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NAICM, reto financiero mayúsculo
El gobierno mexicano busca cómo resolver uno de los retos financieros más difíciles que ha enfrentado, justo cuando la cuenta regresiva que marca el final de la administración avanza rápidamente.
El problema es una especie de cubo Rubik, por la gran cantidad de aristas y complejidades que representa.
El reto financiero es mayúsculo porque implica la transferencia del principal aeropuerto de México, a una nueva entidad estatal, cuya viabilidad económica podría estar comprometida desde antes de su nacimiento.
Y de su solución depende la transferencia de operaciones de vuelos y pasajeros del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), que hasta ahora no ha sido posible precisamente por los compromisos de recaudación del TUA que tiene el primero y que depende del volúmen de pasajeros que transporta.
El gobierno está presionado porque es inminente la creación de la nueva empresa estatal que se llamará Casiopea.
En esta se concentrarán para su administración y operación bajo el mando de la Secretaría de la Marina Nacional, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y otros 6 aeródromos ubicados en Matamoros, Tamaulipas; Colima; Ciudad del Carmen, Campeche, Loreto, Baja California; y Guaymas y Ciudad Obregón, Sonora.
Son muchas las preguntas: ¿El gobierno debe y puede quedarse con el pago directo de esa deuda?¿El cada vez más deteriorado AICM –a pesar de la eficiente administración actual de su dirección encabezada por Carlos Velázquez Tiscasreño– debe continuar sobreviviendo sin contar con su principal fuente de ingresos?¿La Semar aceptará la transferencia de un activo severamente comprometido en términos financieros?Es evidente que el AICM podría representar un oneroso y riesgoso fardo para Casiopea.
¿Por qué? Porque el AICM, está transfiriendo, íntegros, todos los recursos de la Tarifa de Uso del Aeropuerto (TUA).
Se trata de los 4 mil 200 millones de dólares que adeuda el gobierno mexicano, por el pago de bonos del cancelado Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), iniciado en el sexenio pasado.
Actualmente, tales compromisos de deuda los está pagando el gobierno mexicano con el producto de la Tarifa de Uso del Aeropuerto (TUA). Consecuentemente, la principal fuente de ingresos del AICM está embargada para asegurar el pago de la abultada deuda de un aeropuerto en construcción que, por decisión del entonces presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, fue interrumpido y cancelado.
Una vez iniciada la actual administración, el entonces secretario de Hacienda, Carlos Urzúa y el asesor presidencial Alfonso Romo --reconoció recientemente el Presidente de México– le recomendaron que no lo cancelara.
Sin embargo, como es público y conocido, el presidente lopezobrador tomó la decisión que ha sido considerada como el más grave error de su administración.
En breve será publicado el decreto con el que se creará la empresa Casiopea Semar. La aprobación de las reformas a las leyes de Aeropuertos y Aviación Civil, marcaron el tiempo y el sentido de urgencia para que se cumpla la decisión presidencial de crear la nueva entidad estatal.
En consecuencia, en la Consejería Jurídica de la Presidencia de la República trabajan a marchas forzadas para la publicación del decreto respectivo.
Mientras que en el equipo del secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, están buscando la cuadratura al círculo y seguramente pesará su opinión sobre la decisión que se tome.
Los 4 mil 200 millones de dólares de deuda están comprometidos en 4 series con vencimiento en los años 2026, 2028, 2046 y 2047.
Para cumplir con el pago de los compromisos establecidos en los documentos de la deuda de los Bonos Mexcat se requieren 460 millones de dólares anuales sin IVA.
Como le informé en este espacio el pasado 27 de abril, el AICM ha transferido por el cobro del TUA a Nafin (para el pago de los bonos Mexcat), un total de 44 mil 285 millones 239 mil 282 pesos desde el año 2018, al primer trimestre de este año 2023.
Veremos qué solución le da el gobierno a este complejo reto.