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Todo lo que usted necesita para entender el juicio contra Donald Trump en Nueva York
Permítame, primero, decirle de lo que no se trata el juicio en la Ciudad de Nueva York.
No, no es por usar dinero de campaña. Trump no uso dinero público para comprar el silencio de Stephanie Gregory Clifford, una actriz de material pornográfico, que poco antes de las elecciones del 2016, quería hacer públicas unas supuestas relaciones sexuales que entre ella y Donald Trump habían ocurrido años antes.
La señora Clifford, que usa el mote de Stormy Daniels, le pidió a Michael Cohen, abogado personal en ese tiempo de Donald Trump, 130 mil dólares a cambio de su silencio.
Hoy curiosamente el abogado Cohen que terminó mal con Trump, es uno de los testigos principales de la fiscalía.
No, el juicio tampoco es por haberle pagado y por haber ocultado esos pagos del público, eso no es delito.
Finalmente, Trump tampoco está acusado de blanquear dinero.
De lo que este juicio se trata
A Donald Trump los fiscales de la ciudad de Nueva York lo acusan de falsificar su documentación de gastos para ocultar las verdaderas razones por las que usó 130,000 dólares para comprar el silencio de la actriz. Trump reportó ese gasto al fisco, como pagos por asesoría legal a su entonces abogado personal Michael Cohen.
Usar ese dinero para pagarle a la actriz por callarse la boca no es delito, lo que sí es un crimen es registrar ese dinero en las facturas de las empresas Trump como gastos de asesoría legal. Michael Cohen le pago a Stormy Daniels de su propio dinero. Trump se lo reembolsó de sus propios fondos y eso fue lo que reportó como pagos de asesoría legal.
El juez, Juan Merchán, tuvo que examinar a fondo los 34 cargos contra el expresidente para decidir si las razones para llevar a cabo este juicio son siquiera válidas.
Esto se debe a que un examen legal a fondo muestra que estas acusaciones podrían no ser todo lo serio que los fiscales quieren hacernos creer.
La razón para lo anterior es que los jueces en Estados Unidos muy rara vez sentencian a acusados sin antecedentes criminales, a castigos con cárcel.
Por eso los expertos legales continúan diciendo; “Este es un caso débil”
Para llegar hasta este punto, y hacer válidas las acusaciones de Alvin Bragg el fiscal de distrito de Manhattan fue necesario que dos maniobras legales importantes ocurrieran:
Primero: que el Juez Juan Merchan, encargado de este juicio negara la solicitud de Trump de que el mismo juez se apartara del caso. Trump, que ha comparecido ante el mismo Merchan en otros procesos, dice que el juez y su familia son activistas demócratas, y por lo tanto no pueden ser imparciales hacia el.
Lo segundo fue también la negativa del juez a sacar este caso de los tribunales estatales para pasarlo a las cortes federales.
Esa es la razón por la que usted seguramente ha escuchado que los abogados de Trump acusan al fiscal Bragg, de la ciudad de Nueva York, de revivir un “caso inventado” para interferir con los esfuerzos del candidato favorito del partido republicano a recuperar la presidencia de Estados Unidos. Recuerde que las elecciones serán en noviembre de este año.
Tome usted en cuenta que el fiscal de distrito que ocupó el mismo puesto de Alvin Bragg como fiscal de Manhattan, hasta enero del 2022, y que es un distinguido jurista de Nueva York llamado Cyrus Vance Jr., se negó a presentar estas mismas acusaciones porque consideró que no serían validadas en un juicio.
Esa es la misma razón aducida por los abogados de Trump de que este juicio tiene motivaciones políticas y de que por ello debe ser anulado.
El jurado, será anónimo para evitarles represalias
La semana pasada varios días fueron dedicados a seleccionar a un jurado, que en Nueva York garantice un juicio justo e imparcial contra el acusado.
Dieciocho miembros fueron seleccionados, 12 jurados y 6 suplentes alternos. Los alternos seguirán el juicio también paso a paso y estarán en posibilidades de reemplazar a alguno de los 12 jurados en caso de que tuvieran que ser excusados de proseguir por causas de fuerza mayor. En casos de tan alto perfil es de esperar que los miembros del jurado teman represalias por su fallo, y alguno o algunos pudieran solicitar ser dispensados de servir cuando vean las evidencias. En el primer día ese fue el caso con el jurado # 9.
Algo que me sorprendió y sorprendió también a muchos analistas legales y políticos es que el jurado que fue seleccionado al azar tiene niveles altos de educación académica. El juicio es en Manhattan y por eso no debería ser extraño, esta es una ciudad con promedios de educación altos. Sin embargo, no siempre ocurre que gente con este tronco común sirva al mismo tiempo en un caso tan importante.
Hay dos abogados, un trabajador de informática, un ingeniero de software, varios profesionales de finanzas, un profesor y un vendedor profesional. Eso nos lleva a pensar que es un grupo que se centrará en los hechos, la lógica, los documentos, las evidencias y las pruebas. Eso podría favorecer a Trump porque el jurado no basarásu decisión en acuerdos o desacuerdos políticos.
Un jurado así está menos inclinado a dejarse llevar, positiva o negativamente por el carisma del acusado.
Los abogados me dicen que en un jurado educado la gente es desapasionada, impasible y no fácilmente persuasible a las acusaciones de la defensa de que esta es una injusticia manifiesta con motivaciones políticas.
Justicia retrasada, equivale a justicia denegada
Los abogados de Trump en este juicio son litigantes con mucha experiencia en las cortes de Nueva York. Todd Blanche y Susan Necheles, en una moción de 57 páginas planean argumentar que la Fiscalía del Distrito de Manhattan esperó más de seis años para presentar cargos después de que Daniels hiciera acusaciones públicas sobre la relación extramatrimonial.
Los abogados del expresidente argumentan que su cliente ha sido “dañado por este retraso”. Por eso alegan que el procesamiento en este caso ya “prescribió” y que la oficina del fiscal de distrito debe “probar más allá de toda duda razonable que el estatuto de limitaciones era inaplicable en cualquier otra forma, que no sea con este juicio”.
Considere usted que esta investigación comenzó en 2018 y no se emitió ninguna acusación hasta marzo de 2023 cuando se hizo claro que Donald Trump buscaría su reelección a la presidencia.
Posibles testigos
Los testigos que los fiscales presentarán incluyen a: una actriz porno, al ex editor del tabloide National Enquirer y a Michael Cohen. Cohen, ex abogado personal de Donald Trump, quien ya pasó 13 meses en una prisión federal por su papel en este asunto. Cohen fue condenado por varios delitos, incluidos el de mentir al Congreso durante una audiencia de investigación.
Los testigos
Stormy Daniels: la actriz de cine pornográfico que recibió directamente de Cohen, el pago de 130.000 dólares a cambio de su silencio. Trump niega haber tenido relaciones sexuales con Daniels.
Hope Hicks: ex-directora de comunicaciones de la Casa Blanca de Trump. Los fiscales dicen que ella tuvo una relación de trabajo muy cercana con Trump y que participó en varias conferencias telefónicas durante un esfuerzo frenético por mantener las acusaciones de su infidelidad marital fuera de la prensa. Esto fue después de que un corto del programa de televisión “Access Hollywood” filtrara a solo semanas de las elecciones de 2016, una grabación hecha en el 2005, en la que Trump se jactó de que su celebridad mundial le permitía manosear a las mujeres en sus partes íntimas sin que ellas protestaran.
David Pecker: ex-dueño del periódico National Enquirer. Amigo personal de Trump. Los fiscales alegan que en varias ocasiones se reunió con Trump y con Cohen, su entonces abogado para ayudar a la campaña de Trump a identificar historias negativas sobre él. Pecker ofreció ayudar a Trump con un problema personal surgido de otra aventura amorosa del expresidente.
Karen McDougal: una ex conejita de Playboy que dice haber tenido una aventura amorosa de 10 meses con Trump a mediados de la década de los 2,000. Pecker le pagó 150,000 dólares en 2016 por los derechos de su historia. Su motivación era también callarle la boca a McDougal.
¿Son realmente 34 cargos?
La acusación formal contra el expresidente Trump cuenta como cargo cada una de las 11 facturas falsas utilizadas como evidencia en este caso. Eso quiere decir que hay 12 cargos cuya existencia puede resumirse en uno. Los abogados de Trump argumentan que esto es inconstitucional porque es una violación de la Sexta Enmienda para “Estigmatizar al acusado creando la impresión de que debe responder por más delitos de los que realmente cometió”.
Lo que ocurra con este proceso en Nueva York dejara un precedente para los otros tres juicios aún pendientes, en Georgia, en Florida y en Washington DC. Los tres tienen como tronco común la supuesta intención de Trump de invalidar la elección presidencial del 2020.
Trump dice que todas son maniobras legales manejadas desde la Casa Blanca por Joe Biden para impedir que Trump se reelija en Noviembre.