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Opinión

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Los achaques de la 4T

Nuevamente hicieron historia, aunque está vez para mal. En la práctica, la Revocación de Mandato simplemente es una simulación democrática. El umbral de votos para que la consulta tenga efectos vinculantes —37.1 millones— era inalcanzable, en cualquier escenario. Pero Morena quería mostrar músculo, pero el INE lo impidió, por las limitaciones presupuestales.

La responsabilidad por la baja afluencia de votantes será la siguiente estación de este Viacrucis. “El presidente dirá que el pueblo lo sigue apoyando, pero culpará al INE del fracaso”, anticipaba un colectivo de ONG en un desplegado a plana entera aparecido en la prensa nacional. El responsable de la publicación es el exalcalde panista de Tepatitlán, Leonardo García Camarena, quien preside la Unión Nacional de Padres de Familia.

A la defensiva, los consejeros electorales presumen el “éxito organizativo”, sin aceptar que la apatía de los ciudadanos es su responsabilidad. “Los reiterados intentos de boicotear el trabajo de esta autoridad electoral generaron el efecto contrario”, se quejó el presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello, al inicio de la sesión en la que se conocerá el resultado de la consulta.

La Cámara de Diputados restringió las partidas presupuestales para este ejercicio comicial y el INE sólo pudo instalar 55,000 centros de votación. El escenario inicial —el colapso de las mesas receptoras, por una alta afluencia de votantes— nunca se materializó, no obstante el activismo de las autoridades morenista y los llamados de última hora para acudir a la cita, una de las novedades de esta jornada. Los mensajes vía mensajería instantánea fueron materia de la última sesión de la Comisión de Quejas y Denuncias del INE, cuyos integrante aprobaron por unanimidad un proyecto para sancionar la promoción indebida. Para las redes sociales, ampliaron las medidas cautelares y cayeron en la censura de los que llamaron “mensajes ilegales”.

Esta intervención extraordinaria estuvo motivada por un post aparecido 45 minutos antes del arranque de la jornada en la cuenta verificada de la Secretaría de Hacienda en Twitter. El llamado a la ciudadanía para ejercer su derecho a votar, definieron los consejeros, es prerrogativa única para el INE. Desde el inicio del proceso, esa Comisión emitió 28 medidas cautelares.

El Ejecutivo federal esquivó el autoelogio y anuló su voto. Al salir de la casilla, nuevamente desafió la veda electoral para llamar a participar. “La democracia tiene que convertirse en México en un hábito”, insistió, “Nos va a ayudar a que nadie en ningún nivel de la escala se sienta absoluto. Que nadie olvide que el pueblo es el que manda, que el pueblo pone y el pueblo quita.  Porque el pueblo es el Soberano”.

Si era un examen en las urnas al gobierno de López Obrador —como tituló en su portada dominical La Jornada—, el resultado deberá obligar a un golpe de timón en la Cuarta Transformación. La abstención fue categórica. Ahora deberán atinar a descifrarla correctamente.

Las estructuras morenistas siguieron en su letargo y sólo aquellos liderazgos que se juegan su futuro —junto con Claudia Sheinbaum— invirtieron en la movilización de aquellos votantes que, agradecidos o coaccionados, están inscritos en los padrones de los gobiernos izquierdistas.

A finales del año pasado cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador tuvo que acudir de urgencia al Hospital Militar, entre el círculo rojo circuló profusamente En el poder y en la enfermedad, el tratado escrito por el médico David Owen hace casi tres lustros.

Incluso antes algunos habían identificado la atonía de este régimen: el síndrome de Hubris, con todos los síntomas que son visibles desde Palacio Nacional y a lo largo de esta Consulta Popular: la adulación al líder, la descalificación a los adversarios, la censura a la prensa, la manipulación de los votantes, el descrédito a las instituciones, el fraude a la ley…

El desgaste de los funcionarios federales y el desprestigio de los legisladores del partido en el gobierno, también abonó al fracaso. Y quizá mucho más que lo aceptado en la cúpula de la Cuarta Transformación.

Periodista y columnista de El Economista, autor de Doña Perpetua: el poder y la opulencia de Elba Esther Gordillo. Elba Esther Gordillo contra la SEP.

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