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Opinión

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Marcelo y la resistencia

A trascender la contingencia sanitaria ha llamado el primer mandatario. En vísperas de un cambio de alineación en el gabinete legal y ampliado, desde su agua, AMLO definió el camino para los tres años que le quedan a su sexenio: terminar obras y entregar la estafeta.

Traducción: ya no habrá más megaobras —Tren Maya, el nuevo aeropuerto de Santa Lucía, la refinería de Dos Bocas—, mientras que una inédita sucesión (perfilar a la primera mujer presidenta de México) definirá el legado político de la Cuarta Transformación.

Morena es el vehículo que llevaría a la candidata —¿Claudia Sheinbaum?— al Palacio Nacional. El Plan A es visible, casi obvio. AMLO abrió el juego sucesorio para secretarios, gobernadores y líderes parlamentarios (no incluyó al dirigente del partido), aunque fijó sus reglas: “Yo soy el destapador y mi corcholata favorita va a ser la del pueblo”.

La pauta quedó marcada por el resultado de hace un mes. La derrota sufrida por claudistas y ebraristas en enclaves relevantes —la CDMX, Jalisco y el Estado de México— requeriría de un bálsamo presidencial, pero sólo hubo una salvaguardada. Para el obradorismo, las fallas son inexcusables y de eso pueden dar testimonio Irma Eréndira Sandoval y Gabriel García Hernández.

En las megalópolis chilanga y tapatía, casi nada quedó de los ebraristas. Sólo en el oriente del Estado de México hubo resultados exitosos, bajo los colores morenistas. Y justo en territorio mexiquense ha comenzado la articulación del movimiento que cobijaría los afanes presidenciales del todavía canciller, en un movimiento audaz que encuentra un antecedente, hace 17 años: el destape de Felipe Calderón en el rancho Las Palmas, en Jalisco.

Los ebraristas no esperaron al resultado electoral para preparar su estrategia rumbo al 2024. Las señales indubitables de la preferencia de AMLO por Sheimbaum motivaron un ajuste, con dos eventos relevantes ocurridos en los últimos 15 días: la presunta integración del exregidor morenista Daniel Sibaja a la bancada del PVEM en la próxima legislatura del Congreso mexiquense, y la reunión que durante el fin de semana sostuvieron en una hacienda ubicada en las faldas de La Marquesa.

“Desde el principio de la nada”, nace el movimiento Marcelo 24 en un cónclave convocado por altos funcionarios de Relaciones Exteriores al que acudió un centenar de invitados que incluyó empresarios, diplomáticos de carrera, futuros parlamentarios y líderes de opinión que simpatizan con lo que algunos ya denominan Movimiento Progresista. La empresaria Nunni Pedraza y la subdelegada de la SRE en el Edomex, Yoseli Soriano, fungieron como anfitrionas.

“No se confundan: ya van varias veces que nos dan por muertos y aquí estamos”, respondió Ebrard Casaubón cuando la mitad de la lista de oradores había coincidido en la urgencia de arrancar una ruta fuera de Morena y con otros compañeros de viaje. “Siempre resistimos”.

Las primeras noticias sobre el movimiento Marcelo 24 coinciden con el anuncio de un ajuste mayor en el equipo de trabajo de Claudia Sheinbaum, de cara al inicio del segundo —y definitivo— tramo de su sexenio.

La jefa de Gobierno corrige lo que no funcionó, incluso su idea de que “la política no sirve”. Martí Batres asumirá la secretaría general del Gobierno, con la encomienda de contener a la UNA, la agrupación de alcaldes del bloque opositor. Alfonso Suárez del Real asumirá la jefatura de la Oficina del Ejecutivo; Carlos Augusto Morales queda como secretario particular y Sebastián Ramírez Mendoza asume la Coordinación de Comunicación. Adiós a los amigos de la juventud. Bienvenidos los operadores políticos.

Efectos secundarios

SUSPICACIAS. Desde China no se entiende la aversión a informar de las autoridades mexicanas. En otros países como Chile, el gobierno comparte sin ningún problema los datos que CanSino, farmacéutica china, informa periódicamente a las autoridades, sobre la efectividad de su vacuna contra el Covid-19; pero aquí en México pareciera que Hugo López Gatell, subsecretario de Salud, hace lo imposible por enrarecer el clima de desconfianza hacia esta vacuna.

Periodista y columnista de El Economista, autor de Doña Perpetua: el poder y la opulencia de Elba Esther Gordillo. Elba Esther Gordillo contra la SEP.

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