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Cannes declara persona non grata al realizador danés Lars von Trier
El cineasta danés Lars von Trier, que causó conmoción en Cannes al declarar su "simpatía" hacia Hitler, fue sancionado por la dirección del Festival de Cine.
Cannes. El cineasta danés Lars von Trier, que causó conmoción en Cannes al declarar su "simpatía" hacia Hitler, fue sancionado el jueves por la dirección del Festival de Cine, pero no excluido del certamen, donde aspira a una segunda Palma de Oro con su película "Melancholia".
Lars Von Trier fue declarado "persona non grata", lo que es inédito en la historia de este Festival, tras una reunión extraordinaria de los responsables de la mayor muestra del cine mundial, un día después de las declaraciones del realizador danés sobre Hitler.
"El Consejo de Administración condena firmemente sus declaraciones y declara a Lars von Trier persona non grata en el Festival de Cannes, con efecto inmediato", indicó la dirección de la muestra, presidida por Gilles Jacob, que decidió mantener su filme en el concurso por la Palma de Oro, que será atribuida el domingo.
La sanción es contra "un hombre, no una obra", precisó Thierry Frémaux, responsable de la selección del Festival.
Lars Von Trier expresó el jueves, por medio de una de sus casas productoras, Meta Foldager, que "aceptaba" la medida tomada por los responsables de este certamen tras sus declaraciones sobre el líder nazi.
Para el realizador francés Claude Lelouch, sus frases constituyen "un verdadero suicido cinematográfico".
"Comprendo a Hitler y le tengo un poco de simpatía, aunque creo que no era un buen tipo", declaró el realizador de 55 años, en una rueda de prensa el miércoles tras la presentación de "Melancholia", un hermoso filme que evoca el fin del mundo.
"Creo que (Hitler) hizo malas cosas, sí, absolutamente, pero puedo imaginarlo sentado en su búnker, al final", agregó el realizador, que conquistó la Palma de Oro en 2000 por "Bailarina en la oscuridad ("Dancer in the dark") y el Gran Premio del jurado en 1996 por "Breaking the waves".
Las palabras del cineasta crearon estupefacción en la sala de prensa y conmoción en la dirección del Festival de Cannes, que le pidió que se disculpara.
El Festival "lamenta profundamente que esta tribuna haya sido utilizada por Lars von Trier para expresar palabras inaceptables, intolerables, contrarias a los ideales de humanidad y de generosidad que guían la existencia misma del Festival", indicaron los responsables de Cannes.
Von Trier respondió con un mensaje pidiendo perdón. "Si ofendí a alguien esta mañana con mis declaraciones en la rueda de prensa, pido sinceramente disculpas. No soy ni antisemita, ni racista ni nazi", aseguró.
Sus disculpas no apaciguaron el revuelo causado por sus palabras, que suscitaron reacciones indignadas de organizaciones contra el racismo y el antisemitismo, volviendo casi imposible que su filme arrebate una Palma de Oro.
l Festival "ofrece a los artistas del mundo entero una tribuna excepcional para presentar sus obras y defender la libertad de expresión y de creación", recordó el comunicado.
La Liga Internacional contra el Racismo y el Antisemitismo (LICRA) afirmó que "es demasiado simple pedir disculpas después de haberse dado a provocaciones inadmisibles más o menos controladas".
Asimismo el Consejo Representativo de Instituciones Judías de Francia (CRIF) se declaró "horrorizado" por las declaraciones de Lars von Trier que "traducen, en su ignominia, las tendencias más inquietantes de la banalización actual del nazismo".
Lars von Trier "no tiene nada que hacer en un Festival de Cannes donde gran parte de quienes participan habrían sido enviados a un campo de concentración por Hitler, ese hombre por quien él experimenta tanta simpatía", añade el CRIF.
En Bruselas, el ministro francés de Cultura Frederic Mitterrand justificó la medida adoptada por el Festival de Cannes, estimando que las declaraciones de Lars von Trier son "inaceptables".
"Me parece indigno, es inaceptable", declaró Mitterrand en una rueda de prensa al margen de una reunión en Bruselas con sus homólogos de la Unión Europea.
En una entrevista hace unos años a un diario francés, el realizador había explicado que sus posiciones son "políticamente incorrectas".
"Prefiero ser políticamente incorrecto porque eso significa plantear los problemas y discutirlos, lo que está a la base de la democracia", dijo el ahora repudiado cineasta.