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Nueva narrativa de arranque y freno en los mercados
Los inversionistas en Bolsa celebran que los reportes de las emisoras siguen siendo sólidos aun en el tercer trimestre y que la perspectiva de crecimiento no apunta hacia niveles muy bajos; si a eso le agregamos la baja de impuestos que promete Trump y menores tasas de interés, no es de extrañarse los niveles que vemos ahora.
Luego de que la Fed decidió por fin bajar las tasas de interés y declaró un aparente ciclo de baja, vemos a los mercados financieros, primero alegrarse de más y luego, de nuevo decepcionarse, ante la evidencia de que la expectativa de una baja abrupta y en un plazo corto no está sobre la mesa.
Un par de factores han propiciado esta nueva vuelta de expectativas: la solidez que aun muestra la economía y el entorno político previo a las elecciones.
Un nuevo cambio tendrá que verse solo si alguno de estos factores vuelve a cambiar.
Los datos económicos describen una situación claramente alejada de una recesión en Estados Unidos. Las cifras de empleo se ubicaron al inicio de mes muy por encima de las expectativas, la tasa de desempleo descendió y la velocidad de aumento de salarios creció.
Nada nuevo, pero sí algo decepcionante con respecto a la idea de los inversionistas sobre un freno brusco; sobre todo después de que la Fed decidió reducir la tasa de interés de referencia en 50 puntos base en septiembre.
Mas aun, los datos de desempeño en la industria de servicios y en especial en el consumo superaron las expectativas.
De acuerdo con estimaciones de la Fed de Atlanta, el PIB del periodo julio-septiembre probablemente creció 3.2% a tasa trimestral anualizada (tta). Esta cifra contrasta con estimados entre 0.5% y 1.0% tta del consenso a inicios del 3T-24.
La inflación al consumidor se ubicó en 0.2% mensual en septiembre, por encima del 0.1% previsto por el consenso de analistas del mercado. Excluyendo alimentos y energía, la inflación se ubicó en 0.3% mensual (vs. 0.2% estimado).
Las tasas anuales se ubicaron en 2.4% y 3.3% en la parte general y la subyacente. Las lecturas del mes previo fueron 2.5% y 3.2%, respectivamente.
La inflación general continúa a la baja. Por otra parte, la subyacente enfrenta resistencia.
Súmele a todo lo anterior, las declaraciones recientes de algunos miembros del Comité de Mercados Abiertos de la Reserva Federal de Estados Unidos mencionando que no hay argumentos para aplicar otra baja de 50 puntos base y tenemos un escenario que se ha complicado para la curva de tasas.
El otro factor es más interesante. En un espacio de dos semanas las predicciones sobre el resultado de las elecciones del 5 de noviembre han cambiado. En estos momentos, los principales sitios de apuestas y casas encuestadoras vuelven a recargarse a favor de Donald Trump.
Al parecer el impulso de la Sra. Harris de agosto y septiembre se agotó. Las diferencias son mínimas, la elección sigue siendo muy apretada de acuerdo con la disputa en estados clave; sin embargo, los inversionistas vuelven a descontar el triunfo de Trump como probable y eso le da explicación al fenómeno que vemos: tasas más altas y bolsas resistentes en niveles máximos.
Más aún, las posibilidades de que el partido demócrata logre retener la mayoría del Senado o recupere la mayoría en la Cámara de Representantes ha disminuido de acuerdo a las encuestas, ello abre la posibilidad de que Trump tenga menos oposición para imponer algunas iniciativas sin contar con un freno desde el Congreso.
¿Qué se descuenta? Menos impuestos, un mayor déficit fiscal, tarifas comerciales sobre un gran número de bienes; es decir, un posible retorno de una mayor inflación, una presión a la larga sobre los precios y sobre las tasas de interés.
Los inversionistas en Bolsa celebran que los reportes de las emisoras siguen siendo sólidos aun en el tercer trimestre y que la perspectiva de crecimiento no apunta hacia niveles muy bajos; si a eso le agregamos la baja de impuestos que promete Trump y menores tasas de interés, no es de extrañarse los niveles que vemos ahora.
Claro, la narrativa puede cambiar de nuevo; lo hemos visto varias veces en el año. Hasta finales del verano el tema “bisagra” era el comportamiento de la inflación y si la Fed bajaría o no las tasas de interés en algún momento; ahora es el resultado de la elección y el panorama que definiría para 2025 en cuanto a las emisoras y la postura de la misma Fed.
Los mercados en México son bastante susceptibles a lo anterior. La situación de las tasas así lo demuestra con alzas importantes. La diferencia es que aquí hay cambios en el ambiente político que no colaboran aun a mejorar la percepción de los inversionistas, por más amigables que sean los discursos a favor de la inversión.
Vamos a ver si esta nueva narrativa es se sostiene en las siguientes semanas.
*Rodolfo Campuzano Meza es director general de Invex Operadora de Sociedades de Inversión.