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Opinión

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¿Cuál es tu personalidad financiera y cómo influye en tus finanzas personales?

Ya hemos hablado de cuatro personalidades financieras distintas. Hoy toca el turno de la personalidad con la que más me identifico: 

El “Planificador” - La clave de la estrategia financiera.

La personalidad del “planificador” se caracteriza por un enfoque metódico y estratégico hacia las finanzas. Esta persona se siente cómoda estableciendo metas a corto y largo plazos y trabaja diligentemente para alcanzarlas. Los “planificadores” suelen ser organizados y disciplinados, lo que les permite construir una base financiera sólida y sostenible.

Ellos son expertos en la creación y ejecución de su plan de gastos. Tienen una visión clara de su situación financiera y son capaces de identificar áreas donde pueden ahorrar o invertir. Esta atención al detalle les permite evitar deudas innecesarias y mantener un control sobre su dinero. Además, suelen investigar y educarse sobre diferentes opciones de inversión, lo que les ayuda a tomar decisiones informadas.

Una de las principales ventajas de ser un “planificador” es la capacidad de establecer metas financieras claras. Al tener objetivos específicos, como el ahorro del retiro, financiar la educación de sus hijos o comprar una casa, pueden diseñar un plan que les permita alcanzar esos objetivos de manera efectiva. Esta claridad les proporciona motivación y dirección en su vida financiera.

Las desventajas de ser un “planificador”

Los “planificadores” en ocasiones pueden volverse demasiado rígidos en su enfoque y suelen tener menor capacidad de adaptación cuando hay cambios inesperados en su situación financiera o en el mercado.

Esta falta de flexibilidad puede llevar a la frustración si las cosas no salen como ellos las han planeado. También les puede llevar a perder oportunidades de inversión importantes que requieren una respuesta rápida.

Además, los “planificadores” pueden experimentar ansiedad si sienten que no están cumpliendo con sus metas.

Esta presión puede llevar a un enfoque poco saludable hacia el dinero, donde cada decisión se convierte en una fuente de estrés. Antes me sucedía esto con mi presupuesto, hasta que aprendí las reglas para hacer un plan de gastos que he explicado en este espacio. Lo que me lleva a:

Cómo pueden mejorar su enfoque los “planificadores”

Una de las reglas del plan de gastos es: la realidad nunca se da exactamente como pensamos. Nuestro presupuesto no está escrito en piedra. Por ejemplo: si “presupuestas” 1,000 pesos para la luz, pero el recibo llega por 1,300 pesos, de todos modos tienes que pagarlo. Eso no significa que ya te pasaste de tu presupuesto. Por el contrario: en ese momento lo revisas y miras cómo cambias tu plan, para adaptarse a esa nueva realidad. En otras palabras, a cuál categoría le quitas esos 300 pesos que te faltan.

Debo decir que esta regla me cambió la vida y fue lo que me enseñó a desarrollar esa capacidad de adaptación y eliminar buena parte del estrés financiero que sentía. Además, me ha ayudado a otras cosas, por ejemplo, a aprovechar oportunidades de inversión que no había considerado en mi plan e incluso a experimentar con otras opciones.

Ahora que toco el tema, muchos “planificadores” suelen ser cautelosos en sus inversiones. Nunca fue mi caso, porque aprendí educación financiera desde el principio y comprendí que para lograr un crecimiento real de mi dinero en el largo plazo, tenía que aceptar volatilidad en mis inversiones. Entendí cómo funciona el mercado y cómo manejar mis riesgos. Esto me lleva a afirmar, nuevamente, que la educación financiera es fundamental también para esta personalidad.

Finalmente, los “planificadores” deben recordar la importancia de celebrar sus logros. Algunos se olvidan de reconocer el progreso que han hecho, porque lo ven como una consecuencia natural de planear. Pero celebrar hitos importantes con la familia es fundamental.

Cuando mi esposa y yo terminamos de pagar la hipoteca, en poco más de cinco años, nos fuimos a cenar a uno de los mejores restaurantes de la ciudad y fue una velada que aún recordamos (porque además, coincidió con nuestro aniversario).

En conclusión, la personalidad del “planificador” es una gran ventaja en el manejo de las finanzas personales, ya que suelen tener sus prioridades muy claras y establecen objetivos puntuales. Sin embargo, es fundamental que los “planificadores” aprendan a ser flexibles y a adaptarse a los cambios. Cuando encuentran este equilibrio, pueden construir un futuro sólido y alcanzar su libertad financiera.

Ejecutivo de alto nivel en seguros y reaseguro con visión estratégica de negocio, alta capacidad de liderazgo, negociación y gerencia. Además es columnista de Finanzas Personales en El Economista, Coach en Finanzas Personales y creador de la página planeatusfinanzas.com

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