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Opinión

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¿Qué tan rápido podrá avanzar la agenda laboral de Claudia Sheinbaum?

En los primeros tres días del nuevo gobierno se aprobó la “Ley Silla” en la Cámara de Diputados. La presidenta anunció que el salario mínimo se incrementará 12% en 2025 y adelantó que la semana laboral de 40 horas va en serio, pero su implementación será gradual.  

Los anuncios no se detienen ahí. Vienen cambios para otorgar seguridad social a los trabajadores de aplicaciones tipo Uber. En breve se presentará una reforma para lograr la igualdad laboral sustantiva, dijo la flamante secretaria de Mujeres, Citlalli Hernández. Igualdad sustantiva implica muchas cosas, entre ellas reconocer formalmente la figura de cuidadora en el hogar y obligar a las empresas a hacer una realidad para que no haya discriminación salarial.

Ninguno de estas propuestas nació ayer, pero sorprende la importancia que han tomado en el arranque del sexenio. Claudia Sheinbaum había bosquejado la política de los salarios mínimos en la campaña presidencial, aunque entonces se mencionó un incremento de 11% promedio anual en el sexenio para llegar a un poder adquisitivo de 2.5 canastas básicas al final del sexenio, en 2030. Normalmente, el salario mínimo se define y anuncia a fines de noviembre. Esta vez fue en la primera semana de octubre, aunque queda por ver cómo la Conasami aterrizará la línea que trazó Sheinbaum.

La semana laboral de 40 horas fue propuesta por Movimiento Ciudadano en la anterior Legislatura. No logró los votos necesarios, aunque la discusión sirvió para ilustrar la complejidad e importancia del tema. Esta vez va con el apoyo presidencial, pero la presidenta entiende que un cambio tan importante no puede ser fruto de la imposición porque requiere consensos e hilar fino. La protección social para los trabajadores de aplicaciones es un tema que se discute en todo el mundo y que en México tiene que ver con más de medio millón de trabajadores. Generó un intenso diálogo sin acuerdos en la Secretaría del Trabajo en tiempos de Luisa María Alcalde. Fue a mediados del sexenio pasado.

La agenda de igualdad sustantiva ha sido impulsada por los movimientos feministas desde hace varios años, aunque ha ganado fuerza en el último lustro. Son varios temas que constituyen, en conjunto, un rompecabezas de medidas cuyo denominador común es reconocer los obstáculos de las mujeres en el mundo laboral y corregirlos.

Obligar a las empresas a contar con espacios dignos para lactancia tiene que ver con infraestructura física. Poner cuotas de participación de mujeres en los consejos de administración es algo que puede estar incluida en una agenda de igualdad sustantiva, aunque no hay un consenso al respecto. Hay países desarrollados que la tienen y otros que no.

La agenda laboral de arranque de sexenio es muy ambiciosa. Entre líneas podemos ver el reconocimiento desde el equipo de Sheinbaum de que estamos lejos de tener el mundo laboral que necesitamos. Hay 13.7 millones de personas que están excluidas de los trabajos remunerados por hacer labores de cuidados en el hogar, según el Observatorio del Trabajo Digno de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza. Los datos que produce este observatorio, que dirige Rogelio Gómez Hermosillo, no dejan mucho espacio al conformismo: hay 35.5 millones de personas que trabajan sin acceso a la salud y al seguro social. La tercera parte de los trabajadores en el sector formal gana salarios de pobreza.

¿Qué tan rápido se puede ir en una agenda tan ambiciosa? Una limitación real tiene que ver con el crecimiento de la economía. Para 2024 el PIB crecerá 1.2%, según BBVA y 1% en el 2025. Los indicadores de consumo, actividad industrial e inversión reflejan un enfriamiento que podría convertirse en recesión. Un contexto de bajo crecimiento hace complicado para las empresas el contratar personal o mejorar las condiciones para los trabajadores que ya tiene. No pienso tanto en las grandes empresas, sino en el 96% del total, que son micro, pequeñas y medianas.

El estancamiento de la productividad es otro lastre. El índice global de productividad laboral de la economía del Inegi muestra que la productividad de la mano de obra en México se encuentra 4% debajo del nivel que tenía en 2018. Es difícil imaginar un futuro donde los sueldos y las condiciones sigan mejorando a buen ritmo, si no hay un cambio de tendencia en la productividad. El reto es hacer que las mejoras salariales y laborales sean sostenibles.

Otro asunto a tomar en cuenta es el cambio tecnológico. Tenemos el reto de generar alrededor de 1 millón de empleos al año, pero desde hace algunos años, cada millón de dólares (o pesos) de inversión genera menos puestos de trabajo. Las empresas enfrentan una competencia brutal y buscan generar eficiencias que tienen que ver con la implementación de procesos de automatización o incluso de robotización. ¿Qué impacto tendrá la inteligencia artificial en el mercado laboral mexicano? ¿Cómo afectará el cambio tecnológico la agenda laboral del gobierno de Claudia Sheinbaum?

Licenciado en Economía por la Universidad de Guadalajara. Estudió el Master de Periodismo en El País, en la Universidad Autónoma de Madrid en 1994, y una especialización en periodismo económico en la Universidad de Columbia en Nueva York. Ha sido reportero, editor de negocios y director editorial del diario PÚBLICO de Guadalajara, y ha trabajado en los periódicos Siglo 21 y Milenio. Se ha especializado en periodismo económico y en periodismo de investigación, y ha realizado estancias profesionales en Cinco Días de Madrid y San Antonio Express News, de San Antonio, Texas.

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