México: oportunidad y riesgo

México está en un escenario en el que la circunstancia y la realidad, lo colocan frente a una oportunidad ó un riesgo.

El contexto internacional le ofrece una oportunidad histórica: la relocalización de empresas o nearshoring, para la cual México es un territorio ideal, por su vecindad con una de las economías más poderosas del mundo: Estados Unidos.

Pero, las condiciones estructurales de su economía, y las decisiones del gobierno lopezobradorista, podrían convertirse en un obstáculo para el aprovechamiento del fenómeno mundial de la relocalización.

La política de “soberanía energética” con la que este gobierno proscribió las inversiones privadas nacionales e internacionales de la extracción petrolera y la generación eléctrica se está revirtiendo en contra de México.

La relocalización de empresas podría ser un parteaguas para la economía de México, si se logra captar la mayor cantidad de inversiones extranjeras.

Pero existe el riesgo de que México no lo aproveche, al menos en la dimensión potencial que tiene el fenómeno.

Los principales obstáculos para el pleno aprovechamiento del nearshoring tienen que ver con falta de infraestructura, insuficiente oferta de energía eléctrica y fuentes de energías limpias; falta de agua; pérdida de competitividad del país e incertidumbre para las inversiones.

En las últimas horas se registraron dos noticias que cimbraron por su gravedad y que marcan sendos ejemplos de los obstáculos internos.

Por un lado la limitada capacidad de generación eléctrica. El Centro Nacional de Control de Energía (Cenace)  declaró la noche del 20 de junio pasado al Sistema Interconectado Nacional (SIN) en “estado operativo de alerta”, por una sobredemanda de electricidad a causa de las altas temperaturas que afectan al país.

El SIN registró un margen de reserva operativa menor al 6%, lo que puede derivar en apagones o cortes del suministro eléctrico.

El presidente de México trató de minimizar la información de su propio gobierno y dijo que se trata de una alerta rutinaria.

Desde hace tiempo, los analistas especializados en temas de energía, anticiparon que las políticas públicas del actual gobierno en el sector energético provocarían apagones en el país, tarde o temprano.

Por otro lado, el instituto Suizo IMD, revela una dramática caída de México en el ranking de competitividad.

Durante el sexenio lopezobradorista México ha perdido 6 lugares en competitividad mundial , al pasar del 50 al lugar 56, con un descenso en su puntuación de 59.80 unidades en el año 2019 a 47.68 en este año 2023.

Los datos son contundentes. Sin embargo, la perspectiva oficial tiende al optimismo.

El secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, observa el vaso medio lleno. Ayer en su participación en una conferencia del JP Morgan, destacó las ventajas que tiene México para el nearshoring.

Dijo que México es un país de bajo riesgo, con estabilidad económica, que cumple con la legislación de propiedad intelectual y tiene una ubicación geográfica ventajosa por su vecindad con Estados Unidos, además de que cuenta con puertos en el Golfo de México y en el Pacífico y cerca de 2 millones de kilómetros de territorio con recursos naturales.

Refirió también el Corredor del Istmo de Tehuantepec que contendrá 10 parques industriales y de la  Planta Solar Puerto Peñasco que incluye parques solares e industriales.

Destacó que hay manifestaciones tempranas de nearshoring y ejemplificó con los anuncios de inversión de BMW y Tesla.

Anticipó que viene otra fuerte inversión en las próximas semanas.

Es cierto que México tiene una enorme potencialidad y atractivo para las inversiones extranjeras.

Pero tenemos enormes asignaturas pendientes en Estado de Derecho, certidumbre jurídica, justicia, seguridad y democracia.

El Corredor Interoceánico, sin duda tiene una enorme potencialidad. Su principal riesgo es que se está intentando aterrizar en la parte final del sexenio. Veremos qué tanto interés muestran los inversionistas para realizar sus proyectos en México, cuando está a punto de cambiar el gobierno.

Ojalá que como espera el gobierno, el nearshoring sea esa gran oportunidad para que México logre un avance notable en su economía.

Sin embargo, hay muchos elementos que alimentan el escenario pesimista, a menos de que haya un giro en el cambio de políticas públicas, que la verdad, se ve muy remoto. Al tiempo.