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Trata de médicos
Una de las consecuencias del viaje de López Obrador a Cuba son dos hechos que estoy segura a muchos nos preocupan. Por una parte, se anuncia que nuestro gobierno contratará a 500 médicos cubanos para trabajar en el sistema de salud y, por la otra, que México compró vacunas cubanas para aplicar a los niños mexicanos. Vaya par de noticias.
Debemos recordar que Naciones Unidas ha mostrado (desde que comenzaron estas caravanas médicas) su preocupación por las condiciones laborales y personales de los “profesionales” enviados por la isla caribeña en estas misiones internacionales. Comencemos por precisar que, de acuerdo a estas relatorías, no en todos los casos se trata de personal capacitado que cumpla con la normatividad de México (o de otros países) para poder ejercer la medicina. Este problema básico nunca se resolvió, ni cuando vinieron estas misiones en tiempos de la primera ola del Covid en 2020. La ONU documentó que estos trabajadores cubanos reciben tan solo entre un 10 y 25% de los supuestos salarios que se les pagan ya que la mayor parte de este dinero queda en manos del gobierno (mejor dicho…dictadura) de Díaz-Canel.
Hay que mencionar también que los médicos cubanos itinerantes se sienten presionados a participar en estas giras ya que temen represalias a ellos o a sus familias por parte de las autoridades de su país. Los médicos que logran escapar de este programa de internacionalización no pueden regresar a Cuba durante un periodo de 8 años y sus familiares quedan expuestos a sanciones y cosas peores por la deserción de su familiar. Así la situación del respeto a los derechos humanos en Cuba, ese país que tanto admira y apoya nuestro presidente.
El Parlamento Europeo ha calificado igualmente como trata de personas y esclavitud moderna las misiones de médicos cubanos en el extranjero. Esta institución europea condenó las violaciones sistemáticas de los derechos humanos cometidas por el Estado cubano en específico contra su personal sanitario.
Desde el punto de vista de las organizaciones médicas mexicanas se ha protestado también y se ha levantado la voz por los miles de profesionales de la medicina que actualmente están subempleados o desempleados o que no aceptan trabajar en condiciones muy precarias en poblados lejanos donde no se les dota del material indispensable para poder ejercer su profesión. Estos grupos, a través de un comunicado difundido en redes sociales, expresaron abiertamente su descontento y el desconocimiento por parte del gobierno federal de la capacidad académica de nuestras universidades y las carencias que los médicos enfrentan, después de la desaparición del Seguro Popular, el estrepitoso fracaso del INSABI y la insuficiencia de la propuesta IMSS Bienestar. En estas estamos.
Con relación a las vacunas cubanas, la comunidad médica se encuentra sorprendida por la pretendida utilización de estos biológicos, que ni siquiera han pasado por la fase tres de la investigación que los deben de certificar científicamente antes de su uso humano. Además de que no están reconocidos por la OMS y que podrían poner en riesgo la salud de los niños mexicanos.
¿Por qué poner el riesgo a nuestros hijos o nietos por una mala decisión que obedece solo a un compromiso ideológico más que a la responsabilidad de cuidar a nuestras familias? La ignorancia y el afán de poder son malos y peligrosos, casi me atrevería a decir que representan una mezcla explosiva para el bienestar de los mexicanos. ¡Cuidado!