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Mazda: Cambio de rumbo
Serán 3 nuevos modelos los que consoliden a la marca en el segmento Premium para llegar al 9% de participación en el mercado nacional.
Miguel Barbeyto, presidente de Mazda de México, guía a la marca hacia Mazda Mirai, proyecto con el que buscan llegar a más familias mexicanas. La producción de CX-3 en Salamanca es pilar de este plan. Foto: Cortesía
Se cumplen 17 años de Mazda en nuestro país, y aunque la aceptación que logró hace unos años estaba en su máximo nivel, es cierto que estos últimos 5 años ha venido a menos. Por ello ya tienen planes sólidos de crecimiento para regresar y lograr salir adelante, más fuertes.
En 2005 la firma japonesa llegó a nuestro país y contaba con 250 empleados y 5 distribuidoras. Su primer año de ventas registró 7,500 unidades con 3,800 órdenes de servicio. Para este 2022 Mazda cuenta con 10,000 empleados y suma 68 distribuidoras. Su estimación de ventas para el cierre del año se ubica en las 53,334 unidades.
La evolución en ya casi dos décadas de la firma japonesa en México se manifiesta con la creación de 10 centros de colisión, una planta de manufactura, una empresa de logística y un almacén de partes que han posicionado a Mazda de México en el lugar número siete de más de 113 países para la corporación a nivel mundial.
El nuevo objetivo para Mazda en México es ser la compañía automotriz Premium que promueva el manejo de sus modelos a través de experiencias que fascinen a las personas, convirtiéndolas en embajadores de la marca.
El camino hacia ello los ha llevado a la construcción de la Planta de Salamanca que requirió una inversión de 770 millones de dólares y un periodo de dos años para iniciar operaciones. Actualmente cuenta con 5 mil 200 empleados en planta y exporta a más de 35 países haciendo sinergia con 216 proveedores. La producción de la planta inició en 2014 con 101,769 unidades. Hoy Salamanca produce 815 unidades diarias y hasta octubre de este año registra un total histórico de 1`360,615 vehículos producidos.
Es aquí, en la Planta de Salamanca donde el pasado 4 de octubre inició la producción de Mazda CX-3 que requirió un año de planeación y preparación desde la planta de Japón hacia el Estado de Guanajuato y su municipio de Salamanca. La inversión aproximadamente fue de 60 millones de dólares además de que derivó en la creación de 100 nuevos empleos.
SUVS: Segmento al alza
Durante los últimos 10 años, el segmento de autos subcompactos y B-SUV se han mantenido como el principal impulsor del volumen total de la industria en México, sin embargo, las ventas de Mazda dentro de esos dos segmentos se han concentrado dentro de la zona de menor oportunidad de volumen debido al posicionamiento de precio del producto.
A lo largo de los últimos tres años el segmento que ha registrado mayor crecimiento es el de las camionetas. Por ello, Mazda pone en marcha una estrategia de producto dentro del segmento de camionetas medianas y grandes que le permita la introducción de nuevos productos que generen mayor valor de compra con sus consumidores tomando en consideración que los clientes de Mazda están dispuestos a pagar un precio alto por productos que ofrezcan mayor valor.
El plan es seguir creciendo la operación en México, tomando ventaja de fortalezas como marca y así crecer la participación de mercado del 5% que tiene actualmente al 9% que es el objetivo.
Lo que viene
Una de las estrategias está orientada en ofrecer un amplio catálogo de camionetas SUV comenzando con CX-5 y sumando nuevas opciones que irán debutando el año que viene con CX-50, CX-70 y CX-90.
CX-50 es una camioneta SUV mediana, totalmente distinta a CX-5. Se producirá en Huntsville, Alabama donde Mazda comparte instalaciones con Toyota.
Mazda CX-50 ofrecerá el actual ADN de la marca, con el atractivo diseño dinámico ya característico de la marca, así como un manejo y capacidades mejoradas para sumar esas experiencias que la marca busca darles a sus clientes. Estará equipado en todas sus versiones con tecnología i-Activ All-Wheel Drive (AWD) y el nuevo Mazda Intelligent Drive Select, o Mi-Drive que ayudarán a una conducción natural en todo tipo de condiciones, con capacidad de remolque y todoterreno. Montará según la versión, el motor de aspiración natural Skyactiv-G 2.5 o el motor Skyactiv-G 2.5 Turbo acoplados a una transmisión automática de seis velocidades.
En cuanto a Mazda CX-70 será una camioneta de 2 filas de asientos que seguramente montará un propulsor de 6 cilindros con la nueva arquitectura longitudinal de Mazda. Una SUV de gran desempeño que rondará los 300 hp y con una maniobrabilidad, tecnología y diseño de primer nivel.
Finalmente, CX-90 será el producto tope de línea que sustituirá eventualmente a CX-9. Se trata de un Mazda SUV con tres filas de asientos y siete plazas, de dimensiones más grandes mucho espacio y confort en cabina con todos los elementos para llenar el estándar Premium y que incluya un motor turboalimentado de seis cilindros en línea.
En otra dirección
En cuanto a vehículos autónomos, Mazda no dirige su meta hacia ese sector ya que el manejo autónomo va en contra de la filosofía de la marca que es la propia conducción.
La marca más bien, está trabajando en tecnologías de seguridad y de otro tipo, para que los clientes y personas alrededor de un vehículo Mazda estén segura.
Muchas otras automotrices han dicho que ya no requerirán de distribuidores, en Mazda sí es y será necesario contar con distribuidores dado que el contacto humano para Mazda, es importante.
El mantener precios cuando todos los competidores los suben, el convencer a los distribuidores para que sigan invirtiendo en una época en donde todos saben que no es la más óptima para hacerlo en el país por el nivel alto de incertidumbre que podría llevarlos a perder dinero, son también acciones que está tomando la firma japonesa en México y seguirá invirtiendo como lo demuestra con la producción de CX-3 en Salamanca y continuará con más acciones similares exponiendo su fe en el país para seguir entregando resultados.
