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Proporcionalidad
La norma legal del principio de proporcionalidad en el marco de un conflicto bélico es más un principio aspiracional que una regla puesta en práctica en conflictos armados. La invasión rusa a Ucrania y la resistencia de esta última con el apoyo de Occidente, no se rige por una especie de código de guerra donde habría límites en las acciones de unos y otros. Rusia ha masacrado a población civil ucraniana, mientras que Kiev intenta sobrevivir a partir de respuestas que incluso han llegado al territorio ruso y hasta Moscú.
Cuando un grupo terrorista como Hamas, que pretende desaparecer al Estado de Israel y exterminar a los judíos que lo habitan para construir un Estado Islámico Palestino, supone poder recibir una respuesta proporcional a sus actos de barbarie, estamos hablando entonces de un absurdo político y militar. Como la guerra de los Estados Unidos contra Al Qaeda después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, la respuesta israelí a la masacre del 7 de octubre está destinada a la eliminación de Hamas como organismo político militar capaz de realizar acciones destinadas al exterminio del pueblo judío.
Hamas es de facto el responsable de la vida de 2,300,000 palestinos que habitan Gaza. La demanda israelí de evacuar a la población gazatí hacia el sur de la Franja responde a la estrategia de evitar que el grupo terrorista los utilice como escudo humano ante la operación terrestre que se desarrolla. Por supuesto que esto afecta a esa población y que el bombardeo de la aviación israelí contra los terroristas de Hamas provoca muertes entre los residentes en la zona.
No es un tema de la inexistente proporcionalidad, sino del control que ejerce Hamas sobre los habitantes de Gaza desde el 2007, cuando tomaron el poder y eliminaron físicamente a los militantes de Fataj vinculados con la Autoridad Nacional Palestina para crear lo que se conoce como el Hamastán, o sea una parte de Palestina controlada por el fundamentalismo islámico sunnita. El liderazgo de Ismail Hanye y Jaled Mashal, que viven entre Líbano y Qatar, decidió convertir este operativo en la última batalla del grupo.
Un Estado israelí democrático, cuya sociedad ajustará cuentas con su liderazgo incompetente y corrupto una vez terminada la guerra, no puede comportarse como sus enemigos. Mientras el principio de valoración de la vida humana está en sus orígenes como parte de la cultura occidental, la exaltación de la muerte por parte del fundamentalismo es la base del objetivo de Hamas de aniquilar judíos sin distinción alguna.
En esto no puede haber proporcionalidad. Estamos hablando de dos concepciones del mundo antagónicas donde no es posible establecer mediciones paralelas. Imposible.