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“Lo que el viento a Juárez” I
Nunca, que yo recuerde, había existido una campaña de la mayoría de los medios de comunicación, periodistas, analistas políticos e intelectuales contra un presidente y un gobierno como los ataques que se han dado estos ya casi cuatro años en contra del presidente López Obrador.
Es cierto que la guerra la inició López Obrador desde el principio del sexenio al criticar todo lo que se hizo en el pasado y el silencio que, según él, hubo por parte de los medios y los intelectuales sobre la tremenda corrupción y abusos que se dieron. No sabe olvidar y no puede olvidar lo que, nuevamente según él, fue un fraude electoral en 2006, fraude que sólo existe en su mente y que no hay elementos para demostrar que existió.
Cómo lo dije hace un año, esta campaña en su contra no ha hecho mella en su popularidad y parecería que no lo hará en lo que resta del gobierno. López Obrador ya se dio cuenta que los ataques le hacen lo que “el viento a Juárez” y se dedica todas las mañaneras a provocar a sus críticos.
Más allá del coraje que pueda tener sobre el pasado neoliberal, los conservadores, los medios de comunicación y los intelectuales, la realidad es que la estrategia le funciona y está dispuesto a pagar el costo en su popularidad ante un sector de la población. Seguramente vamos a ver lo mismo en lo que resta del sexenio y no nos confundamos, más allá de sus rencores, el seguir culpando al pasado es una estrategia política que le funciona y lo mantiene con una popularidad cerca de 60 por ciento.
Siento que ya todos nos cansamos de tantas críticas de ambos lados y que, de seguir por esta vía, no lograremos el objetivo de debilitar a él y a su partido, para ganar las elecciones en el 2024. Me da coraje ver el nivel al que ha caído la política y muchos políticos de la oposición, que por su edad y experiencia deberían tener otro nivel de crítica y análisis, en lugar de caer en las ofensas o groserías.
Si seguimos haciendo lo mismo, obtendremos los mismos resultados, por lo que es urgente un cambio de estrategia que, desde mi punto de vista, tiene que ver con dejar ya la crítica personal de lado, hablar de los resultados del gobierno, del efecto que éstos están teniendo en la calidad de vida de la población, hacer propuestas y tener como objetivo central crear confianza para que la gente pierda el miedo, salga a votar y se reduzca el abstencionismo, que al que más beneficia es al partido en el gobierno.
Sería un error que los precandidatos de la oposición se dedicaran a seguir atacando al presidente en forma personal o descalificando sus proyectos que en general tiene un gran soporte de la población. Las críticas y propuestas tienen que tomar en cuenta la opinión que tiene la mayoría de la población sobre el gobierno y hacer propuestas para dar respuesta directa a las necesidades o condiciones de vida, no centrarlas en la figura de López Obrador.
Las elecciones no se ganan criticando, sino proponiendo y hasta ahora los dirigentes de los partidos y los precandidatos de la oposición sólo se han sumado a la fallida estrategia de todo, contra López Obrador. Sé que en muchas personas hay mucho coraje contra López Obrador, pero debemos dejar el hígado de lado, para pensar en cómo ganarle y no en cómo responder a sus ofensas.