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Opinión

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El trumpismo es un fenómeno paranormal

Si Donald Trump hubiera ganado las elecciones en el 2020 ahora estaríamos tranquilos. 

El mundo con reglas no es el mundo de Trump porque en su mundo, él es la regla.

Los problemas cognitivos de Joe Biden no nacieron la noche del debate. Nadie se lo dijo, ni siquiera Kamala Harris. Ahora, se arrepiente de no habérselo dicho.

Los europeos quedarán tranquilos en caso de que Trump les resuelva el conflicto en Ucrania a favor de Rusia.

El pragmatismo es el mejor medicamento contra la burocracia.

Netanyahu celebra la derrota de Kamala porque Jared Kushner hizo más por él en pocos meses que Obama y Biden en 12 años.

Sheinbaum, De la Fuente y Ebrard reaccionan como lo hicieron los músicos del Titanic.

La máxima figura de la Casa Blanca desde enero próximo será un delincuente.

Elon Musk es el verdadero vicepresidente de Estados Unidos.

Los demócratas pasarán a ser la tercera fuerza política, luego de los trompistas y de las agencias de seguridad.

Naciones Unidas sufrirá quedará convertido en un simulador para estudiantes de preparatoria y universitarios.

Bukele, Milei y Trump, el futuro de América Latina.

La gente quiere promesas, no realidades, pese a que Nietzsche decía que la esperanza es el peor de los males.

Las encuestas son tan sofisticadas publicitariamente hablando como lo son los anuncios de la Coca Cola, pero han dejado de reflejar la realidad.

Cuatro años más sin diplomacia de Estado, en México.

El milagro americano ha mutado: ahora, los delincuentes también podrán aspirar a convertirse en presidentes.

Harris tuvo un sueño: convertir los temas de género en centro de la oferta política.

La Franja de Gaza ya fue redibujada por Netanyahu y Trump solo tendrá que demarcarla con regla y escuadra.

Lecciones de política exterior de Trump a las preguntas planteadas en los 80: ¿Cree que Pakistán simplemente claudicaría? ¿No tendríamos que ofrecerle algo a cambio? Trump responde: Quizá deberíamos de ofrecerles algo. Lo que yo propongo es empezar con toda la cortesía posible. Hay que aplicar toda la presión necesaria hasta lograr el objetivo. Al principio le dices: “Vamos a deshacernos del armamento”. Si no surte efecto, les cortas la ayuda. Y luego más y más. Haces lo que haga falta para que aparezcan disturbios en la calle y para que no tengan agua. Que no tengan curitas ni comida”. (El camaleón: la invención de Donald Trump, Maggie Haberman, editorial Planeta).

El nuevo orden internacional lo determinará China.

El Partido Republicano tiene ochos años de inexistencia. El Partido trumpista es paranormal.

Fue profesor investigador en el departamento de Estudios Internacionales del ITAM, publicó el libro Referéndum Twitter y fue editor y colaborador en diversos periódicos como 24 Horas, El Universal, Milenio. Ha publicado en revistas como Foreign Affairs, Le Monde Diplomatique, Life&Style, Chilango y Revuelta. Actualmente es editor y columnista en El Economista.

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