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Reclaman desdén del INAH a su Archivo Técnico de Arqueología
Investigadores de la institución acusan que el acervo, uno de los más relevante de su tipo en el mundo, está en condiciones lamentables y que pretenden confinarlo en un sótano.
Templo Mayor y Casa del Márquez del Marqués del Apartado. Foto EE: Cortesía
En la mesa de análisis Nueva normatividad para la arqueología en México, convocada por el Sindicato Nacional de Profesores de Investigación Científica y Docencia del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), los arqueólogos Leonardo López Luján y Luis Alberto López Wario calificaron de inaceptable el desdén que el Consejo de Arqueología del INAH ha tenido hacia el Archivo Técnico de Arqueología que durante más de 50 años gestionó y custodió José Luis Ramírez, "don Pepe", quien falleció en noviembre de 2020. El INAH lamentó entonces su deceso con frases de encomio, que ahora olvida al “despreciar” su legado.
Desde 1968, como el abad de un antiguo monasterio, don Pepe integró y clasificó un acervo que contiene casi 10,000 informes de campo y de investigación de los trabajos arqueológicos realizados en México en las últimas décadas, pero también valiosos documentos que constituyen un corpus que va del siglo XVIII al XXI, y que se ha enriquecido con los archivos personales de arqueólogos eminentes ya fallecidos como Enrique Nalda y Alejandro Martínez Muriel, por mencionar algunos, lo que lo convierte en uno de los repositorios de arqueología más relevantes en el mundo y en una herramienta de consulta invaluable para los estudiosos e interesados en la materia.
El 25 de noviembre de 2020, el director general del INAH, Diego Prieto Hernández, escribió en Twitter: "Con mucha tristeza me entero de la muerte de José Luis Ramírez, Don Pepe, quien durante medio siglo estuvo a cargo del Archivo Técnico de Arqueología del INAH. Esforzado y celoso trabajador, con un gran conocimiento de la historia de la arqueología mexicana. ¡Descanse en paz!", remata el antropólogo.
Por desgracia, hoy el "Archivo Pepe", como le llaman los arqueólogos en honor de su hacedor, vive literalmente momentos de oscuridad. Almacenado en una bodega desde hace varios años por funcionarios que minimizaron su importancia y no entendieron su utilidad. "Despreciado" por el propio INAH y con el riesgo de perder hasta su nombre, señala López Wario. "Despreciado", repite López Luján. “Lo tienen en una condición realmente lamentable y existe el plan de llevarlo a un sótano”.
"Un archivo técnico con documentos de enorme valor histórico, de varias generaciones de investigadores del INAH, y de otras institucionales nacionales y extranjeras, no puede ir ni al último piso ni a un sótano, porque un archivo se moja, así de fácil; esperamos que muy pronto las autoridades reconsideren y que nuestro archivo técnico, patrimonio de todos los mexicanos, vaya a un lugar digno", sostuvo el arqueólogo.
El doctor Leonardo López Luján ha manifestado en otras ocasiones el deseo de que el acervo retorne a la Casa del Marqués del Apartado, lugar de donde fue desalojado por las autoridades para construir un Museo de Museos, que nunca se concretó.
kg