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La gloria punk de American Idiot
Estos dos meses, el montaje de Broadway tendrá a Billie Joe Armstrong, de Green Day, en uno de los protagónicos.
¿Quién quiere ser un idiota americano? Seguramente nadie, pero sobre todo no quieren serlo los jóvenes adultos de Estados Unidos.
Hace 10 años, una generación de estadounidenses se hizo adulta odiando a su país. Es la generación Columbine, la que vio llegar a la presidencia a George W. Bush tras un aparente fraude electoral, la que llegó a la universidad cuando el polvo de las Torres Gemelas todavía no se asentaba, la que se alistó a pelear una guerra falsa en Afganistán y luego en Irak.
Esa generación convirtió American Idiot (2004), el disco con el que la banda punk Green Day, aparentemente muerta en los 90, en uno de los más grandes hits de la década pasada.
Cuando Billie Joe Armstrong, vocalista de Green Day, cantó "Don't wanna a be an american idiot!" al inicio de la canción que le da título al disco, millones de jóvenes estadounidenses -muchos que entonces no alcanzaban la edad para votar- gritaron con él. En 2008 esa generación llevó a Barack Obama a la presidencia (y hoy, tremendamente decepcionados, se sienten más identificados políticamente con personajes como Julian Assange, fundador de WikiLeaks).
Esa furia generacional se siente desde que se alza el telón en Green Day's American Idiot, el musical de Broadway basado en el disco. Es punk, es adolescente, es 100% actitud y es el mejor show en la capital de los grandes shows.
En el mismo track
American Idiot fue concebido como un disco conceptual, uno que, canción tras canción, sugería la historia de un mesías de clase media, St. Jimmy, el Jesús de los Suburbios.
La obra de teatro no hace sino seguir la línea narrativa del disco añadiendo algunos personajes y sumando algunas canciones de la siguiente producción de Green Day, 21st Century Breakdown, también un disco conceptual.
Por eso, a diferencia de otros musicales basados en los éxitos de otras estrellas pop (Mamma mia! de ABBA o Rock of Ages de Queen, por citar algunos), la trama no se siente metida con calzador para corresponder a la letra de las canciones.
Johnny, Tunny y Will son tres adolescentes oriundos de Jingletown, USA, uno de esos pueblos estadounidenses bucólicos y verdes, donde no pasa nada... hasta que pasa.
Hartos y aburridos, los tres emprenderán distintas aventuras de madurez: Tunny se va a Irak, Will se convierte inesperadamente en padre y Johnny, el soñador del grupo, se va a la gran ciudad.
Johnny se encontrará con el verdadero y único St. Jimmy, una fuerza de la naturaleza, una rebelión de carne y hueso, tan poderoso y adictivo como la heroína y la esperanza.
Por supuesto, ese encuentro no depara nada bueno para el ingenuo Johnny... excepto, claro está, volverse una leyenda del rock. Y encontrar el amor: una rebelde sin nombre, irresistible como St. Jimmy, pero sin su fuerza autodestructiva.
En un solo acto de rock se desarrolla toda la historia, acentuada por la música de una banda en vivo (no es Green Day, pero como si lo fueran). No faltan los megaéxitos del American Idiot "Wake me up when september ends" y "Boulevard of broken dreams" y las excelentes "Know your enemy" y "21 guns" del 21st Century Breakdown.
Por sí solo, pretexto para visitar NY
Si un show vale la pena la vuelta a Nueva York este inicio de año es sin duda éste, especialmente en enero y febrero, cuando el papel de St. Jimmy será interpretado por Billie Joe Armstrong, líder de Green Day y compositor del musical.
Claro que para los fans del rock Green Day's American Idiot es una obligación, pero es un buen show inclusive para los que gusten de los musicales más tradicionales y, me atrevo a decir, hasta para quien odia los musicales. Prepárese para salir haciendo guitarrazos en el aire.
Green Day's American Idiot
St. James Theater. Calle 44 Oeste #246, Broadway, Nueva York.
Boletos: US$49 - US$122 (estudiantes con credencial o menores de edad con pasaporte, dos horas antes de la función: US$22).
Más información: http://www.americanidiotonbroadway.com