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Un gigante de la danza moderna
El trabajo de Taylor se caracteriza por el uso de música barroca y contenido oscuro.
Paul Taylor, cuyo vasto cuerpo de trabajo ascendió a las alturas vertiginosas y cayó a las profundidades depravadas de la condición humana, falleció. Tenía 88 años.
Taylor murió el miércoles en el Centro Médico Beth Israel en Manhattan, dijo la vocera Lisa Labrado a The Associated Press. La causa del deceso no se supo de inmediato, pero Labrado expuso que Taylor estuvo en cuidados paliativos.
Taylor trabajó hasta bien entrados sus 80, desde su casa en Long Island para coreografiar dos nuevas piezas cada año y 147 en total.
“¿Las obras que más me satisfacen? Aquellas en las que estoy trabajando”, dijo el bailarín y coreógrafo a The Associated Press en una entrevista en el 2011, mientras ensayaba To Make Crops Grow. “Es el proceso de trabajo lo que me gusta. Una vez que está listo, quiero sacarlo todo de mi mente. Prefiero olvidarlo”.
La de Paul Taylor es una de las compañías de danza contemporánea más exitosas del mundo, con giras internacionales todo el año y una temporada anual de tres semanas en el Teatro David H. Koch del Lincoln Center. El público a menudo aprecia las puestas más nuevas, pero su pieza más emblemática sigue siendo Esplanade de 1975, una explosión de alegría y atletismo en la que los ágiles bailarines de Taylor corren, saltan y se lanzan a los brazos de otros como misiles y hacen volteretas en el piso con desenfreno, al ritmo de dos conciertos de Bach.
La combinación de música clásica —especialmente barroca del siglo XVIII— con un estilo muy moderno fue uno de los sellos distintivos de Taylor. Pero también fue más lejos con sus decisiones musicales, usando no sólo sinfonías y conciertos sino también ragtime, tango, cuartetos y hasta música ambiental.
Big Bertha fue una de sus obras más notables, por su contenido perturbador, un reflejo de la afición de Taylor por dedicarle igual cantidad de tiempo a las profundidades oscuras de la naturaleza humana. Bertha es una criatura robótica de feria. Una familia de la década de 1950 sale a la divertirse a la feria, pero, tras meter monedas en la ranura de Bertha, cae en la depravación. Incluso una pieza más ligera, Company B, de bailes salerosos como el jitterbug con música de las Andrews Sisters, tiene elementos oscuros: si se mira de cerca, entre las alegres danzas hay jóvenes soldados desplomados en el suelo.
Paul Belleville Taylor Jr nació el 29 de julio de 1930 durante la Gran Depresión. Comenzó su vida a las afueras de Pittsburgh, pero pasó gran parte de su juventud en Washington. En su autobiografía Private Domain, describió una niñez llena de momentos que pusieron a prueba sus límites: una pelea con la policía, luego de que él y un amigo robaron un cochecito de bebés o una artimaña en la escuela que incluyó la excavación real de un ataúd.
Estudió pintura en la Universidad de Syracuse y luego se sumó al equipo de natación con el solo fin de obtener una beca. Era más trabajo de lo que anticipaba, pero con sus 1.83 metros y unos brazos con enorme alcance, estaba bien dotado para el deporte.
Esos brazos se convertirían en una parte crucial de su trabajo en la danza. De hecho, el movimiento característico de Taylor luce un poco como el de un nadador de estilo mariposa, aunque hacia arriba.
El deseo de bailar sorprendió al mismo Taylor. En su segundo año, escribió una vez, “algo más fuerte que una comezón (...) una corazonada innegable (...) un destello”. Le informó a su incrédulo entrenador de natación que dejaba el equipo para bailar. “No me digas que eres bueno para eso”, le respondió. Taylor no pudo, al menos todavía.
Taylor se transfirió a la escuela de artes Juilliard en Nueva York, donde tomó un curso de verano en el que conoció y aprendió de la gran coreógrafa moderna Martha Graham. Años después, su nombre estaría por siempre ligado al de ella como parte del gran trío de coreógrafos de danza moderna, junto con Merce Cunningham. (Graham murió en 1991, Cunningham en el 2009).
Un año después de graduarse de Juilliard en 1953, Taylor creó su propia compañía.