Lectura 4:00 min
Regularizará AMLO, autos chocolate
Ya lo había anticipado hace cuatro meses y ahora lo cumplirá.
El presidente Andrés Manuel López Obrador firmará el próximo fin de semana un acuerdo para regularizar los autos “chocolate” en siete estados de la frontera norte del país.
Será el principio. Luego se revisarán mecanismos para la regularización de autos en otros estados de la República Mexicana.
Los recursos que se recauden dijo el Jefe del Ejecutivo se etiquetarán para que cada estado de la República los destine para cubrir los baches de las calles.La intención es regularizarlos para evitar que se utilicen para cometer actos ilícitos.
El primer mandatario hizo el anuncio luego de que refirió el caso del presidente municipal de Hermosillo que recientemente fue apoyado con presupuesto federal para bachear las calles y luego, su relevo, solicitó 6 mil millones de pesos adicionales.
Dijo que esa responsabilidad es de los estados y municipios. Sin embargo, inmediatamente después comentó que el fin de semana firmará el acuerdo de regularización y que los recursos que se recauden serán para arreglar las calles de los estados de la República.
El presidente de México está viendo sólo una parte de la problemática. Observa el tema delincuencial y la necesidad social.
Lo que no toma en cuenta, es lo que implica su decisión para la economía formal.
La Asociación Mexicana de Distribuidores de Autos (AMDA), lo advirtió de inmediato vía twitter.
Señaló que la regularización de los autos chocolates representa un premio a las mafias que se enriquecen con el contrabando y un golpe al comercio formal de autos, que genera empleos e impuestos.
No es la primera vez que un Presidente de México legaliza lo ilegal. Y aunque los argumentos públicos de todos los que han tomado la misma decisión son, la intención de frenar los ilícitos y cubrir una demanda social, lo cierto es que obedece más al interés político electoral.
La regularización de autos, rinde muchos votos, para decirlo más claro. La regularización de autos que realizará el presidente López Obrador, será la segunda más importante que ha realizado un Jefe del Ejecutivo en la historia reciente.
La anterior la realizó el entonces presidente Vicente Fox en agosto de 2005 y 2006.
Paradójicamente, dos presidentes de extremos opuestos: de derecha y de izquierda, optan por regularizar autos ilegales.
Adicionalmente, por la vía de los amparos, entre los años 2009 y 2014 se importaron ¡alrededor de 2.3 millones de autos!, de acuerdo con cálculos de la AMDA.
Con los amparos se importaron vehículos con hasta 15 años de antigüedad y quedaron exentos de un arancel de 10%, previsto en el decreto de 2008, además de que se les eximió de cumplir con la Norma Oficial Mexicana 041 de medio ambiente.
En 2006 se legalizaron más de 1.5 millones de vehículos. De acuerdo con cálculos preliminares del sector automotriz, en ésta ocasión, la legalización de autos podría ser de alrededor de 1 millón de unidades.
Esta cantidad incluirá a los vehículos que ya circulan en el país más los que se introduzcan en el periodo que esté vigente la regularización.
Y se estima que tendrá un impacto del 20% en la disminución en las ventas de autos nuevos.
De acuerdo con el editor en jefe de Tendencias Económicas y Financieras, Carlos López Jones, la venta de autos nuevos en México ha caído 25% en lo que va del sexenio lopezobradorista.
En consecuencia, será un golpe adicional para una industria que por el valor de sus exportaciones representa uno de los motores de la economía y una de las más importantes fuentes de divisas con que cuenta el país.
La legalización de los autos ilegales, tiene varios efectos negativos para ese sector industrial y para la economía nacional.
Impacta negativamente al comercio formal de autos nuevos y seminuevos. Aumenta el parque vehicular con autos considerados chatarra en Estados Unidos.
Incrementan la contaminación ambiental. Fomenta la corrupción alrededor del ilícito negocio de la importación de vehículos chatarra.
Es difícil que los gobiernos que han regularizado los autos chocolate no sepan estos efectos negativos.
Por lo pronto, viene otro golpe a la industria automotriz de México. Al tiempo.