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Alarma por deudas: farmacéuticas
En la industria farmacéutica del país, hay alarma. Viene la licitación para la adquisición de medicamentos para surtir las necesidades del sector salud público, para 2025-2026.
El problema es que el gobierno tiene una deuda por alrededor de 9,000 millones de pesos con las farmacéuticas.
Esa cantidad está por ser ratificada o aumentada, en función de que las compañías del sector terminen de entregar sus reportes de adeudos a la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma), que preside Rafael Gual.
Este dirigente, destaca en todo el universo de líderes empresariales, porque “no tiene pelos en la lengua”, como dice el modismo popular para referir que alguien dice las cosas con total claridad y sin rodeos. La Canifarma agremia al 86% del mercado nacional de medicamentos para humanos y animales.
La deuda del gobierno con sus proveedores en el sector salud, se registra en el contexto en el que administración de Claudia Sheinbaum hereda el más elevado nivel de déficit fiscal, que ronda el 6%. Además de un legado crítico en materia de salud, con un sistema muy lejano, al anhelado esquema de salud de Dinamarca
La deuda gubernamental, en el sector salud, se observa justo cuando por otra parte, Petróleos Mexicanos adeuda a sus proveedores alrededor de 20 mil millones de dólares, según un despacho de la agencia Bloomberg, con base en los reportes al tercer trimestre de la petrolera. En ambos casos, son deudas, que no se acumularon de la noche a la mañana. Llevan tiempo de atraso.
Específicamente, en el caso del sector salud, son adeudos que corresponden al período 2022-2023. Del monto total de la deuda, alrededor de 5 mil millones de pesos, corresponden al IMSS-Bienestar. Las heredó tras la desaparición del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi).
Hay que recordar que el gobierno previo, bajo el argumento de la existencia de un sistema de corrupción, desmanteló el sistema de distribución privada y el sistema de compra consolidada que venía realizando eficazmente, durante los gobiernos neoliberales, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS)
De entonces a la fecha, se han registrado de manera consecutiva, 5 diferentes intentos fallidos de sistemas de compras gubernamentales.
Durante el sexenio 2018-2024, el sistema de salud en México, entró en una de sus más profundas crisis operacionales, que llevó a un grave desabasto, encarecimiento del costo de adquisición gubernamental en medicamentos y equipo médico y, la herencia de una deuda millonaria con las empresas farmacéuticas.
El gobierno que recién terminó, además, no hizo la tarea fundamental para la atención de los pacientes. No compró los medicamentos que se requieren para el 2025-2026.
En ese sexenio, lo que menos hubo fue planeación, como lo requiere la industria, para realizar sus compras de insumos y fabricación de medicamentos.
El gobierno de la Presidenta Claudia Sheinbaum, en consecuencia, tendrá que realizar dos esquemas de compra, de manera emergente.
Primero deberá comprar lo que se requiere para los primeros meses del año 2025, muy seguramente a través de adjudicaciones directas. Y después realizar una licitación, para comprar lo que necesita para el 2025-2026.
Gual señala que el problema de la deuda del gobierno con la industria farmacéutica genera incertidumbre.
Hasta ahora, en el nuevo gobierno les reconocen que sí les deben y que lo esperen y confíen en ellos. “Nos han dicho –señala el dirigente empresarial– que nos pagarán a tiempo lo que venga y de lo que deben habrá que resolverlo con la Secretaría de la Función Pública (que se ha reconvertido en la Secretaría Anticorrupción y de Buen Gobierno).
Dentro de todo, la buena noticia que registra Canifarma, es que ya se eliminó de la Ley General de Salud, el permiso de importación de productos médicos sin registro sanitario. Esto se permitió por la emergencia del Covid. Y desde hace un par de meses, ya dejó de existir.
No podrán venir empresas extranjeras de países que no tengan acuerdos comerciales con México.
Otra buena señal es que el nuevo gobierno escuchó a la industria y les dió más plazo. El fallo será el 16 de diciembre y las entregas a partir del primero de marzo.
Sin embargo, todavía falta por remontar el tema logístico.
En un principio, el gobierno había dicho que la entrega sería en 60 lugares, pero luego hablaron de 570 lugares y que el medicamento sólo se podría comprar a los titulares del registro sanitario con lo que quedan fuera las empresas distribuidoras y consecuentemente rebasa la capacidad de abasto de la industria.
La distribución –enfatiza Gual– es un eslabón muy importante de la industria para abastecer en tiempo y forma. La industria no tiene esa capacidad logística para entregar en 579 lugares.
El tema lo lleva el súper subsecretario de salud, Eduardo Clark. Hay que recordar que Clark fue el titular de la Agencia Digital de Innovación Pública de la Ciudad de México. A él le toca ejecutar el nuevo modelo de adquisición de medicamentos.
Seguramente comprenderá el tema. Ojalá que empiecen bien. Que paguen las deudas pendientes y ahora sí, funcione el nuevo modelo. Veremos.