La Academia Mexicana de Ciencias cierra filas: "crisis significa oportunidad de cambio", asegura su nuevo presidente

El doctor José Seade Kuri, matemático, investigador y académico mexicano se convirtió en el presidente número 39 de la Academia Mexicana de Ciencias para el trienio agosto 2023 – agosto 2026, en relevo de la doctora Estela Susana Lizano Soberón. En medio de un panorama complicado y con genuinas dudas sobre la continuidad de esta institución fundada en 1959, debido a una grave crisis económica que la llevó prácticamente a la inoperancia, Seade asegura: “Mi lema como presidente de la Academia será: sumar, trabajar y dialogar con todos (…) Crisis significa oportunidad de cambio y crecimiento. Saldremos reforzados”, asegura.

Estas frases fueron en diversos momentos reforzadas por sus miembros, quienes aseguraron que el trabajo en conjunto será su mayor fortaleza. El doctor José Sarukhán Kermez, en representación de los ex presidentes manifestó: "debemos mantener la autonomía e independencia de la Academia. El sentido de pertenencia es esencial para tener una voz más clara y más fuerte".

En su discurso inaugural, celebrado en El Colegio de México, Seade confirmó que los pasados tres años han sido difíciles para la Academia. “El trabajo de supervivencia que han realizado el Consejo Directivo saliente y el personal que labora para la Academia, ha sido estoico y se los agradezco de corazón”.

De manera específica habló de los problemas financieros que han provocado que la sede en Tlalpan esté cerrada al público y sólo se conserve en uso una pequeña parte. Además, fue necesario reducir el personal que trabajaba para la Academia de 55 a 9 miembros, y recordó que se tiene un serio problema de pasivo laboral, también que la mayor parte de los programas de la Academia están suspendidos.

Aclaró que han logrado sobrevivir gracias a las cuotas de membresía, tanto individuales como institucionales, y gracias al apoyo de algunas instituciones, principalmente de la UNAM. Pero hoy urgen recursos para pagar 20 millones de pesos que deben en finiquitos, para reacondicionar y poder usar la Casa de Tlalpan, reactivar los programas temporalmente suspendidos, y para seguir publicando la revista Ciencia, entre otros proyectos.

Aunque el panorama luce difícil, los agremiados son optimistas, pues aseguran, tienen la riqueza de más de 3,000 miembros que son científicos “generosos y comprometidos con México”, además “tenemos la fuerza moral de más de 60 años de trabajo arduo y de alta calidad, de tantas y tantos científicos mexicanos. Eso es un tesoro de valor incalculable”, resaltó el ahora presidente.

Pero ahora un siguiente paso es ponerse en acción para hacer frente a retos muy concretos. Lo primero es continuar con los premios, nuevas membresías, los seminarios en línea, y la revista Ciencia. Después contribuir a atacar un problema latente “la desigualdad en el conocimiento”, que además se convierte en un efecto directo para quienes han dedicado su vida a la academia y la investigación. “La sociedad mexicana en general, conoce poco del valor de la ciencia. Basta mirar, por ejemplo, a países como China, Corea e Israel, que han apostado por el conocimiento y la inversión en investigación, y que en pocas décadas han pasado de la pobreza extrema a tener una alta calidad de vida de su población”.

El futuro próximo

El nuevo dirigente presentó al equipo que estará al frente de la Academia para el periodo venidero: Telma Castro, como vicepresidenta, Gloria Soberón, en la Tesorería; Elva Escobar, en la Secretaría, y Sergio López Ayllón, como secretario designado. “Todas y todos son científicos de primer nivel y con amplia experiencia como directores de centros de investigación”, subrayó.

Explicó que trabajarán sobre cuatro ejes: La perspectiva de género y los derechos humanos, sanear las finanzas de la Academia y garantizar su sostenibilidad, procurar que la Academia vuelva a ser un crisol para la comunidad científica y contribuir a que la ciencia esté en la agenda nacional.

Entré las acciones inmediatas estará formar el Patronato de la AMC, para ampliar su visión y alcance, y garantizar el cuidado y buen uso de sus recursos; también buscarán diversos medios para allegar recursos a la Academia, a través de fundaciones, convenios con empresas, entre otros.

“La idea es hacer de la Academia una institución autosustentable”, pues en el pasado los recursos que el antes Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) otorgaba a la institución eran lo que permitía la mayoría de las actividades. Por ello Seade anunció que harán una intensa campaña de recaudación de fondos, y apeló a la generosidad de la membresía y de tantos más.

Adelantó también que están en tratos con varias empresas, buscando oportunidades para la comunidad nacional, por ejemplo, un convenio avanzado con SINOVAC (China), además de que se tendrá el seminario “CITA: Ciencia Innovación Tecnología y Academia”, donde cada mes la Academia hablará de ciencia, innovación, tecnología y de todos los temas de interés de la Academia.

El doctor Seade concluyó asegurando que los retos que vienen son muchos, pero confió en su comunidad. “Es un orgullo ser parte de esta gran comunidad científica mexicana. Una comunidad generosa, de alto nivel internacional y comprometida con México”.

¿Qué es la AMC?

La  Academia Mexicana de Ciencias es un espacio de diálogo donde convergen todas las áreas del conocimiento. Un punto de encuentro de todas las ciencias. Los Miembros Regulares de la Academia son distinguidas y distinguidos científicos de todas partes del país, en todos los campos de la ciencia. Su admisión es por méritos individuales, sin importar la institución de procedencia.

Actualmente tiene 3,046 miembros, de los cuales 117 son miembros correspondientes, incluidos varios Premios Nobel. De los miembros regulares, el 28% son mujeres, 72% son hombres, y todos están agrupados en las áreas de: Ciencias Exactas e Ingeniería, Ciencias Naturales y Ciencias Sociales y Humanidades.

nelly.toche@eleconomista.mx