Medios de pago: la experiencia chilena de “vender con maquinita”

Los terminales point of sale (PoS) ya se encuentran en negocios donde hasta hace unos años eran inimaginables, en un rápido proceso de tecnologización donde no está de más aportar una orientación a los emprendedores sobre las oportunidades y precauciones que es necesario abordar cuando se adoptan estos servicios.

Y es que ya no solo son tarjetas de débito y crédito las que admiten estos dispositivos, sino que también pueden aceptar otros mecanismos de pago que incluyen claves dinámicas y códigos QR.

“Según nuestra data y la información recibida en terreno por cientos de emprendedores, la principal ventaja de incorporar tecnología de medios de pago electrónicos en sus negocios es un incremento de alrededor de 35% en sus ventas”, dijo la gerente de clientes PYME de Transbank, Mariana Alarcón.

“Al vender con ‘maquinita’ en sus negocios, ofrecen a sus clientes transacciones más seguras y rápidas, además de tener un registro más ordenado de sus ventas. Estas ventajas son transversales para cualquier tipo de comercio, desde los más pequeños hasta los más grandes”, agregó.

¿Qué es necesario tener en cuenta para subirse al carro de los medios de pago? El tipo de cliente promedio y la cultura organizacional del negocio se presentan como aspectos clave.

Factores a considerar

“En general, para elegir el medio de pago es importante priorizar una solución que permita a las PYME enfocarse en hacer crecer su negocio eficazmente”, dijo el head of product de SumUp Chile, Sebastián Avilés.

El ejecutivo enumera cinco factores relevantes a asimilar en el mundo de operaciones PoS: el retroceso en el uso del dinero en efectivo, las menores fricciones para el cliente y las mayores posibilidades, la rapidez del servicio de venta, el ordenamiento de las finanzas del negocio y la consecuente mejor administración del mismo.

SumUp es una FinTech europea dedicada a proveer a empresas las herramientas tecnológicas para procesar tarjetas de crédito, débito y prepago.

“Se debe considerar cuánto tiempo se demoran las ventas en caer en la cuenta bancaria del negocio, cuán fácil es ocupar mi medio de pago y cuán fácil es capacitar a otros para utilizarlo, cuáles son las condiciones comerciales del servicio y si estos son transparentes, y finalmente, una reportería que permita automatizar la gestión del negocio para facilitar la toma de decisiones”, aconsejó Avilés.

Similares son las observaciones de Nicolás Castro, CEO de Ordéname, una firma de soluciones tecnológicas para el comercio que ofrece aplicaciones e inteligencia artificial.

“Normalmente los negocios tradicionales tienen proceso de pago y de cobranza manuales, muy tradicionales y poco tecnológicos, procesos en los cuales es muy sencillo equivocarse o perder la cuenta de lo que se está cobrando por ejemplo. Esto se ve reflejado en los conocidos ‘cuadernitos’ de los almacenes de barrio”, señaló Castro.

Pero afirmó que esto ya ha empezado a cambiar, a medida que las empresas entienden la importancia de tener una disposición al cambio; agilidad para implementar, probar y mejorar los servicios; y un presupuesto destinado de antemano para estos fines.

“Lo primero que debemos considerar es que cada uno de estos factores y el cómo se desarrollen dependerá del estado de las organizaciones”, indicó Castro, poniendo el ejemplo de que a veces en un emprendimiento puede primar la agilidad y el cambio sobre el presupuesto o viceversa.

“En conclusión, un cambio cultural o una inversión en cambios culturales es algo más complicado que la inversión de dinero. Por eso el llamado es a comenzar a evaluar desde la interna de las empresas antes de invertir en nuevas tecnologías y plataformas”, subrayó.

Según una respuesta escrita de Santander, se debe velar porque las soluciones de pago presenciales y no presenciales cumplan con estándares de seguridad tales como PCI-DSS y 3D Secure, y que estas lleguen a través de un servicio confiable y a un precio competitivo

Nuevas tecnologías

Avilés puso el acento en que “es muy distinta la solución para un comercio que vende solo físicamente, para un comercio que vende online a través de una web, una persona que vende a través de redes sociales o una PYME. Junto con ello, es relevante el tamaño del comercio, así como el producto o servicio que comercializa y el segmento al cual está dirigido”.

En este sentido, hizo un repaso por la serie de nuevas tecnologías que han irrumpido en los medios de pago: códigos QR, links de pago, lectores de tarjetas PoS con conexión a celular y PoS en formato standalone, impresoras y servicios que permiten emitir boletas electrónicas.

“Muchas de las necesidades de los comercios nacen a partir de lo que sus propios clientes les piden. Por ejemplo, la impresora está pensada para mejorar la propuesta de valor para quienes necesiten contar con un respaldo físico de sus operaciones. Por otro lado, el pago en cuotas es una ayuda esencial para los consumidores que necesitan comprar algo hoy y pagarlo en el futuro”, apuntó.

Castro reitera el punto de que lo más importante es saber quién es el cliente y qué tipo de método de pago le va a facilitar la vida tanto a este como al propio negocio.

“Si tú eres un almacenero y tienes estos cinco métodos de pago y tu cliente es una persona que viene a comprar una bolsa de pan o una bebida, lo más probable es que el método de pago más sencillo de utilizar no sea una transferencia ni tampoco el pago en efectivo, si no más bien la tarjeta de débito o crédito, o bien el código QR”, ejemplificó.

“Cualquiera pensaría que los métodos de pago o las tecnologías por lo general son caras de contratar e implementar, y no necesariamente es así. El llamado es a cotizar, evaluar y entender para qué tipo de negocio funciona mejor cada tecnología y cuál es el público al que queremos ayudar o simplificar sus procesos”, consignó el ejecutivo.