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¿Qué pasa en el Instituto de Cancerología?
Algo extraño pasa en el Instituto Nacional de Cancerología (InCan) donde se ve que es común que la Secretaría de Función Pública inhabilite a sus directivos pero igualmente los reincorpore con suma facilidad.
Así pasó con el director médico el doctor Ángel Herrera Gómez que fue inhabilitado en julio, suspendida dicha inhabilitación en agosto y reinstalado en el mismo cargo en septiembre, de modo que ya está operando normal sin mayor explicación.
Algo similar sucedió con el mismísimo director general, el doctor Abelardo Meneses, quien en mayo pasado fue inhabilitado y 2 meses después, en julio, obtuvo la suspensión de su inhabilitación. Lo curioso es que en su caso, el Dr Meneses siguió yendo a trabajar todos los días como si nada, y además la suspensión fue ordenada por el titular del CCINSHAE, el doctor Gustavo Reyes Terán, por orden expresa del secretario de Salud Jorge Alcocer a quien le llegó, a su vez, la orden de un directivo de Función Pública.
El caso de Herrera obedeció a una acusación de nepotismo que fue aclarada, y en el caso de Meneses a señaladas irregularidades en su declaración patrimonial que igualmente debió haberse aclarado.
Otro caso de inhabilitación es la del Dr José Luis Aguilar, quien como subdirector de medicina interna estaba a cargo del Comité de Medicamentos. En su caso no ha sido aún restituido, pero él confía en que así sea, ya que la causa señalada de su inhabilitación está relacionada a la misma del citado Dr Herrera.
Pero estos últimos dos casos se vinculan a una serie de sucesos relacionados con el manejo de farmacia en el Incan que vale la pena explicar con detalle. Nos comentan que el director Meneses fue haciendo a un lado desde 2018 al equipo que había conformado un esquema integral de manejo de farmacia que lograba optimizar el consumo de medicamentos en favor de la transparencia y de los pacientes del Instituto.
Ello se dio a partir de la terciarización permitida gracias a una reforma de la Ley de Adquisiciones en el sexenio calderonista que abrió la opción de que los hospitales de tercer nivel pudieran subrogar el servicio de farmacia. Varios hospitales lo intentaron -el Gea González, el Central Militar, el de Ixtapaluca- pero el Incan fue el único que logró un esquema integral desde la preparación hasta la dispensación controlando paso a paso la trazabilidad de cada medicamento e incluso el precio para poder ofrecerlo en venta. Gracias a ello el InCan generaba ahorros e ingresos importantes que beneficiaban a sus pacientes oncológicos, pues los medicamentos que no les cubría el Seguro Popular podían adquirirlos ahí a precios de gobierno. Llegaba a suceder que otros hospitales públicos y privados iban a la farmacia del Incan a adquirirlos.
Este esquema fue muchas veces presumido por el exdirector del Incan, el doctor Alejandro Mohar, y de hecho sabemos que lo propuso al actual gobierno para aplicarlo a toda la red de tercer nivel, pero claramente no es fácil de entender y menos de explicar.
Quienes lo entendían perfecto era el equipo multidisciplinario que desarrolló el concepto: el Dr Aguilar, junto con la química Teresa Monroy -responsable de farmacia- y el contador de la farmacia, Adán Gómez.
Pudimos platicar con los tres y nos compartieron cómo la optimización de los remanentes en la dispensación de fármacos oncológicos puede generar millonarios ahorros al grado de que ésa es la base del negocio de las centrales de mezclas, mismas que hoy por cierto la actual administración planea desaparecer.
Pues resulta que todo ese esquema que era positivo para los pacientes oncológicos, lo terminó destruyendo la actual dirección del Incan a partir de la reelección del Dr Meneses. A los creadores del esquema los fueron haciendo a un lado y terminaron saliendo del Instituto en 2019: el Dr Aguilar fue acusado de nepotismo e inhabilitado, la química Monroy fue despedida en septiembre de ese año y el contador Gómez en mayo del mismo 2019. Los 3 impugnaron y están en juicio.
Algo poco claro es si la dirección del Incan no entendió la gran virtud del concepto del Comité de Medicamentos o más bien no le gustó la transparencia pues les hizo perder el control discrecional de las compras, mismo que antes les permitía dirigir ciertos medicamentos a grupos de médicos con privilegios que siguen las órdenes del grupo que controla el Incan.
Y es que al desaparecer el esquema integral de Farmacia del Incan, se perdió por ejemplo la oportunidad de recuperar 50 millones anuales por optimizar la dispensación de medicamentos que se lograba gracias a que operaba bien su propia central de mezcla y no necesitaba de empresas privadas que le manejaran su farmacia. De igual manera se lograba que el presupuesto de 450 millones de pesos que le tocaba al Incan para adquirir medicamentos se elevara a 600 millones gracias a que se volvían recursos propios a partir de ingresos por venta de medicamento a precios preferenciales en su farmacia.
Nombramientos militares en Cofepris
Hay que estar atentos a los nombramientos que hoy anunciará a mediodía el comisionado presidente del regulador sanitario, el Dr Alejandro Avarch, después de los despidos que hubo la semana pasada, en particular en la Comisión de Autorización Sanitaria que quedó acéfala tras el despido de América Orellana, es un área estratégica para todos los regulados.
Le podemos adelantar por lo pronto que será un varón el designado. Pero la novedad será que llegará una militar al área de psicotrópicos. Será la teniente de fragata QFB Celeste D'Abril Ruiz Leyja, que viene de la Secretaría de Marina. Después del despliegue que tuvo la Marina en el edificio del regulador sanitario, es claro que el órgano militar dejó una cuña para el control de estupefacientes desde Cofepris.
Censo de enfermedades raras, un logro
Una plausible iniciativa la del Consejo de Salubridad General con respecto al inicio del primer censo de enfermedades raras que tendrá lugar de octubre al 15 de enero del 2022. Se levantará en forma virtual desde el sitio del Consejo www.csg.gob.mx. En la iniciativa participan, además de Insabi y Cofepris, los principales institutos del sistema público de salud: Sedena, Semar, Pemex, IMSS, ISSSTE y como invitados permanentes la Subsecretaría de Hugo Lóopez-Gatell y la Coordinación de hospitales de tercer nivel CCiNSHAE. Es algo de verdad importante para que finalmente poblaciones tan vulnerables como las personas que viven con alguna de las enfermedades poco frecuentes, pero por lo mismo menos atendidas, puedan tener voz y se logre pasar de 20 enfermedades hoy documentadas a incluir todas las que cualquier mexicano puede estar padeciendo hoy.