Lectura 6:00 min
Tercera ola: la movilidad está camino a los niveles prepandémicos; las vacunas han sido la salvación
Los repuntes en contagios Covid-19 sugieren una tercera ola pandémica y a diferencia de los grandes picos pasados, en este hay más control de los servicios sanitarios. A pesar de que la movilidad urbana continúa creciendo a niveles importantes, la vacunación ha contribuido a reducir los niveles de hospitalizaciones y decesos.
Las autoridades sanitarias federales ya han alertado sobre las nuevas alzas en el nivel de contagios de Covid-19 y del repunte en algunas regiones de hospitalizaciones relacionadas con el coronavirus; esta situación es la que podríamos llamar la tercera ola de la pandemia en México. A diferencia de los grandes picos pasados, en este hay más control de los servicios sanitarios y no porque los mexicanos sigan en cuarentena; la clave es la vacunación.
La necesidad de movilidad en México es persistente, por trabajo, por recreación o por turismo, las zonas urbanas del país han recuperado gran parte de sus flujos de personas.
Al cierre de la segunda y la más peligrosa ola que enfrentó México entre diciembre del 2020 y enero del 2021 se comenzó a observar nuevamente una baja importante en los niveles de concentración de personas en espacios públicos. Pero para mayo algunos puntos como supermercados, farmacias, zonas corporativas y zonas residenciales ya tienen movilidad de personas en el mismo rango de cuando la Covid-19 no existía.
De acuerdo con datos de los reportes de movilidad de Google, en las tiendas de abarrotes, supermercados y farmacias, por ejemplo, la concentración de personas ya se encuentra en niveles de entre 15 y 25% superiores a los registrados en febrero del 2020, cuando llegó la pandemia al país y en contraste con el resto de espacios públicos, este es el rubro en el que sin importar el día de la semana se mantienen los flujos constantes.
En zonas residenciales los flujos también se han mantenido relativamente constantes; de hecho, este es uno de los espacios que ni siquiera durante los primeros meses del 2021, en medio de la segunda ola, registró bajas. La movilidad se ha mantenido en un nivel de entre 5 y 10% mayores a los prepandémicos.
Las zonas corporativas muestran una tendencia curiosa, a diferencia de lo esperado, en los días laborales (de lunes a viernes) presentan todavía niveles inferiores a los prepandémicos, pero en los fines de semana han alcanzado flujos hasta 23% más altos. Esta situación se podría explicar por los esquemas de oficinas que han sido parcial o totalmente modificados. Lo cierto es que aun cuando entre semana todavía no se llega a flujos altos, cada vez se está más cerca de recuperar la totalidad de la movilidad.
El transporte público es un caso especial. Entre la operación irregular de muchas estaciones y líneas y la alerta por ser un espacio en donde la concentración de personas es altísima, los mexicanos sí mostraron temor después de la segunda ola de Covid-19. A escala nacional, durante enero del 2021 se mostraban flujos de usuarios muy cercanos a los prepandémicos y para febrero, cuando la saturación hospitalaria ya era una realidad, lograron caer hasta 40 por ciento. Con el paso de los meses para julio todavía muestra caídas pero mucho más modestas (entre 1 y 10%), lo que muestra que al menos en días laborales las estaciones de transporte público ya tienen casi los mismos usuarios que antes.
Los centros comerciales y lugares de esparcimiento se mantienen por debajo de los niveles prepandémicos, siendo espacios para actividades consideradas no fundamentales en muchas entidades todavía existen restricciones sanitarias que moderan su operación. Aún con esto, de enero a julio del 2021 ya han recuperado gran parte de la movilidad que tenían antes de la pandemia.
La movilidad crece y la pandemia también; los jóvenes en riesgo
En los días recientes se registraron alzas importantes de contagios en la mayoría de las entidades del país. De hecho, ya se han registrado los nuevos récord de casos diarios desde febrero del 2021 (durante la segunda gran ola), sólo el 10 de julio del 2021 se registraron 9,581 casos confirmados de Covid-19, aunque todavía es muy inferior a los picos de hasta 22,000 casos diarios que se presentaban a inicio de año, sí reflejan una tendencia creciente de los indicadores de la pandemia.
Al corte de la primera semana de julio, de hecho, ya cinco estados (Yucatán, Quintana Roo, Tabasco, Tamaulipas y Baja California Sur) ya se encontraban en el color naranja del Semáforo Epidemiológico, lo que implica un riesgo alto en términos sanitarios.
En contra de los esfuerzos por contener el virus no sólo juega el avance de la movilidad urbana, también la propagación más agresiva y rápida de la nueva variante Delta de la Covid-19. Los especialistas y personal sanitario alertan sobre la necesidad de contener especialmente la concentración de personas en actividades no esenciales y acelerar el programa nacional de inmunización.
Los indicadores justamente muestran también que gran parte de las alzas en los contagios de Covid-19 se han dado en el grupo de población que tiene entre 20 y 39 años, que es el que muestra mayor desplazamiento y movilidad en actividades de recreación y esparcimiento y es justamente el grupo con menores niveles de vacunación. Por lo que el llamado continúa constante a este grupo etario ante lo que sería la tercera ola de la pandemia.
Las vacunas, el factor que ha logrado contener la saturación hospitalaria
La tendencia general es creciente; los mexicanos cada vez tienen más necesidad de movilizarse a los espacios públicos. Y las autoridades presentan las cifras que nos muestran que los contagios repuntaron de manera importante en las últimas semanas. Aún con estos números, la Secretaría de Salud federal afirma que la saturación hospitalaria en términos generales se mantiene controlada, la respuesta podría ser: las vacunas.
Aunque ninguno de los fármacos disponibles en el mundo garantiza inmunidad total al virus, la inmunización ha resultado fundamental para reducir la incidencia de casos graves, hospitalizaciones y muertes de las personas. En México, se observa que la población de mayor riesgo (60 años o más) que era significativamente más vulnerable que los adultos jóvenes, ha reducido de manera importante sus tasas de ingresos hospitalarios y decesos. Mientras que en los grupos de personas adultas, menores de 40 años de edad, las tasas no han logrado caídas tan sustanciales.
Las vacunas sumadas a conservar siempre y en todo momento las medidas sanitarias parecen ser la única alternativa.
kg