonces expresidente López Obrador en el futuro de este país.

Pronto se tiene que resolver la duda si López Obrador mantendrá un poder de facto durante la siguiente administración o bien, si, por el contrario, hay guiños creíbles con el sentido común y la honestidad intelectual para recuperar un poco de la gobernabilidad perdida.

Vienen, pues, señales contundentes para la economía mexicana, hoy, claro, con la Reserva Federal de Estados Unidos, pero sobre todo en menos de dos semanas con la primera Presidenta de México.

ecampos@eleconomista.mx

Su trayectoria profesional ha estado dedicada a diferentes medios. Actualmente es columnista del diario El Economista y conductor de noticieros en Televisa. Es titular del espacio noticioso de las 14 horas en Foro TV.

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