Uso responsable de la tecnología: la clave está en la responsabilidad compartida

La tecnología es una de las principales herramientas para el desarrollo de las sociedades. Es un habilitador de derechos que permite a las personas trabajar, estudiar, comunicarse, informarse e incluso es utilizada para el ocio y tiempo libre. En los últimos tres años, vimos una adopción sin precedentes en el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), de la cual no estuvieron exentos los menores de edad.

En México, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2021, hay 22.4 millones de menores entre 6 y 17 años considerados internautas. 

Esta alta presencia de niñas, niños y adolescentes en espacios digitales aumenta los riesgos a los que podrían ser vulnerables, pues normalmente navegan solos durante varios minutos e incluso horas, abriendo una puerta importante de riesgo  a una red de personas y perfiles virtuales falsos que pueden atentar contra su integridad y privacidad. 

Actualmente, México es el octavo país a nivel mundial y el primero en Latinoamérica en casos vinculados a delitos de abuso sexual infantil en línea. Entre 2019 y 2021, se incrementaron 106% las denuncias por sospecha de explotación sexual infantil, de acuerdo con datos del reporte Cybertipline elaborado por el Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados (NCMEC). 

Por ello, es indispensable fortalecer la cultura de reporte de contenido inapropiado y que vulnere la seguridad e integridad de los menores de edad en entornos digitales. Actualmente existen herramientas para lograrlo, como la línea virtual de reporte de abuso sexual y explotación sexual Te Protejo México y la App Te Protejo Latino, a través de las cuales es posible reportar de forma anónima y sencilla, páginas de contenido inapropiado detectado en internet.

Para lograr un entorno digital seguro para los menores, así como la protección y promoción de los derechos de las niñas, niños y adolescentes en Internet, es necesario actuar con una responsabilidad compartida y comprometernos como sociedad.

Cada uno de nosotros puede contribuir por el bienestar superior de la niñez a través de acciones de difusión, prevención, información, educación y erradicación de los riesgos en la red, así como en ejercer y promover la denuncia. Es así, como podremos incrementar la confianza digital para aprovechar todas las oportunidades y beneficios que nos brinda la tecnología, para lograr sociedades más fuertes e inclusivas en las que nadie se quede atrás.

*La autora es directora de Asuntos Públicos, Regulación y Negocio Mayorista de Telefónica Movistar México.