El gran final de Breaking Bad

Este domingo 29 de septiembre llegará a su fin Breaking Bad , la serie de televisión de la cadena AMC, que en sus cinco años al aire se ha consagrado como una de las series más exitosas de todos los tiempos.

La expectación por conocer el desenlace de la historia sobre Walter White , un profesor de química enfermo de cáncer convertido en productor de metanfetamina, se desbordó el domingo pasado ya que la producción se coronó con el Emmy a Mejor serie dramática por su quinta temporada.

Ese mismo domingo, la serie protagonizada por Bryan Cranston, Anna Gunn y Aaron Paul registró una audiencia de 6.6 millones de espectadores en el penúltimo episodio Granite State de 75 minutos. Con lo cual rompió su propio récord impuesto una semana antes con Ozymandias , el antepenúltimo capítulo que fue visto por 6.3 millones de fans.

Se calcula que 8 millones de personas podrían ver el final, con lo que se quedaría lejos de superar a Sex and The City (10.6) The Sopranos (11.9 millones de televidentes), millones) o Frinds (22.8 millones).

Sin embargo, Breaking Bad logró aplastar el domingo pasado a Dexter , que tras ocho temporadas al aire se despidió con 3 millones de telespectadores.

Breaking Bad , entrará en el libro de los récords Guinness al convertirse en la serie mejor evaluada tras recibir una calificación de 99 sobre 100, con su quinta temporada, en el sitio web Metacritic .

Su creador Vince Gilligan, quien saltó a la fama como guionista de The X Files , adjudica su éxito a un cambiante mundo de la TV, el servicio de video bajo demanda y el apoyo brindado en las redes sociales.

Así quedó demostrado con la irrupción en el mercado de House of Cards de Netflix que hizo historia al ser nominada a los Emmy y ganar en la categoría a Mejor director de una serie, para David Fincher.

El thriller político que Netflix lanzó en 13 episodios, demostró que los medios digitales pueden producir series de calidad que pueden competir al mismo nivel con las de la televisión.

En la opinión de los expertos las cadenas por cable están pasando por un gran momento creativo ante un panorama televisivo cambiante y cada vez más competitivo.

Además de Netflix (servicio con 37 millones de clientes), otras páginas como Amazon.com y Hulu están invirtiendo en series originales y contratando a las grandes estrellas de Hollywood.

Tal es el caso del ganador del Oscar Kevin Spacey, quien volvió a sacudir la pantalla con su papel en House of Cards . Él opina que la televisión ha rebasado al cine como el lugar de los dramas de calidad con personajes interesantes, pero que la industria se expone al fracaso si no reconoce que los espectadores tienen el control sobre lo que ven y cuándo.

Durante su participación en el Festival Internacional de Televisión de Edimburgo, realizado hace unas semanas, el actor dijo que series como The Wire , Dexter y Breaking Bad demostraron que la televisión rebasó al cine en cuanto a la narrativa sofisticada, pero que esta edad dorada está en riesgo si el sector no responde y se adapta al modo en que las nuevas tecnologías, internet y las redes sociales han transformado la forma de consumir entretenimiento.